Friday, November 30, 2018

Breve entrevista al joven historiador venezolano (27): Franklim Colletti (y segunda parte)

La imagen puede contener: 4 personas, incluido Franklim Colletti, personas sonriendo, personas de pie, traje e interior(Y última parte). 


8. ¿Qué tiempo diario o semanal le dedica a la historia? ¿Qué está leyendo en este momento?

Dedico mi vida al estudio, siempre pienso y escribo en mi cuadernillo. Leo “El nacimiento del terrorismo en Occidente: Anarquía, nihilismo y violencia” de Juan Avilés (ed.), Ángel Herrerín (ed.)

9. Además de la Historia, ¿tiene otros gustos, placeres o vicios?

Claro, disfruto un café o unas cervezas con amigos, mirar deportes, las tardes en familia y mi adicción es disfrutar la mirada de mi esposa.

10. ¿Cómo es su relación con las redes sociales e internet en general? ¿En qué puede ayudar el internet a la historiografía? (si tiene twitter nos gustaría conocerlo y divulgarlo si le parece).

No me la llevo mal con ellas y menos con internet. Creo que como decía Asimov el conocimiento humano interconectado es el primer paso hacia el siguiente escalafón de la humanidad.

11. ¿Cómo sobrevive (en lo económico, en lo profesional y en lo espiritual) siendo historiador? ¿Se puede ser historiador en Venezuela?

Sobrevivo de un empleo aparte de lo académico pero que se nutre de el. En lo espiritual es difícil, cada vez mas, es difícil vivir eternamente a la expectativa de lo que pueda suceder. Es posible ser historiador en Venezuela pero hay que trabajar mucho y muchas cosas distintas para no sucumbir.

12. ¿Para qué sirve la historia? ¿Tiene futuro el estudio de la historia en general y en Venezuela?

¡Que pregunta! Además de para satisfacer la curiosidad de cada quien, sirve para conocer procesos y dinámicas de nuestros antepasados para que comprendamos algunas cosas del presente.

13. Si cree que existe la venezolanidad o la identidad venezolana ¿cómo la definiría? ¿La historia de Venezuela ha sido un fracaso? ¿Qué piensa de nuestro presente?

Creo que existe un sentimiento hacia el lugar y el gentilicio en el que se nace, sin caer en patrioterismos ridículos y cursis que tanto daño han hecho. No creo que la historia triunfe o fracase, tampoco que vaya hacia una meta, la historia simplemente es. Nuestro presente es el mayor desastre de nuestra historia, en todos los estratos y componentes lamento esta terrible regresión para nuestro país.

14. Recomiéndeme más de 2 historiadores noveles y/o jóvenes que deberíamos entrevistar (no olvide darme sus emails, estos no se harán públicos)

Recomiendo a Marina Guerrero y Víctor García 

15. Ahora invente una pregunta, la hace y se responde a sí mismo.

Una fácil ¿Hacia donde vamos? Respuesta hacían ningún lado pero obligatoriamente hacia el futuro.

16. Puede hacerle una pregunta al entrevistador si lo desea.

Me alegra mucho esta iniciativa, ¿Qué te inspiró a iniciarla? 

Respuesta del Profeballa: ya la respondí en la anterior entrevista, pero se puede resumir: para conocer gente buena como tú que ofrece mucho al país y al conocimiento desde dónde esté. 

Thursday, November 29, 2018

Breve entrevista al joven historiador venezolano (27): Franklim Colletti (primera parte)


La imagen puede contener: Franklim Colletti1. Foto. 
2. Breve resumen (datos precisos porque luego se ampliarán estos temas) de su vida como historiador: (ciudad de nacimiento, año), ciudad donde vive actualmente, donde hizo el pregrado y postgrado, ¿docencia?, investigación, ponencias, publicaciones EN GENERAL (ENVIAR LISTA POR FAVOR SI LO DESEAS).

Nacido en Caracas, el 29 de enero de 1979, he vivido toda mi vida en Caracas (Exceptuando seis meses en los que viví en Sicilia por seis meses). Soy egresado de la escuela de historia de la UCV, en la mención Historia Universal, actualmente cursando Maestría en Psicología Social y Procesos Políticos en la UNESCO. Me he desempeñado como docente de educación media en los Colegios “Santa Ana”  y “Aula Nueva” , Igualmente me he desarrollado como profesor en la escuela de historia de la UCV en Introducción a la Historia Universal, Historia de Asia y Seminario de Totalitarismo y su influencia en el escenario político contemporáneo.  Distintas ponencias en el área de la historia universal siglo XX, Procesos políticos, autoritarismo y Totalitarismo. Algunos artículos sobre historia contemporánea y coautor del libro Totalitarismo Concepciones y Prácticas publicado por Editorial Académica Española en 2015.

