miércoles, mayo 25, 2022

Lídice, un nombre caraqueño nacido en la Segunda Guerra Mundial (sobre el atentado a Reinhard Heydrich)

Lídice, un nombre caraqueño nacido en la Segunda Guerra Mundial

Publicado el 25 de mayo de 2022 en El Nacional

El 27 de mayo de 1942 el SS-Obergruppenführer Reinhard Heydrich (director de la Oficina Principal de Seguridad del Reich [RSHA] que concentraba todas las policías de la Alemania Nazi y Reichsprotektor de Bohemia y Moravia, mejor conocido por el pueblo como el “carnicero de Praga”) sufre un atentado en las calles de la capital Checa. La “Operación Antropoide” lograba su objetivo desde que fue planeada en octubre de 1941 por el Gobierno checoeslovaco en el exilio londinense con apoyo de la Special Operation Executive (SOE). Es el único alto jerarca del Tercer Reich que fue asesinado por la Resistencia en Europa en la Segunda Guerra Mundial (SGM). La razón probablemente se encuentre en las consecuencias que generó.

Heydrich murió el 4 de junio debido a la infección de las heridas. La venganza nazi trajo como consecuencia el encarcelamiento de más de 13 mil personas y al asesinato de entre de tres y cinco mil checoeslovacos, entre ellos los habitantes del pequeño pueblo de Lidice (a 12 kilómetros del noroeste de Praga). Adolf Hitler ordenó asesinar y/o enviar a campos a todos los habitantes de dicha aldea (se fusiló ese día a todos los varones mayores de 14 años, y en los campos fallecerían 88 niños) para luego quemarla y destruir sus casas ¡qué su nombre desaparezca de la memoria! Pero los Aliados animaron a que varios pueblos del mundo lo asumieran, entre ellos se encuentra el conocido “barrio Lídice” de la parroquia la Pastora de Caracas. El mismo se inauguraría un año exacto después de la masacre el 10 de junio de 1943 con la presencia del Presidente de la República (general Isaías Medina Angarita) y un representante del gobierno checoeslovaco de Londres. Lamentablemente en este lugar no existe ninguna placa conmemorativa aunque un vecino (cronista) mantiene viva la memoria: don José Cheo Blanco.

Existe abundante historiografía, literatura y cinematografía sobre el tema. Dos textos consultamos: Robert Gerwarth, 2013, Heydrich. El verdugo de Hitler y Callum MacDonald, 2011, The Assassination of Reinhard Heydrich; pero también hicimos un repaso del capítulo dedicado a Lidice en Jessica Rapson, 2017, Topographies of Suffering y la revisión de las obras generales. En lo que respecta a su reconstrucción cinematografía existen más de diez películas por no hablar de los documentales. La mejor es Anthropoid (2016) que fue dirigida por el británico Sean Ellis (también escribe el guión junto al antiguo asistente de Stankey Kubrick: Anthony Frewin). Es extremadamente violenta y cruda al mostrar las torturas para que los colaboradores hablaran cómo a la hora de capturar a los miembros de la Resistencia (¿acaso no fue así la realidad?). Y al año siguiente salió HHhH (Cedric Jiménez).

El relato en el filme del 2016 se inicia con la llegada en paracaídas el 28 de diciembre de 1941 a un bosque cerca de Praga de los dos miembros de la resistencia: Jozef Gabčík (Cillian Murphy) y Jan Kubiš (Jamie Dornan). Se muestra la permanente duda en el movimiento de resistencia y el pueblo checo (Eslovaquia era un Estado títere) de matar o no a su cruel jefe de las arrogantes fuerzas de ocupación (¿no sería peor?), pero al final se decide llevar a cabo el atentado ante la fuerte represión que este había iniciado desde su llegada. La región era industrial y el Tercer Reich no podía seguir tolerando el saboteo del esfuerzo de guerra por parte de la Resistencia, por eso nombran a Heydrich para eliminarlos. El anhelo de los checos por realizar una acción de gran impacto, de mostrar a los Aliados que Checoeslovaquia existía; se unió a la estrategia (interpretación sostenida por varios historiadores) de estimular una venganza alemana que generara una toma de posesión tanto por los Aliados para que anularan los Acuerdo de Munich de 1938 como en la misma población. La realidad es que la retaliación de los nazis fue tan intensa que la Resistencia checa desapareció por lo menos en su territorio.

