lunes, octubre 29, 2012

El historiador Ángel Rafael Lombardi Boscán comenta el libro de Ángel Bernardo Viso (1982) “Venezuela: Identidad y Ruptura”


VENEZUELA: IDENTIDAD Y RUPTURA
 
            “Sólo si analizamos el pensamiento y la obra de Bolívar apartando toda emoción filial, podremos otorgar la mayoría de edad a nuestro pueblo y, por otra parte, dejar de considerar que nuestros ascendientes españoles son culpables de todas las faltas que les fueron imputadas por los libertadores, rescatando así el pasado colonial, que es el segmento más extenso y probablemente decisivo de la historia venezolana”.
 
            El párrafo anterior corresponde a Ángel Bernardo Viso y constituye su gran conclusión en un texto lucido y pertinente sobre nuestro pasado histórico como pocas veces se ha escrito en el país. Desconocía la obra: “Venezuela: Identidad y Ruptura”, cuya primera edición es del año 1982, pero ahora que le he leído y disfrutado, puedo reafirmar mi convencimiento acerca de las bondades de un pensamiento crítico e inteligente que procura comprender el laberinto del alma criolla venezolana bajo premisas universales.
 
            Bernardo Viso va tras los rastros de nuestra herencia escindida artificialmente luego de la Independencia, nos habla acerca de la necesidad de liberarnos los venezolanos de hoy, “del maleficio del resentimiento” y de romper las cadenas que nos condenan a la minusvalía, a romper con el cataclismo perenne, el fracaso reiterado en la aspiración por convertirnos en un país evolucionado.
 
Para Bernardo Viso, las causas que entorpecen ese desarrollo, están presentes más en el ámbito de un cuerpo de creencias inconsecuentes, que en nuestros vestigios materiales, desiguales en sí, y condicionados por una mentalidad enferma. “… el venezolano, desde la cuna, pasando por la escuela, se proyecta así mismo como un hombre de segunda clase, con un yo degradado por un trauma histórico aún no superado”.
 
El trauma histórico no es otro que el de hacer “tabla rasa” con nuestros padres del periodo hispánico negándoles un protagonismo en la construcción de la identidad cultural e histórica venezolana. El laberinto espiritual venezolano navega el desamparo alrededor de una orfandad auto flagelante sin posibilidades de remisión haciéndose acompañar de una historia ideologizada que comienza y termina en la épica de Los Libertadores.
 
“… la ruptura con el pasado, cuando es radical, tiene el gravísimo defecto de dar paso a una improvisada adopción de instituciones extranjeras, de origen diverso, las cuales, sumadas a las ocurrencias propias, producen una curiosa amalgama de elementos sin cohesión alguna”.
 
Y es que la improvisación constante, de un gobierno tras otro, sin posibilidades de continuidad bajo el amparo de un proyecto de país concertado y junto al recordatorio de un pasado reconciliado, es lo que termina por condenarnos a padecer una nimiedad pavorosa que no se corresponde con los anhelos de grandeza que Bolívar y la generación de los próceres nos auguraron luego de la gran victoria militar en 1824. Y esto, que no es un asunto de accidentes lamentables, sino como dice el autor, forma parte de “una indecisión en el centro mismo del ser” venezolano.
 
DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS DE LUZ

martes, octubre 23, 2012

Charlas en la UCAB: "Pensamiento político venezolano" a partir del lunes 29 de octubre


La maestría de Historia de Venezuela, a través del Seminario de Historia de la Cultura que dicta el Prof. David Ruíz Chataing, ha organizado un ciclo de charlas tituladas "Pensamiento político venezolano".  Se dictarán los días lunes, a las 2:00pm, en el aula P2-8, del Edificio de Postgrado de la UCAB (Montalbán):

29/10/2012: Rafael Viamonte (UCV): "Pensamiento económico venezolano del siglo XIX".

05/11/2012: Guillermo Tell Aveledo (UNIMET): "Ideas políticas de la Independencia".

19/11/2012: Tomás Straka (UCAB): "Pesamiento conservador venezolano, 1830-1864".

26/11/2012: Naudy Suárez Figueroa (Fundación Betancourt): "Espíritu criatiano y política en Venezuela, siglo XIX".

03/12/2012: Marta de La Vega (UCAB): "El pensamiento positivista en Venezuela".

