La historia como autoayuda
El País de España.
La manipulación del chavismo sobre la figura del libertador Simón Bolívar y las vísperas electorales disparan el interés de los venezolanos por el pasado

“La película plantea al espectador un examen de conciencia sobre el pasado y el presente”, continúa Oteyza. “Ver el silencio que guardaban los ciudadanos en los años cincuenta obliga a reflexionar sobre el silencio del presente. Lo mismo ocurre con la utilización de las rentas del petróleo, cómo se empleó en aquella época el dinero cuando Venezuela era el primer exportador del mundo, cuando era un país con cinco millones de habitantes que producía dos millones de barriles al día, y ahora. Entonces se construyeron grandes infraestructuras como la autopista Caracas-La Guaira, que se hizo en cuatro años, y es inevitable que la gente compare con lo poco que ha hecho este Gobierno en 14 años”.
Para el director, “Chávez ha tratado de acabar con el imaginario civil para generar un imaginario patriotero de la independencia. Por ejemplo, ha rebautizado obras públicas de la época democrática como el parque Rómulo Betancourt de Caracas, que ahora se llama de Francisco Miranda, porque Chávez quiere hacernos creer que reencarna aquella gesta de hace 200 años”. Tanto es así que uno de los eslóganes de la campaña del presidente dice “los que quieran patria vengan conmigo” o que pida el voto para garantizar la “independencia” del país.
“El interés por la historia se lo debemos a Chávez y a su intento de reescribirla”, dice Inés Quintero, una de las historiadoras más leídas del país, entre otras obras, por un libro que se convirtió en bestseller, La criolla principal. Quintero recuerda que una revista mensual, a la que no veía demasiado futuro, como Desafío de la historia vende actualmente unos 7.000 ejemplares.

El momento político que vive estas semanas Venezuela ante unas elecciones presidenciales cruciales para el país ha abierto un debate sobre si una victoria del líder de la oposición, Henrique Capriles, dará lugar a una nueva era o se tratará más bien de recuperar el hilo del período democrático iniciado en 1958 con el derrocamiento del dictador Pérez Jiménez. Elías Pino cree que un triunfo de Capriles supondrá una ruptura definitiva con aquel pasado. “Aquella etapa democrática tuvo su última manifestación putrefacta con la victoria del chavismo, que representa todos los vicios del pasado y ninguna de sus virtudes. Ahora se abre un nuevo capítulo”, afirma.
Pino considera que Venezuela está experimentando una auténtica “revolución republicana” y que no hay que tener ninguna nostalgia por el periodo bipartidista de Acción Democrática (AD), socialdemócrata, y COPEI, socialcristiano, que se alternaron en el poder durante 40 años. Capriles”, añade, “no va a ganar por lo que es sino por lo que no es: providencial, carismático, etcétera. De mesianismo ya hemos tenido bastante”.
La historia que viene está aún por escribir. Como dice Oteyza, los venezolanos han sido durante mucho tiempo “cómplices de las circunstancias y partícipes de la abundancia”. Veremos qué pasa a partir de ahora. Pero de momento, si tuviese que realizar un documental sobre los 14 años de Chávez en el poder, no tiene ninguna duda de qué título le pondría: “Tiempos de propaganda”.
1 comentario:
No he podido ver esa película pero voy a tratar de verla en las salas antes de que la quiten
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