El hecho alimentó la propaganda de ambos bandos. Los funerales y entierro por la Alemania Nazi se realizaron cómo si se tratara de un gran general y se le dio sepultara junto a los héroes militares prusianos. La prensa le dio amplia cobertura y también a las represalias. La idea era evitar que algo similar volviera a ocurrir y premiar el ejemplo de un despiadado asesino. En lo que respecta a los Aliados a menos de un año se estrenaron varias películas: en Estados Unidos: Hangmen also died! (1943) del famoso director del expresionismo alemán (Metrópolis, entre otras): Fritz Lang, que había salido del Tercer Reich cuando el ministro de propaganda Joseph Goebbels intentó coop


tarlo después de prohibir una de sus obras en las que criticaba a Hitler (The Testamenf of Doctor Mabuse, 1932) y Hitler’s madman (1943) de Douglas Sirk (otro inmigrante alemán, aunque este huye porque su esposa es judía) y con el guión de Emil Ludwig (sí, otro alemán, que entre sus numerosas biografías escribió una de Simón Bolívar). En el Reino Unido el docudrama británico corto sobre la masacre en Lidice: The silent village (1943) de Humprey Jennings. Hay tres checas las cuales siempre resaltan la masacre: Men without wings (Bohumil Štěpánek, 1946) aunque trata de los hechos posteriores al asesinato, Atentát (Radoslav Brzobohatý, 1964) que sí narra la operación y Lidice (
Petr Nikolaev, 2011).  

Los hechos de la SGM eran seguidos por la población venezolana y debatidos por sus líderes políticos e intelectuales. La intensa propaganda de los Aliados que buscaba denunciar el orden nazi, hizo que la masacre de Lidice sirviera como el más terrible ejemplo. Los primeros al tener todos los detalles fueron los periodistas; que en el caso de Maria Luisa Lloveras, Pedro Beroes y Kotepa Delgado del diario Últimas Noticias quisieron honrar a las víctimas proponiendo el nombre para una nueva urbanización obrera que crearía el gobierno. Los habitantes no estaban de acuerdo con el nombre original (“Quinta Villa Amelia”) relacionado con la casa que le había regalado el dictador (el general Juan Vicente Gómez) a la segunda mujer cuyos hijos reconoció como suyos: doña Dolores Amelia Núñez. De manera que el nombre nace en rechazo a otra tiranía. En Carora (estado Lara) también se nombró una avenida con este nombre y a muchas niñas se las bautizó como Lídice. Hitler, como todo autócrata hizo de la memoria otro campo de batalla ¡y también salió derrotado!

La próxima semana, siguiendo con el 80 aniversario, analizaremos una Batalla decisiva: Midway. La misma posee una amplia historiografía, varias películas (la más reciente del año 2019) y un documental realizado a dos meses de los hechos por el gran John Ford. Ford estuvo en la isla cuando llegaron los bombarderos japoneses y sufrió heridas en medio de la filmación. Al año siguiente su trabajo ganaría un Óscar. Por esas cosas de la vida tengo un primo de nombre Heydrich y sé que su padre (tío abuelo mío) era germanófilo en tiempos de la SGM y posterior a ella. Un día me animé a preguntarle y me dijo que era el nombre del médico que atendió el parto ¡menos mal! La sombra del mal parece estar siempre cercana, escribimos con el firme anhelo de disiparla.

Foto de blog Eurasia. 

viernes, mayo 20, 2022

Reseña del año 1942 del Diario de Victor Klemperer: "Quiero dar testimonio hasta el final"

“Ser el cronista de la catástrofe que estamos viviendo”

Décima carta a Victor Klemperer sobre sus diarios: 1933-45

20 de mayo de 2022

Mientras asistimos a la desaparición progresiva de los últimos supervivientes y al resurgimiento de los movimientos de extrema derecha y del antisemitismo en todo el mundo, el recuerdo de la Shoah y de los campos nazis adquiere una relevancia crucial. Las fallas a las que nos enfrentamos hoy, inquietantemente paralelas a las de una época que creíamos lejana, nos empujan a cuestionar la historia: ¿cómo afrontaron la adversidad quienes nos precedieron? ¿Cómo expresaron su experiencia y los traumas que les generó? ¿Qué podemos aprender, a su vez, de la esencia de sus escritos? (Ariane Santerre, 2022, La littérature inouïe. Témoigner des camps dans l’après-guerre).