El historiador Ángel Rafael Lombardi Boscán nos habla de la situación política actual en Venezuela

POR SUS OBRAS LO CONOCERÉIS
 
Luego de la apabullante “anestesia electoral” del 07 de octubre, que ha hecho a muchos repensar su futuro y a otros con hacer las maletas, yo les digo que no cunda el pánico. El chavismo durará el tiempo que dure su líder, ya que los caudillos carecen de sucesores. Y si los “tiempos de Dios son perfectos”, y el desgaste político no pasa en vano, pronto éste accidente pasará.
 
Dice en la Biblia que: “por sus obras los conoceréis”. Todavía hay gente en Venezuela que considera a Chávez como un demócrata de viejo cuño cuando en realidad su arribo a la política nacional fue precisamente a través de un Golpe de Estado para derribar la Democracia (04 de febrero de 1992). Es decir, Chávez como tal, no cree en una Democracia plural y que ofrezca alternabilidad en las esferas del Poder. Además, en esto Chávez ha sido meridianamente claro: la “Revolución”, es decir, él mismo, vino para quedarse. Su inspiración y emulo político no es otro que el barbudo Fidel y su malograda “Revolución Cubana” (1959).
 
Chávez ha dinamitado la poca institucionalidad preexistente y ha impuesto un sistema de lealtades, un tanto perverso, a espaldas del orden jurídico legal, constitucional. Las leyes se utilizan discrecionalmente y el régimen de libertades termina restringiéndose. Sólo se hacen algunas concesiones a una disidencia simbólica con tal de evitar la condena internacional y la insurrección interna. Todo el descontento queda canalizado dentro del status quo creado, incluso, con la complicidad abierta o velada, de las mismas organizaciones políticas que le son adversas.
 
Hubiese sido un suicidio anunciar el fraude electoral sin contar las pruebas para demostrarlo, o hacer un llamado a una resistencia cívica y pacífica sin plan ni convenimiento y tener que hacer frente a los extremistas del otro lado muy bien armados, o ante una Fuerza Armada acompañada de la Reserva chavista defendido el satus quo que le beneficia. Aquí entra a cuento aquello de: “revolución pacífica aunque armada”.
 
Es algo poco común ver “ganar” siempre a un líder cuya ejecutoria gubernamental es poco menos que mediocre, cuyas promesas por lo general siempre terminan en un saco roto. Lo que sí está claro es que Chávez representa una ambición de Poder como pocas veces se ha visto en nuestra historia nacional y republicana, y en ese sentido, el traje estrecho de una Democracia con independencia de poderes, siempre le parecerá inconveniente.
 
DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS DE LUZ

martes, octubre 09, 2012

Mi análisis de los resultados electorales del 07 de octubre de 2012


Autor: Carlos Balladares Castillo 
Pensando la democracia en la Venezuela actual
La democracia es una forma de vida y un sistema de gobierno, en el primer aspecto resalta la valoración de la dignidad de cada persona y por tanto: el respeto de sus opiniones; en el segundo establece un conjunto de reglas e instituciones donde la selección de los gobernantes debe realizarse por consulta popular pero con ciertas condiciones mínimas: voto universal, secreto, libre, competitivo, equitativo, y trasparente. Dicha selección jamás debe violar los derechos humanos, es decir: se elige a un gobernante nunca se vota por la vigencia o no de los principios de legalidad, derechos humanos, libertades, y equilibrio entre los poderes. Los que no logran la mayoría son parte importante del pueblo y deben ser consultados en las decisiones que afectan a todos, de lo contrario no se llamaría democracia. El consenso entre mayoría y minoría, gobierno y oposición es principio fundamental. Una dictadura de la mayoría no es un régimen o forma de vida democrático.
 ¿Puede alguna elección legitimar la violación de la Constitución que se ha venido realizando sistemáticamente desde que Chávez llegó al poder? Jamás. ¿Dicha violación puede distorsionar las elecciones? Claro que si. No sabemos cuántas personas votaron por el temor de perder los beneficios que hoy obtienen, o temerosos por las amenazas que recibieron; pero estamos seguros – por el lenguaje del régimen y los testimonios – que fueron muchos. ¿Cuál habría sido el resultado si se cumplieran las condiciones de toda democracia, tal como describimos anteriormente? Creemos que no sería el mismo. Es por ello, que el mérito de la campaña de la Mesa de la Unidad Democrática y su líder: Henrique Capriles, es inmenso. Y la valentía de 6,5 millones de venezolanos, son motivos para no perder las esperanzas las elecciones presidenciales del pasado 7 de octubre.
 Al final, como tantas veces ocurre: los poderosos y el despotismo se vuelven a imponer (“el vil egoísmo que otra vez triunfó”). No es fácil soportar tantas derrotas, pero no podemos desanimarnos. Vivamos el luto, pero aprovechemos ese tiempo para analizar las razones sin caer en los radicalismos o simples generalizaciones. Acá les dejamos algunas causas de la derrota: grosero y abusivo ventajismo que ya describimos anteriormente; temor al cambio por parte de muchos; no saber combinar en el mensaje de la oposición: la propuesta de un cambio con el reconocimiento de las escasas virtudes de estos 14 años; creer que la Unidad solo se reducía a las primarias, el programa y la asistencia a las concentraciones, cuando debió ser en toda la campaña; la existencia de una forma de vida chavista (identidad) así como existió algo similar en tiempo de los adecos; no lograr identificar la forma de llegarle a los más pobres los cuales siguen votando mayoritariamente por Chávez.
 Lo logrado es mucho: comparen con los tiempos de Rosales hace 6 años: el crecimiento de Chávez y de nosotros los demócratas, nosotros duplicamos las fuerzas en cambio él solo subió un pequeño porcentaje. Poco a poco nuestro mensaje va llegando. Por otro lado, debemos conservar por todos los medios la UNIDAD lograda en torno a nuestros líderes, en especial junto a Henrique Capriles, quien nos ha dado esperanzas y es un político como los que siempre habíamos soñado. Se viene un mayor tiempo de apostolado y una campaña que ya la tenemos encima. En diciembre y en abril debemos ganar el mayor número de gobernaciones y alcaldías.
 Chávez habla de reconciliación, pero debe probarlo con iniciativas que le tocan a él por ser el Presidente: amnistía general para los presos políticos y llamar a la MUD a Miraflores a conversar para reconocerla como oposición y no como enemiga, abandonando todo lenguaje ofensivo. Existen dos Venezuelas incluso siguiendo los resultados electorales. Lamentablemente, 14 años de chavismo nos hacen ser pesimistas. Se votó por la continuidad de lo que hemos padecido, es por ello que nos tocará resistir pacíficamente a los demócratas, siguiendo las enseñanzas de Gandhi, Mandela y tantos otros; en medio de una economía y sociedad que se desmorona (inflación, deuda, déficit fiscal, improductividad, exacerbado rentismo petrolero, polarización, resentimiento e inseguridad).
 ¿Qué hacer? Ya lo hemos dicho: analizar la derrota, valorar los aciertos, no rendirnos jamás. Mejorar la UNIDAD, no caer en los radicalismos y caminos ya transitados (abstencionismo, etc.), seguir el rescate de los partidos políticos y no caer en el antipartidismo (algo que nuestro líder Capriles no abandonó totalmente en la campaña), construir la maquinaria para movilizar nuestros votos (es intolerable que se abstengan los demócratas), seguir desarrollando el “relato democrático” y la identidad de los que creemos en las libertades (la historia de Venezuela es rica en ejemplos), ganarnos a los pobres y excluidos (Capriles les llegó a muchos pero no fue suficiente), desmontar los mitos políticos, jamás pensar en que faltan seis años sino en las luchas de todos los días. Todo esto requiere de un trabajo y una prédica constante. Estamos convencidos de que la democracia es el mejor camino, y más temprano que tarde la reconstruiremos en Venezuela.

El historiador Ángel Rafael Lombardi Boscán analiza los resultados de las elecciones presidenciales de Venezuela en el 2012


TRIUNFO EL QUE PERDIO

        
         No albergaba muchas ilusiones en el triunfo de Capriles Radonski, con todo y que me gustó su impresionante campaña electoral y su ímpetu por reconciliar a todos los venezolanos bajo una misma senda. El sistema electoral venezolano actual está completamente parcializado y no responde a una lógica institucional seria. Lo mismo habría que decir del resto de los poderes que carecen de autonomía y se encuentran desmantelados. Sólo sirven para apuntalar a un régimen personalista, y en consecuencia, su comportamiento es partidario, en suma, fraudulento.

