viernes, julio 20, 2007

La historia y el totalitarismo

En la película La lista de Schindler de Steven Spielberg, hay una escena que nos muestra una de las características fundamentales del totalitarismo en relación a la historia: su deseo y necesidad de cambiarla. Pero no cambiándola a través de la repetición reiterada de la historia (mentira) oficial, sino combinando ese discurso con la desaparición física de lo que le molesta, que no es más que el diferente y el que no se doblega a su voluntad totalizante en torno al caudillo máximo. Este principio se muestra perfectamente en la escena de la liquidación del gueto de Cracovia, en la cual el Comandante Amon Göth (magistralmente caracterizado por Ralph Fiennes, ganador del Oscar por este papel) da un discurso a sus soldados los cuales llevarán a cabo el papel de sacar a los judíos de sus viviendas (de la manera más brutal) y llevarlos a campos de trabajo (concentración o exterminio). El discurso junto a las escenas han quedado grabadas (selladas) en mi memoria como expresión de la maldad en política, y en la vida humana, de los que usan el poder para destruir al que no “encaja” en su visión de la realidad. Dice así (traducción del inglés):

Hoy es un día histórico. Al pasar los años los jóvenes se preguntarán con asombro por este día. Hoy es un día histórico y ustedes serán parte de él. Hace 600 años cuando culpaban a los judíos de la Peste Negra, Casimiro el Grande supuestamente le permitió a los judíos venir a Cracovia. Vinieron, trajeron sus cosas en carretas, se instalaron, se arraigaron, prosperaron en los negocios, las ciencias, las artes, la educación. Llegaron sin nada, ¡nada!, y florecieron. Por 6 siglos ha habido una Cracovia judía. Piensen en eso. Para esta noche, esos 6 siglos serán un rumor, nunca ocurrieron. Hoy es un día histórico.

5 comentarios:

Andrés F. Guevara B. dijo...

Adicionalmente a lo propuesto en este post, agregaría que los sistemas totalitarios se caracterizan por la intervención e invasión del Estado en todas las esferas de la existencia del individuo. De allí su sentido de totalidad. Así, no basta con la opresión. Ésta se lleva a cabo dentro de cualquier espacio vital. El Estado como controlador total.

Anónimo dijo...

GRacias por tu comentario Andrés. he tenido el blog muy abandonado por enfermedad, trabajo, problemas con internet. Uno de los conceptos sobre el totalitarismo que más me atraen; es el de considerar las diuctaduras no totalitarias como las que prohíben a las personas a participar en política, en cambio las dictaduras totalitarias son las que te obligan a participar en la política pero tal cual la concibe el Estado-partido.
saludos
profeballa

Anónimo dijo...

Qué ejemplo tan acertado de lo que es el totalitarismo. He visto esa película un par de veces. Inmerso como estaba en la brutalidad toda de la época y el momento, ahora es que sopeso toda la monstruosidad de esa escena. Acabar con lo que no encaja con la visión de la vida. Excelente. Saludos

Anónimo dijo...

GRacias por tu comentario Hèctor: En estos dìas ando meditando sobre la "maldad" en la historia, en lo difìcil de usar esa palabra por ser un historiador que busca la objetividad y no juzgar los hechos històricos. saludos

Marta Salazar dijo...

Hola, te puse un artículo en mi blog de películas! Un abrazo!

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