Querido Don Victor:

¿Qué le parece el pequeño extracto del libro (tesis doctoral) de esta joven historiadora canadiense? Son las mismas preguntas que tantas veces le he hecho y que trato de responder con sus entradas. Pero antes de intentar hacer una síntesis de su Diario en el año 1942, quiero informarle (que es hacerlo con mis lectores), que Dios mediante hasta octubre de este año solo escribiré de otros Diarios que nos relatan lo que ocurrió hace exactamente 80 años en relación al Holocausto. Nada de semblanzas intermensuales cómo es mi costumbre. La razón es que fue en 1942, después de la Conferencia de Wansee donde se planificó la Solución Final (20 de enero), que se inician las grandes redadas de judíos en los países ocupados, el cierre de guetos y el traslado a los campos de exterminio. ¿Qué nos pueden decir los diarios íntimos de este hecho que no podemos olvidar jamás? Esa es la pregunta que me guía y que trataremos de responder en esta columna mensual.

En lo relativo a su Diario no hablaremos más del mismo hasta el 2023 cuando haré la reseña de 1943 y así hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial (SGM) cada año. Sí, querido amigo, sigo con este gran proyecto de ir analizando el conflicto bélico más importante de la historia a medida que se cumple su 80 aniversario, y que realizo en paralelo entre esta columna y la semanal en El Nacional y Opinión y Noticias. No voy a negar que extrañaré sus palabras pero es necesario permitir escuchar otras voces, otras experiencias y emociones. En ese terrible año creo que las suyas son fundamentales porque demuestran que los alemanes (judíos o no) no eran ignorantes del genocidio nazi. Es evidente que no sabían los detalles, pero una cosa sí es cierta: pudieron perfectamente decir lo que usted afirma el 16 de marzo: “Estos días he oído hablar de Auschwitz (o algo parecido) como del más horrible de todos los campos (…). Trabajo de minas, muerte a los pocos días.” Y el 13 de enero: “Se sabe por diversas personas bien informadas que en Riga judíos evacuados, han sido fusilados en serie, según iban saliendo del tren”.

El invierno del 42 fue la primera vez que a usted, junto a todos los judíos que todavía no habían sido “evacuados a los campos o guetos” y seguían en Alemania (que son solo los casados con arias o con la cruz de hierro de primera clase), son obligados a recoger la nieve. Con sus sesenta años a cuesta es inevitable al llegar a casa después de pasar todo el día (desde las 730 de la mañana hasta las 530 de la tarde): “Enorme cansancio, calambres en las pantorrillas, llagas en los pies, la mano incapaz de sostener la pluma. Imposibilitado para trabajar con la cabeza” y “Siempre luchando con el sueño” (01 de marzo). ¡Pero escribe! Y sus diarios son la prueba, fue en el 42 en el que más escribió de los seis años de la SGM. Cuando me siento sumamente agotado y no he escrito, su ejemplo me anima. Pero quizás lo de la nieve no sea lo peor, porque ya entre abril y mayo pasa con la llegada de la primavera.

Lo terrible es el miedo que no deja de crecer día a día, la esencia de todo régimen totalitario. El 8 de enero un miembro de la Gestapo lo baja del tranvía y lo lleva a un cuartel, después que usted le dice que se dedica a escribir un libro y él le responde: “No podrá publicarlo nunca, mañana empieza a trabajar en la fábrica…”. Allí todo será humillación, pero se salva cuando lo dejan ir diciéndole: “si no fuese tan viejo y tan enclenque, lo poníamos a trabajar” (12 de enero). Desde ese momento no se monta más en un tranvía y encerrado en casa lo más que puede. Su esposa Eva tendrá que salir más a buscar la comida. Pero aparece la amenaza de los registros domiciliarios que son de gran violencia si le consiguen comida o cualquier cosa que consideren de valor, ni hablar de escritos como su Diario (al menos sabe resguardarlos con amigos). Todos hablan de ellos y cómo tienden a generar el suicidio (01 de marzo). 

