sábado, octubre 17, 2015

Entrevista al joven historiador Venezolano (18) Alejandro Caceres (2º parte)



5.       ¿Cómo fue su experiencia en el pre y/o postgrado de historia?

Dado que me formé inicialmente como Ingeniero Industrial, lo más cercano a experiencia de historia durante ese tiempo fue haber participado en la Cátedra de Honor de la UCAB en 1999, regentada por el Rector Luis Ugalde. Fue una experiencia muy grata para mí ya que por allí desfilaron grandes académicos venezolanos de la talla de Elías Pino Iturrieta, Manuel Caballero y Asdrúbal Baptista, y aún más gratificante y estimulante ya que mi ensayo sobre la influencia del petróleo en la política, la economía y la cultura en Venezuela en los últimos 50 años, fue premiado como uno de los mejores ensayos por el Rector. En el IESA no hubo mucho espacio tampoco para la historia, salvo una experiencia muy especial, el curso electivo con Asdrúbal Baptista, “Sabiduría para el liderazgo”, donde nos guió por la historia de Occidente, terminando en el factor que puso a Venezuela en el mapa del mundo, su petróleo. Allí escribí un ensayo sobre la visión de la felicidad en Aristóteles y Voltaire. El Diplomado de Proceso Histórico Venezolano de la Universidad Metropolitana fue una experiencia extremadamente enriquecedora, ya que el grupo de participantes era muy interesante, lo cual dio lugar a muchas discusiones relevantes dentro y fuera de clase, a la vez que en el tren de profesores que incluía a Edgardo Mondolfi, Tomás Straka, Karl Krispin, Laura Febres y Giannina Olivieri. Aunque definitivamente, la experiencia que me dio las herramientas para poder tener posibilidad real de contribuir a la historia empresarial y económica es la Maestría de Economía e Historia en la Universidad de Utrecht. Los profesores estimulaban discusiones en clase muy valiosas y nos guiaban a través de las lecturas de los grandes historiadores económicos y empresariales. Allí tuve el privilegio de tener como compañero de clases a Felix Meier Zu Selhausen, que se acaba de doctorar en la Universidad de Utrecht, con una tesis sobre historia económica de África. La experiencia de haber hecho investigación de tesis en los Archivos Históricos de la Royal Dutch Shell en La Haya fue valiosísima ya que me inicié en las complejidades de la investigación de fuentes primarias en archivos, y me permitió reconstruir la operación y los retos de una empresa petrolera en Venezuela.

6.       ¿Cuál es su área o rama de la Historia favorita y por qué? ¿Cuáles son sus líneas de investigación? ¿Cuál escuela historiográfica sigue y por qué?

La rama que elegí, porque no siendo historiador de formación es donde siento puedo dar una contribución a la historiografía en Venezuela, es la historia empresarial, y en específico la línea de investigación que elegí desde mis estudios en Holanda, la historia de la industria petrolera en el siglo XX, en virtud que la historia empresarial tiene un gran drama, y tal vez por eso es tan generosa en permitir que personas con diferentes formaciones académicas entren en ella: existen excelentes historiadores pero con pocos conocimientos de negocios, economía, estrategia y gerencia, o existen excelentes académicos del área de negocios, economía, estrategia y gerencia pero sin conocimientos de la ciencia histórica, y mi formación me ha permitido ir ganando un balance en cuanto a las dos áreas, aunque continuo fortaleciéndolas, en particular la histórica. En cuanto a escuela historiográfica, intento nutrirme de las escuelas que los grandes historiadores que he conocido y leído siguen. Encuentro a los neo-institucionalistas del mundo anglo-sajón muy importantes, en particular para Venezuela donde el estudio de la evolución de las instituciones durante la construcción del capitalismo considero es muy relevante para entender porque nos quedamos a medio camino de insertarnos en el mundo moderno durante el siglo XX.

7.       En torno a los debates historiográficos: ¿Cuáles han atrapado su atención y/o cuáles ha estudiado? ¿Cuáles considera que deben ser divulgados? ¿Cuál es su posición ante ellos?

En historia empresarial un debate que encuentro apasionante es el que gira alrededor del paradigma de Alfred Chandler y como surgen y se desarrollan las grandes organizaciones empresariales, ya que al contrastarlo con las experiencias de los mercados emergentes, surgen grandes diferencias a como fue este proceso en el mundo desarrollado. En Venezuela, uno de los grandes debates historiográficos debería girar sobre cómo ocurre la inserción de Venezuela en el circuito capitalista mundial, y la formación del capitalismo local. Hoy más que nunca, debería dársele la relevancia que tiene de cara a la Venezuela del futuro e insertarlo los debates regionales sobre este tema en América Latina. Es indudable que Venezuela durante su período republicano ha sido, es y existe una alta probabilidad que en el futuro será, una sociedad capitalista, donde hasta los años 40 el sector privado fue el factor primordial, y a partir de ese período, producto de la renta petrolera, lo ha sido el Estado, y tal vez en el futuro pueda el sector privado ser relevante nuevamente, con cambios estructurales en la naturaleza de su rol y relación con el Estado, ya que la evidencia histórica revela que es el gran motor de crecimiento económico y progreso de las naciones.

8.       ¿Cuál fue su primer escrito como historiador o cuál fue el que más le gustó? ¿A quién se lo dedicó? 

Mi primer escrito como historiador fue mi tesis de maestría en la Universidad de Utrecht acerca de la Compañía Shell de Venezuela en los años 50, de la cual he publicado en Debates IESA “La reorganización de una multinacional: Shell Venezuela en los años 50” (en Debates IESA, Vol. XV, N° 3, JulioSeptiembre 2010). Como siempre se lo dedico a Dios, a mi familia y a mis maestros.