        El gran éxito de Chávez como político ha sido en el ámbito del engaño. La estrategia de Chávez siempre ha sido una: dinamitar la Democracia valiéndose de la Democracia misma. La “Autocracia Electoral” montada por el chavismo representa el mecanismo preferido por el cual se ha valido su principal mentor para lograr sus objetivos.

        Que no nos cause desanimo ese 10% de diferencia que reflejan las cifras que dio el CNE oficialista, es más, pocos aún terminan creyéndoselo. Capriles Radonski, engrandeció su figura como político de futuro, como líder histórico que bien pudiera llegar a convertirse, al saber encarar la derrota con admirable hidalguía y pundonor. Todos sabemos que luchó en contra de unos elementos, que con todo el disimulo, nunca fueron limpios ni transparentes. Y es que una voluntad de poder omnímoda, como la que representa el actual gobernante, no se acaba por la vía de las urnas. Y aún así, se logró desmontar el mito de un Chávez invencible.

        La pelea es peleando, y seguiremos anteponiendo las vías civilizadas por encima de los atajos y las salidas de fuerza. Media Venezuela, aún perdiendo, terminó ganando y reconociéndose alrededor de un liderazgo responsable, serio y optimista que apuesta por la gran reconciliación de todos los venezolanos, y que de paso, cree sinceramente en los valores de una Democracia moderna.

        Que los “revolucionarios” no se pongan a inventar nada raro, el mensaje electoral tiene muchas lecturas, pero hay una que está muy clara: ya el chavismo no es mayoría y su proyectada elevación a la eternidad una aspiración resistida, y que a la larga será derrotada.

DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LUZ

viernes, octubre 05, 2012

¿Por qué votaré por Henrique Capriles Radonski para la Presidencia de Venezuela?

Autor: Carlos Balladares
Publicado en: Código Venezuela


Capriles Radonski es la reconciliación y progreso de Venezuela 


En anteriores entregas evaluamos por qué no votar por Chávez, y en el último artículo dimos la primera razón para votar por el candidato de la Unidad: el ser la expresión electoral de la corriente democratizadora de Venezuela. Hoy queremos concluir esta serie de artículos sobre la decisión electoral del próximo domingo 7 de octubre, al explicar cuatro razones de nuestro voto a favor del candidato de la democracia. Existen muchas más, pero estas son para nosotros las fundamentales.
 La primera razón para votar por Capriles es que su proyecto de país plantea la superación del odio y la absurda polarización a la que nos han llevado 14 años de desgobierno chavista. Con horror padecemos todos los días las amenazas de Chávez y sus principales operantes. ¡¿Cómo es posible que nos “adviertan” que si pierden las elecciones vendrá una guerra civil?! ¡¿Por qué debemos vivir siempre bajo el signo del terror?! ¡¿Por qué nuestras vidas tienen que depender de una elección?! ¡¿Por qué nosotros que somos víctimas de sus desmanes somos acusados de “estar llenos de odios”?! Es el colmo y una grave injusticia que las personas sean botadas de sus empleos si no los apoyan políticamente, y golpeadas o asesinadas – incluso – si dan su opinión política en ciertas zonas de la ciudad y del país. Y lo peor de todo es que, usando todos sus medios de comunicación, han querido hacernos ver toda esta violencia como algo normal. Nos merecemos vivir en un ambiente de paz, donde el ejercicio de nuestras libertades no sea a costa de nuestra integridad física y espiritual.
La segunda razón es que Capriles propone el logro de la igualdad de derechos y oportunidades, lo cual está íntimamente ligada con la reconciliación. Porque un gobierno donde no existen ciudadanos de primera y de segunda según seamos o no leales al gobernante y su partido, es un gobierno que promueve la justicia y el encuentro entre todos. Esta ha sido su forma de gobernar en el Estado Miranda, donde no existe una discriminación por el color político o la condición social. Chávez logró su popularidad inicial gracias a la prédica a favor de los pobres y en contra de la desigualdad, pero no resolvió la pobreza y creó una nueva segregación basada en la fidelidad a su persona. Condicionó la ayuda del Estado a una nueva forma de esclavitud, en la que está prohibido toda crítica y disidencia; y se debe estar demostrando todos los días: por medio de la adulancia, la lealtad al máximo comandante.
La tercera razón es que Capriles cree y promueve en una sociedad productiva, donde el Estado debe centrarse en la superación de la pobreza y no en obstaculizar la inversión privada. Se abandonará esa idea atrasada de estar expropiándolo todo, y atacando a los que deseen emprender nuevas ideas y proyectos. La propiedad privada no será el privilegio de los altas jerarcas del gobierno y los empresarios que parasitan en torno a las dádivas del petroestado, sino un derecho humano al alcance de todo el que lo obtenga legalmente con su esfuerzo diario. Capriles rechaza el modelo chavista de sociedad, un rentismo petrolero segregador que ha significado el asistencialismo llevado a su máxima expresión. Y el mejor ejemplo de esta diferencia entre ambos, es el caso de los refugiados. En Miranda, Capriles educa y apoya a los refugiados para que hagan sus casas y reconstruyan sus vidas. Chávez los “secuestra” en espacios donde domina la inseguridad, y los mantiene dependiendo de él al darle la comida. Si Chávez les llega a entregar una casa jamás les da el título de propiedad, porque de esa manera son los “peones” de su partido político.
Por último debemos resaltar la honestidad de Capriles, un valor del cual Chávez siempre ha carecido. La corrupción, en los 14 años de gobierno chavista, ha sido una de las mayores de nuestra historia; y la mentira siempre ha dominado su verbo. ¿Cuántas promesas incumplidas? ¿Cuántos engaños? ¿Cuánta persecución? ¿Cuánta prédica hipócrita de reconciliación y “amor” para luego desatar el mayor de los odios sobre sus opositores? Capriles, es todo lo contrario: representa al político sincero y con valores que necesitamos. Por estas razones mi voto es para él, porque “hay un camino”.