Sobre la guerra no habla tanto cómo en otros años, pareciera que la censura es mayor y todo se sabe por rumores o propaganda (los éxitos, claro). En junio teme a los bombardeos de ciudades que son cada vez más intensos “¡Con 1000 aviones sobre el norte y centro de Alemania!” (29 de junio). Lo que sí es cierto es el hambre que crece porque cada día les dan menos cupones y consiguen pocas papas que es lo que comen fundamentalmente. Las prohibiciones a los judíos se mantienen siempre crecientes hasta desde las cosas más absurdas como que solo pueden tener en casa lo que consumirán ese día, si se les consigue más serán multados.

Quiero despedirme por ahora mi querido maestro con la pregunta que me hicieron hace unos días sobre si mantenía mis columnas de artículos periódicos (semanales y esta mensual). La verdad es que no sé cómo lo logro ante todos los “trabajos alimenticios” (los que permiten comer) y las rutinas, por no hablar de esta sociedad caótica ¡por decir lo mínimo! La respuesta la tiene usted cuando habla de sus memorias (que llama Curriculum) al afirmar que “avanza despacísimo. Pero firmemente decidido a seguir con él. Y también me gustaría mucho ser el cronista de la catástrofe que estamos viviendo. Observar hasta el último detalle, tomar notas sin preguntarme si conseguiré alguna vez sacar provecho de estos apuntes” (17 de enero). El mes que viene hablaremos del Diario de Ana Frank.

miércoles, mayo 18, 2022

El “Zorro del Desierto” y el camino al Alamein (Batalla de Gazala y de Bir Hakeim)

El “Zorro del Desierto” y el camino al Alamein

Publicado el 18 de mayo de 2022 en El Nacional

El famoso piloto alemán de la Segunda Guerra Mundial (SGM) Adolf Galland, al analizar la ofensiva del Afrika korps bajo el comando del mariscal Erwin Rommel en mayo y junio de 1942 concluye:

El 26 de mayo, el Afrika korps atacó desde sus posiciones en El Gazala (…), el 20 de junio cayó Tobruk, y el 29 tras un avance de 2300 kilómetros, se hallaba en el Alamein. Solo dos horas en automóvil lo separaban de Alejandría, cuyo puerto fue abandonado por la flota británica. (…) Rommel intentó la ruptura decisiva del frente enemigo; sin embargo, la resistencia inglesa se vigorizó por el repliegue hacia sus fuentes de abastecimiento. El fracaso tiene su causa en la superioridad aérea británica y la falta de sostén logístico. Sin el dominio de los cielos en el Mediterráneo central, el problema de abastecimiento de Rommel era imposible de solucionar (1954, Memorias. Los primeros y los últimos).

En la última semana de enero pasado explicamos que en el Frente Mediterráneo había mejorado el abastecimiento del Afrika korps (llegada de más panzer) y; la retirada de soldados y armas por parte del Reino Unido para enviarlos al Frente de Asia debido a la ofensiva japonesa. Lo primero había ocurrido gracias al mayor apoyo aéreo por parte de la Luftwaffe, de esta forma el “Zorro del Desierto” tomó la iniciativa recuperando la península de Cirenaica haciendo retroceder al 8° Ejército Británico (comandado por el general Claude Auchinleck) hasta dos lugares fortificados: El Gazala (a 65 kilómetros de Tobruk) la llamada “Línea Gazala” y Bir Hakeim al sur.

Desde enero hasta mayo el dominio del aire en torno a Malta era de la Luftwaffe y la Regia Aeronautica. El coronel-general Erwin Rommel estaba recibiendo los recursos necesarios para mantener sus nueve divisiones (cuatro de ellas acorazadas aunque ligeras) y preparar la ofensiva que tenía como meta el Canal de Suez. El problema era que desde Trípoli se hacía complicado llevar el material hasta un frente cada vez más extendido, por lo que ¡era urgente tomar Tobruk! El 26 de mayo se inicia la Batalla de Gazala, a pesar de la superioridad numérica en tanques (parte de ellos eran los M3 Grant de Estados Unidos) y soldados que poseían los británicos (843 por encima de los 561 del Eje, 110 mil versus 90 mil; siempre las fuerzas italianas doblan a las alemanas). El plan (“Operación Venecia”) era atacar primero Gazala para hacerle creer al enemigo que este era el principal objetivo mientras Rommel junto a dos divisiones de Panzer se replegarían al sur de Bir Hakeim para cortar las líneas de suministros de la defensa, y atacar por la retaguardia (la estrategia de envolvimiento que permitía el desierto y que tantas veces le había funcionado).