3. ¿Cuándo y cómo nació su vocación como historiador?

Creo que desde siempre, mi padre luchó en la segunda guerra mundial y me encantaba escuchar sus relatos, en la escuela mi materia favorita era historia.

4. ¿Qué lectura, persona, película-serie o viaje fortaleció dicha vocación? ¿Fue “discípulo” de algún historiador? ¿Cuál es su historiador preferido y por qué? ¿Qué libro de Historia recomienda y por qué?

El profesor y amigo Samuel Pérez me dijo cuando tenía 20 años que veía en mí una habilidad para la historia. Fui discípulo de todos los profesores que me dieron clase en la Escuela de Historia, una plana de lujo cuando fui estudiante de pregrado. También me consideré discípulo de Giovanni Sartori a distancia. Recomiendo “Visiones del Oficio” porque es un libro de historia que demuestra que cuando se quiere se pueden hacer las cosas muy bien.

5. ¿Cuáles son sus líneas de investigación y por qué? ¿Cuál escuela historiográfica sigue y por qué? ¿En qué proyectos sobre historia está ahora?

La imagen puede contener: 4 personas, incluido Franklim Colletti, personas sonriendo, personas de pie, cielo y exterior
Mi línea de investigación se enmarca en los procesos políticos y sociales de la historia contemporánea, porque soy alérgico a los hongos y un paleógrafo mas bien mediocre jajaja. Me considero un investigador ecléctico porque todas las escuelas han desarrollado importantes aportes al estudio de la historia, eso sí poniendo mucho énfasis en la seriedad y el respeto hacia los lectores.

6. En torno a los debates historiográficos y/o históricos: ¿Cuáles han atrapado su atención y/o cuáles ha estudiado?¿Cuál es su posición ante ellos?

La actual discusión entre historia y memoria. Me considero un feroz enemigo de quienes plantean manipular a las personas con burdos usos y abusos de la memoria y de esa categoría sin explicación a la que llaman “Historia Insurgente”.

7. ¿Cuál fue su primer escrito como historiador o cuál fue el que más le gustó? ¿Cuáles son sus ritos cuando se dedica a escribir sobre historia?

Mi primer escrito como historiador fue un artículo llamado “Voltaire y su altar de héroes”, el que mas me gustó fue “Historia Insurgente: Neolenguaje y manipulación de opiniones”. Mis ritos, fichero a la vieja escuela, moledora (Cuadernillo de notas que se me ocurren en cualquier lugar) agua y cigarrillos.

(concluye mañana). 


Wednesday, November 28, 2018

En defensa del silencio (mi columna de los miércoles en El Nacional)


En defensa del silencio

Carlos Balladares Castillo

Publicado en El Nacional

Nunca he entendido el gusto del venezolano - ¿y el iberoamericano en general? - por el ruido. No hay fin de semana en que algún vecino no deje de poner música a todo volumen, o pegue gritos ¡y cuidado si no es cualquier día de la semana! Y si osas reclamarle puedes hasta terminar muerto. El uso de la corneta al manejar es casi permanente, lo extraño es no usarla por cualquier motivo fútil. En muchos sitios que llaman al sosiego como montañas o playas, siempre se aparece un grupo que trae música o simplemente tiene una rochela con risas destempladas. “Es que somos alegres”, te dicen con descaro. Me pregunto si nuestros problemas como sociedad (tendencia al caos y el irrespeto al otro, apoyos a los hombres fuertes e improductividad; por solo nombrar algunos) estarán relacionados con nuestra incapacidad para apreciar y vivir el silencio. Porque la paz que éste genera nos lleva a la concentración, la disciplina, la introspección y el anhelo de mejorar como personas. El cultivo del alma requiere el silencio, de eso no me cabe la menor duda.

