martes, septiembre 23, 2008

José Toro Hardy nos habla de Cipriano Castro: ¿protonacionalista pero también protopopulista?

Acá les dejo este artículo crítico pero sincero con la figura de Cipriano Castro de José Toro Hardy, publicado en El Universal; Toro Hardy es un excelente experto petrolero que tiene mucho tiempo dedicado a la divulgación histórica. El subrayado es nuestro.
El "cabito" Castro

Hasta los peores dictadores procuran cubrirse con un manto de aparente legalidad
El "cabito", como se conocía a Cipriano Castro, gobierna a Venezuela desde 1899 a 1904; fue reelecto para un segundo período que debía finalizar el 4 de agosto de 1909. Modifica la Constitución para ampliar el período hasta 1911, pero al fin no lo logra. Fue derrocado por su vicepresidente Juan Vicente Gómez.
Llega al poder después de una victoriosa campaña que partiendo desde los Andes da inicio a la Revolución Liberal Restauradora, deponiendo a Ignacio Andrade en octubre de 1899. Nueve años duró el gobierno de Castro. "De esos nueve años -afirma Jorge Olavarría en su libro Gómez un enigma histórico- cinco habían sido de sangrientas guerras internas, y gravísimos conflictos internacionales; y cuatro de incesante agitación y tensión interna y externa".
Castro medraba en el conflicto. Su motivación fundamental era mantenerse indefinidamente en el poder. Vemos así que a pesar de haber promovido la Constitución de 1901 -que contemplaba la no reelección inmediata del Presidente- muy pronto maniobra para una nueva reforma. Coacciona a los Concejos Municipales para que se dirijan a las Asambleas Legislativas y a su vez éstas al Congreso Nacional, para pedir una reforma que permitiese legitimar su permanencia en el poder. Abundaban los adulantes que lo apoyaban, entre ellos su ministro de Relaciones Interiores -Lucio Baldó- quien al respaldar las ambiciones del "cabito", se expresaba así en relación con aquella Constitución que impedía la reelección: "Los pueblos están cansados de esta ficción legal que ha consistido en preceptos vagamente promulgados, fórmulas escritas que bien pudieran considerarse como la expresión de la mentira jurídica".
Y acto seguido se preguntaba Baldó: "¿Qué ley o Constitución por más perfecta que sea, tiene el valor institucional de Don Cipriano?".
El 24 de abril de 1904 se modifica la Constitución de Venezuela, designándolo Presidente Provisional hasta julio de 1905, fecha a partir de la cual quedaría electo como Presidente hasta 1911. Poco después comenzaría a manipular en favor de otra reforma constitucional que hiciese posible la reelección vitalicia. Y es que hasta los peores dictadores procuran cubrirse con un manto de aparente aunque burda legalidad.
En su afán centralizador y controlador, modifica nuestra geografía política -la geometría del poder- reduciendo el número de estados de 20 a 13. Padecía una delirante megalomanía, mezclada con una sed insaciable de honores que se autootorgaba y que era aupada por los aduladores que pululaban a su alrededor.
De manera grotesca se hizo aclamar y proclamar "salvador de la patria" y "restaurador". Apoyó a quienes proponían la construcción de un monumento que llevaría grabadas las efigies de los cuatro Libertadores: "Simón Bolívar, libertador de cinco Repúblicas; José Gregorio Monagas, libertador de los esclavos; Ezequiel Zamora, caudillo de la Gran Causa Federal; Cipriano Castro, Restaurador de Venezuela, salvador de la soberanía nacional y fundador de la paz de la República".
Audaz caudillo, retaba a las más importantes potencias del mundo entero con lo cual termina por aislar a Venezuela. Sin duda, supo defender la soberanía nacional a raíz del bloqueo en diciembre de 1902 de nuestros puertos por parte de los cruceros alemanes e ingleses Phantome, Gazelle, Charybdis, Retribution y Albert. Pero al final terminó por prostituir el concepto mismo de soberanía, transformándolo en una simple excusa populista para subordinar los verdaderos intereses de la patria a la causa -para él suprema- de mantenerse para siempre en el poder.
La irresponsabilidad demencial de Castro no tenía límites. En 1901 había considerado invadir a Colombia para promover una guerra civil que favoreciese a los liberales. Cuando en noviembre de 1908 abandona Venezuela para someterse a una cirugía en el exterior, el país había roto relaciones diplomáticas con EEUU, Colombia, Francia, y los Países Bajos. Las relaciones con Gran Bretaña eran tensas. Se decía que una escuadra holandesa, proveniente de Curazao, se disponía a bloquear Puerto Cabello y La Guaira, en tanto que el general Nicolás Rolando se aprestaba a invadir el país para deponer a aquel caudillejo a quien Teodoro Roosevelt calificó de "monito indescriptible".
A poco de zarpar el "Guadaloupe", vapor en el cual se dirigía a Europa para operarse de los riñones, sus seguidores lo abandonaron. Nunca más regresaría a la presidencia ni a Venezuela. A veces la historia tiene una terca tendencia a repetirse.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mis saludos Profeballa, Muy interesante el artículo.

Anónimo dijo...

Wao!! Que artículo tan bueno! Me ayudó mucho con unos preguntas que me mandaron de historia contemporanea de 1ro de Cs... de verdad.. gracias

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