Al principio los italianos habían obtenido victorias en contra de los británicos en la “Línea Gazala”, pero el general Ludwig Cruewell (segundo al mando del Afrika korps) fue capturado por el enemigo al ser derribado su avión Storch. El enclave de Bir Hakeim, defendido por casi cuatro mil franceses comandados por el general Marie-Pierre Koenig de las Fuerzas de la Francia Libre (Ejército al cual pronto esperamos dedicar una de nuestras entregas), se batirá de manera aguerrida (se montan sobre los tanques italianos para matar a sus tripulantes, entre otras acciones audaces). Tal resistencia no esperada por Rommel lo obliga a sitiarlos y rendirlos por el hambre, los bombardeos de los Stuka y el agotamiento de sus municiones y el agua; lo cual ocurrirá el diez de junio cuando los galos se retiran burlando el sitio y siendo rescatados por los Aliados. Al parecer Adolf Hitler propuso el fusilamiento de los pocos que capturaron (argumentó que al ser ciudadanos de un país que había firmado el armisticio debían ser considerados como terroristas y no prisioneros de guerra), pero Rommel se negó a cumplir la orden y en cambio les dio la misma ración de agua que a sus soldados tratándolos con honor.

De esta defensa sir Winston Churchill dirá: “Al retrasar en quince días la ofensiva de Rommel, los franceses libres de Bir Hakeim han contribuido a salvaguardar la suerte de Egipto y del Canal de Suez”. En verdad permitió el desgaste de las fuerzas del Eje y el retraso en el ataque, lo cual fue aprovechado por los Aliados para iniciar una retirada ordenada hasta el Alamein. Tobruk sería la siguiente plaza fuerte que el Zorro intentaría tomar, creyendo que de esa forma sus problemas logísticos se resolverían. En junio retomaremos esta campaña cuando se cumpla el 80 aniversario de dos grandes triunfos del Afrika korps: la toma del puerto de Tobruk (con la cual finaliza la Batalla de Gazala) y la llegada a El Alamein.

La bibliografía usada sigue siendo la misma (ver nuestras anteriores entregas sobre la Guerra en el Desierto) y en especial los análisis del coronel Carlos Javier Frías Sánchez en su columna periódica de historia militar en el portal Global Strategy llamada “War Studies”. El general francés Koenig posee un texto sobre la batalla pero no pudimos consultarlo. Nos adelantamos a la fecha de la Batalla de Gazala porque casi coincidía con un importante hecho: el atentado por parte de la Resistencia checa con apoyo británico al Jefe de la Policía de Seguridad y del Sicherheitsdienst (SD: servicio de inteligencia de la SS): Reinhardt Heydrich, el 25 de mayo de 1942 (“Operación Antropoide”, que ha sido reconstruida en varias películas incluso recientes); tema al que nos dedicaremos en nuestro próximo artículo.

miércoles, mayo 11, 2022

Sin la Batalla de Jarkov en 1942 no habría existido la de Stalingrado

Sin la Batalla de Jarkov en 1942 no habría existido la de Stalingrado

Carlos Balladares Castillo

Publicado el 11 de mayo de 2022 en El Nacional

En este momento Rusia ataca Jarkov (Kharkiv), ciudad que durante la Segunda Guerra Mundial (SGM) sufrió cuatro batallas (hoy analizaremos la segunda por cumplirse el 80 aniversario). Es la segunda ciudad de Ucrania y en tiempos de la SGM era la cuarta mayor poblada de la Unión Soviética (URSS). Su situación era considerada estratégica por ser el centro de la red de ferrocarriles y la llave de las regiones del Donbas (hoy en disputa en la guerra entre Rusia y Ucrania), el Cáucaso, Crimea y la zona fronteriza ruso-ucraniana. Desde esos tiempos poseía una importante industria armamentística (aviones, tanques, morteros, ametralladoras), siendo la más famosa la que producía el tanque T-34 (diseño del ingeniero Mijal Koshkin en 1940), aunque la misma pudo ser desmantelada y enviada más allá de los Urales y después del conflicto volvió a ser reinstalada en su lugar de origen.