jueves, octubre 04, 2012

Eduardo Semtei hace un excelente resumen de los 14 años de chavismo respondiendo a la pregunta: ¿Por qué votar por Capriles?




Una larga carrera hacia el abismo. 5.110 días. 14 años. Qué largo tiempo. Qué agonía. Qué atraso. Somos testigos presenciales de un gobierno que pasará al olvido. Será recordado, en todo caso, como una muestra indigna. Las cosas que se dijeron. Las cosas que se hicieron. Pasan por mi mente fugaces frases y afirmaciones que nunca serán citadas por nadie, o quizás por cómicos ambulantes, a menos que se reedite, con nuevos capítulos, la Historia universal de la infamia de Jorge Luis Borges.

La moneda comunal. Se imaginan. Regresar 3.000 años en la historia. Las primeras monedas metálicas, dice el viejo Herodoto, un historiador griego, aparecieron en el siglo VIII antes de Cristo. Y el señor Chávez empeñado en retrotraernos a un estadio previo. Al trueque. Quiso convertirnos en un pueblo campurucho y obediente. En una manada de seguidores. Se erigía a sí mismo como un guía, y no pasó nunca de encarnar una mezcla de pastor brasileño, tipo “Pare de sufrir”, el mismísimo Edir Macedo, jefe de tan útil y provechosa congregación, y de charlatán al mejor estilo cantinflérico.

En sus primeros años eran divertidas sus ocurrencias, que imaginábamos como esguinces pasajeros de un nuevo estilo de gobierno, pues, no señor, estábamos equivocados. Sus actuaciones, bailes, cantos, zapateaos, chistes y chismes eran exactamente reflejo de su alma. En tales oficios solía brillar hasta que la gente se cansó.

Ahora aparece lastimosamente en afiches donde trata de ocultar su enfermedad física y su mitomanía. Lo fotografían montando motos, tocando guitarra eléctrica, corriendo en patineta. A veces siento lástima. Una pena ajena me invade. Un arrepentimiento. Yo estuve allí. Nunca fui su amigo. Ni tampoco de Mario “Talco Menen” Silva. Ni de Diosdado. Ni de Ameliach. Al igual que millones de venezolanos, tuve la esperanza de un futuro mejor. Qué desengaño. Su entrega a Fidel Castro. Una adoración enfermiza costosa para Venezuela. Miles y miles de millones de dólares. Le entregó los puertos, que se han convertido, por cierto, en pistas de despegue para drogas y contrabando. Le entregó los aeropuertos que, igual, siguen el mismo patrón. Las notarías y registros públicos. Los organismos de seguridad. El programa de viviendas. Los programas de salud. Nunca, pero nunca, pudieron Fidel Castro ni el Che Guevara, en los años más difíciles de la guerrilla latinoamericana del siglo pasado, imponer sus criterios. El PCV y el MIR siempre fueron movimientos autónomos, libres del autoritarismo de los Castro. Ahora asistimos asombrados a un concierto donde nuestro Presidente aplaude, como un adolescente imberbe, cualquier frase del cubano.