9.       ¿Cuáles son sus ritos cuando se dedica a escribir sobre historia? ¿Escribes de noche o de día, con música, te acompañas de objetos especiales, lo haces en un lugar específico, etc.?

Dado que a lo largo de los cinco años en que me incorporé en el mundo de la historia no he tenido mucho tiempo libre, por actividades en el mundo corporativo, en realidad he tenido que escribir cuando tengo tiempo disponible. En cuanto a objetos especiales, mirar imágenes (en mi caso fotografías, por ser siglo XX el tiempo en que transcurre mi línea de investigación) del período y de los personajes claves es muy estimulante, ya que permite acercarse al contexto histórico del tiempo, y forzarse a pensar como los protagonistas de esos eventos.

10.   ¿Qué tiempo diario o semanal le dedica a la historia? ¿Qué está leyendo en este momento? ¿Qué lee por lo general?

Como te comenté por las actividades corporativas típicamente han sido los fines de semana. Actualmente estoy leyendo una novela del premio Nobel español Camilo José De Cela, “La Colmena”, sobre la vida cotidiana luego de la guerra civil española y en plena Segunda Guerra Mundial, que muy a nuestro pesar algunos visos de la vida que se lleva actualmente en Venezuela son similares a los narrados por el autor. Por lo general leo cosas muy variadas, por mi vida corporativa, actualidad económica y del entorno, temas de estrategia corporativa, y por mi vida académica: historia empresarial y económica, sin dejar de lado novelas históricas o libros de arte.

11.   ¿En qué proyectos sobre historia está ahora?

Actualmente, estoy desarrollando mi línea de investigación de historia de la industria petrolera en el Siglo XX, y otros proyectos editoriales relacionados con historia de la mano de académicos amigos.


12.   ¿El historiador debe leer literatura? ¿Qué otras disciplinas debería conocer el historiador? ¿Y la religión?



Cada quien debe leer lo que más disfrute. Ahora bien, leer la literatura del período que se investiga es importante, ya que ayuda a pensar como lo hacían las personas de esa época, así como también el arte, la pintura y la música en particular, y como bien lo mencionas, la religión. Pero siempre intentando acercarse a como las personas la entendían y vivían en el tiempo que el historiador trabaja, y no en la actualidad. Por ejemplo no es lo mismo la vivencia de la religión cuando la misa se daba en latín con el sacerdote de espaldas a los feligreses y donde la música son obras clásicas, a una misa en español, con el sacerdote mirando a la feligresía, donde los acordes de la música pueden remitir al mundo hippie, es totalmente diferente. Desde mi perspectiva, de las lecturas que me han enriquecido más están las novelas históricas, gusto que entiendo compartes, de las cuales leí muchas (evitando que me ocurriera como el Quijote y los libros de caballería). La utilidad que le veo a este género literario es que el novelista necesita modelar con mayor o menor rigor el contexto histórico donde transcurren las experiencias de sus personajes, construye hipótesis sobre los eventos, e hila una narrativa. Es por ello que si uno se está iniciando en determinado período esto puede resultar muy útil para “aclimatarse”, por así decirlo, al período, y construir la propia narrativa o modelar hipótesis de lo que estudia. Algunos ejemplos, que considero son autores históricamente rigurosos son: leer el “Muchacho Persa” de Mary Renault para entender en el mundo de Alejandro Magno, las “Memorias de Adriano” de Marguerite Yourcenar  para entender el tiempo de los Cinco Emperadores Buenos en Roma y de los dramas intemporales del poder y su ejercicio, “El Nombre de la Rosa” de Umberto Eco para la Europa de la Baja Edad Media, los conflictos internos de la iglesia, la serie de los “Reyes Malditos” de Maurice Druon para el siglo XIV en Francia, “Opus Nigrum”, también de Marguerite Yourcenar para las luchas protestantes en Europa en el siglo XVI, “La Isla del Día de Antes” también de Umberto Eco para el siglo XVII europeo y la era de los grandes descubrimientos científicos,. Finalmente para entender la Europa en tiempos de Napoleón y tal vez el orden mundial de hoy, tan dinámico, cambiante y complejo, la obra que más me ha marcado su monumentalidad y universalidad, el gran cuestionamiento a la estrategia, y la sugestiva hipótesis de las leyes de la historia y las fuerzas cósmicas, es sin lugar a dudas “Guerra y Paz” de León Tolstoi, más de 1000 páginas y 600 personajes que considero toda persona debería leer y estoy seguro los va a atrapar.




13.    Además de la Historia, ¿tiene otros gustos, placeres o vicios?


El arte, en particular la pintura y dos grandes maestros: el gran maestro holandés de la luz del siglo XVII: Johannes Vermeer (el pintor de la Mona Lisa holandesa: La Muchacha del Arete de Perla), y el gran pintor del Quatrocento italiano Piero Della Francesca (el pintor de “La Resurrección”, en palabras de Aldous Huxley “la mejor pintura del mundo). La música, en particular Ludwig Van Beethoven y su Tercera Sinfonía, “Eroica”, que pone al artista en el centro de su obra, y transmite un poderoso mensaje de las luchas y conflictos que libra el hombre para que pueda renacer en quien está destinado a ser. La poesía, en particular el poeta griego Kavafis y el español Antonio Machado. Como a cualquiera, creo que viajar es una de las mayores experiencias de vida. Finalmente un vicio de largo aliento: construir una buena biblioteca.
 
(mañana concluye).

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