No conozco ninguna película sobre la Segunda Batalla de Jarkov (del 12 al 28 de mayo de 1942) aunque sí varios documentales sobre la Tercera del año 1943, pero en cambio la historiografía es abundante y con la grata sorpresa de un reciente trabajo del historiador francés Jean Lopez (especializado en lo militar y el Frente Oriental) publicado en enero del 2022 hasta ahora solo en francés: Kharkov 1942 le dernier désastre de l’Armée rouge. Al realizar un exhaustivo análisis de la misma llega a afirmar la idea que establecimos como título; en pocas palabras, marcó lo que sería la última gran ofensiva de la Wehrmacht en la URSS: “la Operación Azul” (Fall Blau) y que llevaría a su mayor derrota: Stalingrado.

En nuestro último artículo (primera semana de febrero) sobre la situación en el Frente más importante de la SGM, explicamos cómo la contraofensiva de invierno del Ejército Rojo (1941-42) se había detenido por agotamiento de los junto a un empeoramiento del clima. Pero especialmente por la falsa percepción de Iosif Stalin y la Stavka (Alto Mando) al considerar que el Ejército alemán se había debilitado tanto que podían hacerlo retroceder de manera ininterrumpida. Este gran mal de los dictadores (creerse invencibles) lo padecía también Adolf Hitler, y esto se observó no solo en la Invasión de la URSS en 1941 sino en los nuevos planes para el verano del 42. De esa forma podemos leer en su Directiva N° 41 del 5 de abril (“Operación Azul”): “La campaña de invierno en Rusia toca a su fin. (…) Constituye para las armas alemanas un éxito defensivo de gran significado”; para después agregar lo que entiende por tal: “El enemigo ha sufrido enormes pérdidas de material y efectivos. (…) Ha desperdiciado durante el invierno la masa de reserva que destinaba a ulteriores operaciones”. Una vez más considera que la URSS ya está derrotada y lo único que daría la estocada final sería arrebatarle el combustible de su maquinaria de guerra en los pozos petrolíferos del Cáucaso (principal objetivo de Fall Blau).

La Segunda Batalla de Jarkov vendría a ratificar su errado diagnóstico y la del “mito del general invierno” (explicado en nuestra serie de noviembre y diciembre del 2021), es decir, la creencia que la Wehrmacht no puede ser derrotada por el Ejército Rojo cuando no cuenta con el apoyo del clima. Y ni siquiera usando ingentes cantidades de armas y soldados, porque en esta batalla bajo el comando del mariscal Simeón Timoshenko (y con el comisario político Nikita Jrushov), tendrán el doble de soldados (750 mil) que los alemanes y el triple de tanques (1200 aproximadamente). Los soviéticos intentarán aprovechar el saliente de Izium al sur de Jarkov para tomar la ofensiva y capturar la ciudad, pero no contaban que los preparativos de Fall Blau que había reunido al VI Ejército del general Friedrich Paulus muy cerca y el I Cuerpo Panzer del general Ewald von Kleist.

Los soviéticos atacaron el 12 de mayo tratando de rodear a los alemanes y avanzaron los primeros cinco días, pero la resistencia germana fue decisiva y el dominio del aire por parte de la Luftwaffe que con sus Stukas machacaban al Ejército Rojo que no tenía donde protegerse. El día 17 comenzaría la contraofensiva con el peligro de convertir el saliente que se había extendido en una bolsa, de inmediato Timoshenko solicitó a Stalin que aprobara la retirada pero este se negó sellando el desastre. El 24 de mayo se logró el cerco y los soldados desesperados intentaban superarlo logrando escapar solo un 10 % de los mismos. Las pérdidas soviéticas fueron impresionantes (entre 200 y 240 mil soldados, con todo su equipo: más de 1000 tanques, entre otros). Los alemanes solo habían tenido 20 mil bajas con tan solo 100 tanques destruidos. Hitler y sus generales creían volver a “los tiempos de las grandes victorias” de la Operación Barbarroja pero con el agregado de obtenerlas ahora a un bajo costo humano y material. La “Operación Azul” parecía no equivocarse en su diagnóstico, pero no se observó que los rusos aunque habían sido derrotados se les habían adelantado a los planes.