Fue un largo maratón. Falta poco. El remate final. El 7 de octubre comienza otra carrera. Hacia el futuro. Hacia el progreso. El triunfo de Capriles es la victoria de todos. Fin de la exclusión. Fin del sectarismo. Fin de la persecución. Las interminables cadenas. La morrocoya. La abuelita. La venta de empanadas. Dios, qué cansados estamos todos los venezolanos. Cierre de emisoras de radio. De canales de televisión. Amenazas. Condenas. Vulgaridades. Un triunfo de mierda. Yanquis pal’ carajo. Desgraciado. Majunche. Vaya ejemplo. Vaya imagen. Sus invitadas de honor. Su séquito. Sus anteriores allegadas en ministerios, embajadas y magistraturas. Un silencio cómplice de los ministros. Esos que fueron mis amigos y se destacaron como irreverentes, iconoclastas, terminaron engordando las filas de los pillos. Tuvo la habilidad de pervertir. De deformar. De contaminar. Polvo eres y en polvo te convertirás, más polvo envenenado. No resurgirás jamás. Ni que se congele el infierno adonde seguramente regresarás.

miércoles, octubre 03, 2012

El interés del venezolano por la historia en los últimos años


La historia como autoayuda

El País de España. 

La manipulación del chavismo sobre la figura del libertador Simón Bolívar y las vísperas electorales disparan el interés de los venezolanos por el pasado


“Los libros de historia se venden tanto como los de autoayuda, quizá porque en este país se han convertido casi en sinónimos”, dice la historiadora Inés Quintero, profesora de la Universidad Central de Venezuela. La propaganda y la falsificación del pasado nacional por el régimen chavista durante estos 14 años, como demuestra la manipulación de la figura del libertador Simón Bolívar así como la posibilidad de entrar en una nueva era política si la oposición triunfa en las elecciones del próximo domingo, ha disparado el interés de los venezolanos por los avatares de su historia.




En estos días triunfa en siete cines de Caracas la película Tiempos de dictadura, del realizador Carlos Oteyza. La película trata sobre la década de Gobierno del general Marcos Pérez Jiménez (1948-1958) y desde su estreno hace menos de un mes ya la han visto 82.000 espectadores, una cifra récord en Venezuela para una cinta de estas características. “No esperábamos más de 50.000”, dice Oteyza, que explica el éxito “porque a los venezolanos se les ha enseñado que el pasado no existe. Cada vez que llega alguien al poder quiere refundar el país”.

