La historia en la UCAB.
Lo primero a destacar es que ni las maestrías, ni el doctorado, fueron fenómenos abruptos que tomaron por sorpresa a la UCAB. Una permanencia y, en balance, un éxito que suman tres décadas, indican otra cosa. Detrás de ellos hay toda una tradición de estudios históricos, que no es del todo conocida –incluso en los campus de la universidad- y que se remonta prácticamente a su fundación.
En efecto, tan temprano como en 1957 la UCAB –que había sido fundada en 1953- inicia su camino en la investigación histórica como actividad específica y sistemática, institucionalmente financiada y promovida. Ese año nace su centro de investigaciones, hoy elevado a Instituto de Investigaciones Históricas (IIH), y desde 2001 bautizado con el nombre de uno de sus fundadores: “Hermann González Oropeza, sj”. Un poco antes, en 1952, la Universidad Central de Venezuela había hecho otro tanto con el Instituto de Antropología e Historia (hoy refundido con el Instituto de Estudios Hispanoamericanos). Ambas fundaciones marcan una inflexión entre lo que empezaría a ser la labor de los historiadores profesionales en Venezuela, en comparación con lo que había sido hasta entonces la de los historiadores vocacionales (muchos muy meritorios).
Con la creación de centros e institutos de investigación –en universidades o en otras instituciones: bibliotecas, ministerios, el Congreso, la Cancillería, la Academia Nacional de la Historia y algunas más- así como con el financiamiento de investigaciones para aquellos profesores universitarios que no formaran parte de estos centros, o con la promoción indirecta de las mismas por la vía de los trabajos de ascenso, nace el historiador profesional, es decir, el que puede obtener su sustento (por magro que fuera: nunca ha sido una ocupación muy pingüe) de la investigación. Esto no ha acabado con los historiadores vocacionales, que escriben en sus ratos libres y aprendieron el oficio de manera más o menos autodidacta; de hecho siguen produciendo mucho y, no pocas veces, cosas de alto valor; ni ha hecho que todos los licenciados en historia puedan dedicarse a investigar (la verdad es que muchos también terminan haciéndolo en sus ratos libres, ganándose el pan en otra cosa); pero sí ha generado un punto de inflexión importante, con un sector asociado a los centros de investigación y las universidades que, sin lugar a dudas, desde 1958 tiene el liderazgo en la disciplina y ha logrado darle un vuelco fundamental.
Por supuesto, esto fue posible por un proceso paralelo: el del nacimiento de un profesional específicamente formado para la investigación histórica. En Venezuela el antecedente más claro estuvo en el profesorado de historia y geografía que empieza a dictarse en el Instituto Pedagógico Nacional (hoy de Caracas) en 1936. Aunque no se trataba de un curso para formar historiadores profesionales, fue el primero, entonces de tres años, que tuvo por objetivo la formación de un profesional especializado en el área. De hecho, han sido numerosos los historiadores que obtuvieron su formación inicial en el Pedagógico de Caracas, así como en los otros pedagógicos que se fueron fundando en el resto del país a partir de 1959 (cuando nace el de Barquisimeto, donde en la actualidad se anima una intensa actividad de investigación histórica). En 1946, con la sección de historia de la Facultad de Filosofía y Letras (hoy de Humanidades y Educación) de la Universidad Central de Venezuela, se inicia el primer paso para la licenciatura de historia, consolidada cuando se eleva a Escuela de Historia en 1958. Otro tanto pasó con la sección de historia, creada en la Universidad de los Andes en 1955, que diez años después también se convertiría en escuela (1).
(1) Véase: Inés Quintero, “La historiografía” en: E. Pino Iturrieta, La cultura en Venezuela. Historia mínima, Caracas, Fundación de los trabajadores de Lagoven, 1996; Robinzon Meza y Yuleida Artigas Dugarte, Los estudios históricos en la Universidad de Los Andes (1832-1955), Grupo de Investigación sobre Historiografía de Venezuela/Cuadernos de Historiografía No.1, Mérida (Venezuela), 1998; AAVV, 60 aniversario del Departamento de Geografía e Historia del Instituto Pedagógico de Caracas, Caracas, UPEL, 2007; y María Elena González Deluca, Historia e historiadores de Venezuela en la segunda mitad del siglo XX, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 2007.
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