Nos falta antes de tratar el inicio formal de Fall Blau la toma de Sebastopol por parte del Tercer Reich, ambas cumplen su 80 aniversario en el próximo mes de junio. La semana que viene retomaremos el Frente del Mediterráneo con la situación del Sitio de la isla de Malta y la ofensiva del Zorro del Desierto.

miércoles, mayo 04, 2022

La primera derrota del Imperio del Sol (la Batalla del Mar del Coral)

La primera derrota del Imperio del Sol

Carlos Balladares Castillo

Publicado el 04 de mayo de 2022 en El Nacional. 

El 8 de mayo de 1942 finaliza la Batalla del Mar de Coral con el retiro de las flotas Aliada (no solo era Estados Unidos (EEUU), sino también Australia) y japonesa. “De esta forma terminó el primer gran encuentro naval que registra la historia, en el que los buques de superficie no intercambiaron un solo disparo”, concluye el informe redactado por el comandante en jefe de la USNavy el almirante Ernest J. King (1944, A Report of Secretary of de the United States Navy). Frase que no se ha dejado de repetir en la historiografía, los documentales y el cine; aunque en este último no conozco ninguna película a diferencia del otro enfrentamiento entre portaviones: Midway (4-7 de junio de 1942). Si el pequeño bombardeo sobre Tokio del general Jimmy Doolitle fue el contragolpe de los Aliados después de Pearl Harbor en la Segunda Guerra Mundial (SGM), el primer combate entre portaviones de la historia fue la primera derrota nipona al impedir la realización de la “Operación MO” (plan de invasión de Port Moresby en Nueva Guinea).

Sir Winston Churchill en su obra magna La Segunda Guerra Mundial (1948-56), dedica al tema el capítulo IX “Las victorias navales estadounidenses: El Mar del Coral y Las Islas de Midway” del “Libro III. La Gran Alianza”. Sus palabras iniciales advierten su importancia: “En ese momento se produjeron en el océano Pacífico unos acontecimientos conmovedores que afectaron el curso de toda la guerra”. Y su explicación es la siguiente: “A finales de marzo la primera fase del plan de guerra japonés había sido un éxito tan completo que sorprendió incluso a sus autores”, tal como afirmamos en la serie de artículo que analiza esta ofensiva: su avance fue mucho más rápido que el alemán en Europa.

Churchill señala que el Japón en vez de consolidar lo logrado, optaron después de grandes debates del Alto Mando, por extender el “perímetro defensivo” e incluso con la temeridad de hacerlo en dos áreas separada por miles de kilómetros: el sur frente a las costas de Australia y al norte en Midway y las Aleutianas (archipiélago de Alaska). Las causas de estas decisiones las identifica en “la convicción de que las potencias occidentales no estaban dispuestas a luchar hasta morir”, la victoria de Adolf Hitler en Europa, “la tentación natural del éxito arrollador” y un diagnóstico errado al no tener en cuenta “las fuerzas mundiales en su auténtica proporción”. Concluyendo: “fue cambiar una ventaja bastante fuerte y firme por un dominio extenso y poco rígido, que no estaban en condiciones de defender”. Era tal su ceguera que muchos soñaron con la conquista de Pearl Harbor, Australia y la India (para incluso entrar en contacto con la expansión alemana por el Cáucaso).