“La película plantea al espectador un examen de conciencia sobre el pasado y el presente”, continúa Oteyza. “Ver el silencio que guardaban los ciudadanos en los años cincuenta obliga a reflexionar sobre el silencio del presente. Lo mismo ocurre con la utilización de las rentas del petróleo, cómo se empleó en aquella época el dinero cuando Venezuela era el primer exportador del mundo, cuando era un país con cinco millones de habitantes que producía dos millones de barriles al día, y ahora. Entonces se construyeron grandes infraestructuras como la autopista Caracas-La Guaira, que se hizo en cuatro años, y es inevitable que la gente compare con lo poco que ha hecho este Gobierno en 14 años”.
Para el director, “Chávez ha tratado de acabar con el imaginario civil para generar un imaginario patriotero de la independencia. Por ejemplo, ha rebautizado obras públicas de la época democrática como el parque Rómulo Betancourt de Caracas, que ahora se llama de Francisco Miranda, porque Chávez quiere hacernos creer que reencarna aquella gesta de hace 200 años”. Tanto es así que uno de los eslóganes de la campaña del presidente dice “los que quieran patria vengan conmigo” o que pida el voto para garantizar la “independencia” del país.
“El interés por la historia se lo debemos a Chávez y a su intento de reescribirla”, dice Inés Quintero, una de las historiadoras más leídas del país, entre otras obras, por un libro que se convirtió en bestseller, La criolla principal. Quintero recuerda que una revista mensual, a la que no veía demasiado futuro, como Desafío de la historia vende actualmente unos 7.000 ejemplares.
“Nuestros autores más importantes son historiadores”, dice Ulises Milla, director de la editorial venezolana Alfa, que además publica narrativa, estudios políticos, libros de autoayuda. Cerca del 80% de las ventas de esta editorial proponen una reflexión sobre el pasado. “La historia se está revisando desde distintos ángulos y géneros: desde la historiografía, pero también desde la narrativa y desde el periodismo”, dice Milla. Los títulos más buscados de su sello durante el último año han sido La Independencia a palos, de Elías Pino, director de la Academia Nacional de la Historia, con unos 3.000 ejemplares vendidos en el último año y el clásico del historiador Germán Carrera Damas El culto a Bolívar, que con 40 años en las librerías y seis ediciones aún sigue siendo una de las obras más pedidas. “Son cifras muy significativas para el tamaño del mercado venezolano”, añade Milla.
El momento político que vive estas semanas Venezuela ante unas elecciones presidenciales cruciales para el país ha abierto un debate sobre si una victoria del líder de la oposición, Henrique Capriles, dará lugar a una nueva era o se tratará más bien de recuperar el hilo del período democrático iniciado en 1958 con el derrocamiento del dictador Pérez Jiménez. Elías Pino cree que un triunfo de Capriles supondrá una ruptura definitiva con aquel pasado. “Aquella etapa democrática tuvo su última manifestación putrefacta con la victoria del chavismo, que representa todos los vicios del pasado y ninguna de sus virtudes. Ahora se abre un nuevo capítulo”, afirma.
Pino considera que Venezuela está experimentando una auténtica “revolución republicana” y que no hay que tener ninguna nostalgia por el periodo bipartidista de Acción Democrática (AD), socialdemócrata, y COPEI, socialcristiano, que se alternaron en el poder durante 40 años. Capriles”, añade, “no va a ganar por lo que es sino por lo que no es: providencial, carismático, etcétera. De mesianismo ya hemos tenido bastante”.
La historia que viene está aún por escribir. Como dice Oteyza, los venezolanos han sido durante mucho tiempo “cómplices de las circunstancias y partícipes de la abundancia”. Veremos qué pasa a partir de ahora. Pero de momento, si tuviese que realizar un documental sobre los 14 años de Chávez en el poder, no tiene ninguna duda de qué título le pondría: “Tiempos de propaganda”.

martes, octubre 02, 2012

El historiado Ángel Rafael Lombardi Boscán nos habla de la confianza en la campaña presidencial de Venezuela


CONFIANZA

La definición de confianza: Esperanza firme que se tiene de alguien o algo. En el impresionante mitin de Capriles Radonski al cierre de su campaña en Caracas, el líder de las fuerzas democráticas unidas, dijo esto:

Estoy buscando la confianza de los venezolanos para construir una patria, esa patria de todos, no de un partido político, la democracia es pluralidad, la democracia no es hegemonía, la democracia no es un solo color, y yo vengo hoy, en este momento histórico, en querer invitarlos a todos a tener más y mejor democracia, y yo me pongo al servicio de todos y no de una parcialidad política.

Sin desplantes, y con una firmeza digna de admiración, éste joven político venezolano, hoy candidateado a la Presidencia, nos ofrece un nuevo pacto de país alejado de los lugares comunes. Venezuela vive expectante la llegada de una nueva esperanza, luego del estrepitoso fracaso de una “hegemonía sin dolientes”, de una “revolución sin épica” y de un líder egoísta sin ninguna otra virtud que no sea la de martirizar a sus propios compatriotas.

La “revolución chavista” fue un fiasco de proporciones históricas, diríamos, que diluvianas. Hoy, se resiste en aceptar su hipotético fracaso electoral y apela malamente a sus acostumbradas violencias y descalificaciones. Mientras uno argumenta, el otro descalifica; mientras el abanderado de las fuerzas democráticas apuesta a lo positivo y el acuerdo, el otro, furibundo y fuera de sí, apela a la barbarie junto a la amenaza y el insulto. Uno ofrece confianza y respeto, mientras el otro, las ha perdido a las dos irremediablemente.

Las cartas están echadas y las opciones son claras: por un lado un régimen vitalicio y de corte antidemocrático y militarista, cuya obra política consiste en arruinar al país y alentar la guerra civil entre los propios venezolanos, y en la acera de enfrente, una opción pro democrática, moderna, pluralista, racional, persuasiva y tolerante que invita a la gran reconciliación nacional.

La propuesta “revolucionaria” desde el año 1998 tuvo su oportunidad histórica de engrandecer al país y no a sus acólitos, de profundizar en el sistema de libertades y no restringirlas, de contribuir en la disminución de la pobreza y no en aumentarla. En la práctica fue un Gobierno irresponsable y de desempeño mediocre.

Hoy el gran reto político/electoral consiste en desmontar la “legalidad autoritaria y personalista” desde la misma legalidad a través de los votos.  Hoy, en víspera de la gran cita electoral, todos los venezolanos de bien, debemos contribuir con nuestra participación cívica al relevo de un viejo y ya caduco liderazgo, por otro nuevo, cuya base, es la recuperación de la CONFIANZA alrededor del gran esfuerzo por engrandecer a Venezuela, esa patria de todos.

Dr. Angel Rafael Lombardi Boscán
Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ

lunes, octubre 01, 2012

Muere el historiador marxista Eric Hobsbawm, maestro de los tiempos universitarios de mi generación


El historiador Eric Hobsbawm muere a los 95 años


Eric Hobsbawm
El historiador británico Eric Hobsbawm, uno de los más importantes del siglo XX, murió a los 95 años por causa de una neumonía.

Entre sus obras más célebres están "La Edad de los Extremos", que cubre las ocho décadas desde la Primera Guerra Mundial hasta el colapso del comunismo en Europa, y una compilación de tres volúmenes sobre la historia del siglo pasado.
Hobsbawn, un comunista comprometido, nació en Egipto en el seno de una familia judía. Creció en Austria y en Alemania.
Su familia se trasladó a Reino Unido después de que Hitler acumulara más poder.
Nació apenas unos meses antes de la Revolución Rusa de 1917 y fue marxista durante la mayor parte de su vida adulta, así como un pensador y escritor innovador e influyente.
Fue historiador de la revolución y, en ocasiones, defensor de los cambios revolucionarios.
Su obra fue traducida a 40 idiomas.
Hobsbawm era muy conocido en América Latina, región que visita con frecuencia para ofrecer conferencias, charlas y entrevistas.

El historiador venezolano Tomás Straka ante su muerte


Hombre del siglo XX -de su "siglo XX corto": 1917-1989- vivió intensa, dramáticamente su tiempo.  Cada aspecto de su vida parece reflejar las aristas de aquella centuria "problemática y febril". También lo hace su obra, porque no sólo le bastó vivir su tiempo: también lo quiso comprender. Originario de esa fuente de talentos que fue el mundo austríaco del entresiglo, por razones circunstanciales nació en Alejandría en 1917 (lo que le permitió una nacionalidad británica que le sería tan útil).  Se crió en Viena y Berlín hasta que el nazismo lo obligó a refugiarse en Inglaterra.  Típico judío progresista, hablaba seis idiomas y se inscribió en el Partido Comunista.  Siempre se mantuvo fiel a su militancia.  A pesar de las decepciones que sufrió en Moscú, de que no entendió el Mayo Francés, de la caída del Muro, que lo tomó por sorpresa.

 Estudió en el "Cambridge rojo" de la entreguerra, viendo a sus amigos partir y morir en España. Cuando estalló finalmente la guerra mundial, aunque era judío, era también demasiado alemán para que el ejército inglés lo mandara al frente, y por eso los años de 1939 a 1945 aparecen en su hoja de servicios un tránsito de oficinas. Amante del jazz, su libro sobre este género fue el único que le publicaron detrás del Muro de Berlín (era demasiado original para los paladares del socialismo real).  Escribió obras memorables y pasquines. Monografías sesudas y artículos. Hizo popular la historia moderna.   "La era de las revoluciones", "Industria e Imperio", "La invención de la tradición", "Los rebeldes primitivos" y su historia del siglo XIX, cambiaron nuestra forma de entender estos períodos y les dan lecciones a los historiadores sobre lo que significa escribir bien.

Tomás Straka


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