El objetivo estratégico de la “Operación Mo” (comandada por el vicealmirante Shigeyoshi Inoue) era el dominio de los mares e islas que bordeaban la costa nororiental de Australia para detener la comunicación directa con Estados Unidos (evitar así la amenaza de desembarcos en el perímetro sur del Imperio nipón). Los medios o tácticas serían el finalizar la campaña de Nueva Guinea al capturar Port Moresby y controlar las Islas Salomón, Samoa, Fiyi y Nueva Caledonia (posteriormente). Las fuerzas de desembarco saldrían de Rabaul de Nueva Bretaña en las Salomón (conquistada por los japoneses el 23 de enero a las fuerzas australianas) la cual se había convertido en una base fundamental desde donde salían bombarderos que apoyaban las campañas en la zona (Nueva Guinea y Salomón). También contarían con la protección de un portaviones ligero (Shoho) y los pesados: Zuikaku y Shokaku (todos acompañados por 6 cruceros y 6 destructores). La isla de Tulagi fue ocupada el tres de mayo y para el diez estaba prevista la invasión de Port Moresby.

La inteligencia de la Marina estadounidense había logrado buena parte de los códigos de comunicación del Japón, de modo que conocían sus planes aunque no totalmente. La comprobación de los mismos se lograba con la acción de submarinos e hidroaviones de vigilancia o exploración. En este sentido la película Battle of The Coral Sea (Paul Wendkos, 1959) resalta este papel al relatar cómo un submarino descubre la flota japonesa y después de caer prisioneros (una parte que es bastante incoherente aunque al menos no usa la tradicional visión racista que se tiene en Hollywood de los japoneses en la SGM, y dato curioso: en ella debuta George Takei), logra escapar y entregar la información. El problema del filme es que posee ese nombre ¡y solo le dedica los últimos cuatro minutos a la batalla con pésimos efectos! Es muy lamentable que no exista una película que reconstruya tan importante hecho cómo se ha logrado con otros. En Air Force (Howard Hawks, 1943) un B17 que participa ficcionalmente en muchos eventos del Pacífico desde Pearl Harbor hasta el Mar del Coral, se encarga de informar de la posición de los barcos nipones de la “Operación Mo”.

El almirante Chester Nimitz (que había sido nombrado comandante de la flota de EEUU en el Pacífico a los pocos días de Pearl Harbor y en marzo del 42 máximo jefe del Pacífico lo cual compartía con el general Douglas MacArthur que estaba centrado en el sudoeste de Asia y el Pacífico); designó al contraalmirante Frank J. Fletcher con dos portaviones (el Yorktown y el Lexington o “Lady Lex” como le llamaban popularmente) y 21 naves más para detener los desembarcos enemigos. Los encuentros se dieron el 7 y el 8 de mayo, el primer día los SBD Dauntless (bombardero en picada) y TBD Devastators (torpederos) hundieron el Shoho. Se detuvo la invasión hasta que una fuerza más poderosa (el Zuikaku y Shokaku que estaban previstos para ello) hundiera la amenaza Aliada. En la madrugada ambos pares de portaviones se buscaban entre sí, en un caso hubo tal confusión que un avión japonés aterrizó en la cubierta enemiga. En la mañana el Shokaku perdió la operatividad de su cubierta por la acción de los Dauntless pero no fue hundido. Al mismo tiempo, los aviones nipones atacaron a sus contrincantes recibiendo la peor parte “Lady Lex” aunque se mantenía a flote hasta que dos explosiones internas hizo que fuera considerado perdido, al final dos destructores amigos lo remataron (en marzo del 2018 un equipo de búsqueda de pecios lo descubrió a tres kilómetros de profundidad).

La consecuencia de la Batalla del Mar del Coral fue la primera derrota del Imperio del Sol aunque a nivel de barcos hundidos (cada una perdió un portaviones) y daños podría parecer que ambas flotas quedaron en tablas. El hecho cierto es que la ofensiva y el cúmulo de victorias japonesas se había detenido. Toda esta zona seguiría en manos de los Aliados y solo los nipones intentarían construir un aeródromo en Guadalcanal para amenazar la comunicación entre Australia y EEUU que era el objetivo inicial, razón por la que en agosto el almirante Nimitz centraría su esfuerzo en arrebatárselos. Los portaviones Zuikaku y Shokaku quedaron tan dañados que no pudieron apoyar la invasión a Midway, nunca sabremos si esto habría hecho la diferencia. A principios de junio analizaremos la más importante batalla aeronaval del Pacífico (Midway) mientras tanto volveremos al Frente europeo, retomando la semana que viene la campaña en la Ucrania ocupada por los nazis.

Imágenes tomadas de: 

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