En estos tiempos de Adviento que comienzan el domingo dedicaré mis escritos a la defensa de los hábitos que permiten una vida espiritual y contemplativa, de una vida más humana y menos estresante, empezando hoy por una modesta meditación sobre la importancia del silencio. Las memorias de mi infancia están llenas de felices momentos, siendo uno de ellos el silencio de la mañana de Navidad (junto al de los días posteriores). Es muy probable que éste hecho sea una de las principales razones por las cuales me gustan tanto los tiempos decembrinos. Aunque seguramente la valoración del silencio se inició con mi pasión por la lectura y la escritura siendo la primera a los 12 años aproximadamente y la segunda a finales de mi adolescencia. Pero la misma se ha fortalecido con los años, en especial cuando hace casi dos décadas comenzó formalmente mi carrera como profesor, y el período de clases de septiembre a noviembre siempre me parecieron los más agobiantes. De modo que el anhelo de las vacaciones navideñas se vuelve casi un desespero. En noviembre comienzo a soñar con la paz para leer y escribir sin el molesto ruido, y la angustia de preparar clases y corregir exámenes.

Hay personas que pueden concentrarse en medio de un gran barullo, pero creo que son los menos. Estudiar, leer, pensar, meditar, observar lo que nos rodea con gran atención, evaluar nuestras acciones y trabajo buscando su mejora; todo ello requiere la paz del silencio. El ruido distrae, dispersa, y por ello dejamos de ver lo importante. Es por esto que la mayoría de las tradiciones espirituales de las grandes religiones valoran el silencio. En éste te comunicas con tu alma y con Dios, “mirando” tu conducta con mayor atención y planeando los nuevos pasos con más inteligencia. Navidad sin momentos de silencio nos alejaría de ver su real esencia, una vida en medio del permanente ruido nos impediría escuchar todo lo que ésta nos ofrece.

Mis amigos y familiares dispersos por el mundo me han hablado del respeto del silencio que tienen en los países desarrollados. Yo mismo lo viví en España, admirándome de cómo en la zona más céntrica de una ciudad nadie tocaba corneta y había una relativa paz, por lo que de inmediato comparé con lo que sería una congestionada avenida de Caracas donde lo que provoca es salir corriendo por el agobio que genera el escándalo de bocinas y gritos. No dudo que esas naciones progresen por éste hecho, entre otros. El silencio te aleja del estrés y la angustia. Pero pensemos que en esos lugares sea inevitable que haya algo de ruido en el caso de nuestro país, mi pregunta es: ¿por qué las mayorías en Venezuela cuando tienen la clara oportunidad de vivir el silencio lo matan de inmediato? ¿por qué la cháchara y verborrea sin parar? Y ahora con las redes sociales gracias a nuestras computadoras y celulares, y desde hace años con la TV y la radio; nos hemos inventado nuevas excusas para vivir en la estridencia del exceso de información y el creer que debemos hablar de todo.

Llegarán esos días de las Fiestas y quiero hacer un gran ayuno de “feisbuk” y de todas las redes. Abandonar el celular, pero también las palabras que estén de más ¡qué son la mayoría! e incluso las de mi mente con sus permanentes preocupaciones en la Venezuela del desastre que hoy padecemos. Solamente quiero escuchar la naturaleza, y en ella a Dios. Desde que armé el árbol de Navidad y el Pesebre me he propuesto pasar todos los días un rato en su contemplación. Siempre en silencio. Ojalá mis connacionales me lo permitan, y espero que algún día aprendamos a valorar los dones ilimitados de callarnos un rato.

La próxima semana hablaremos de la soledad, la siguiente de la vida sencilla, para finalizar con la contemplación en la acción.

Tuesday, November 27, 2018

Breve entrevista a la joven historiadora venezolana (26): Yolimar Carolina Gil Amundaraín (y segunda parte)

(y segunda parte). 


7. ¿Cuál fue su primer escrito como historiador o cuál fue el que más le gustó? ¿Cuáles son sus ritos cuando se dedica a escribir sobre historia?

Mi primer escrito fue en torno al magnicidio que sufrió Carlos Delgado Chalbaud, un tema que desde principio de la carrera me llamaba la atención por los relatos que mi padre solía hacer sobre los implicados en el crimen. Como suelo ser muy crítica con relación a lo que las personas comentan, decidí investigar el hecho para descartar o afianzar la hipótesis de mi papá.  Al final logré terminar mi primera investigación historiográfica y comprobar que gran parte de lo relatado por mi padre realmente forma parte de la conciencia colectiva más que hechos reales.
¿Ritos? ninguno, mi familia es del Oriente del país, ellos suelen tener un tono de voz muy alto, gracias a eso me acostumbré a escribir con ruido, sonidos o música. Aunque siempre prefiero escribir después de la media noche cuando la mente (o por lo menos la mía) está muy creativa, siempre aprovecho las noches para producir y las mañanas para verificar y mejorar (o destruir) lo escrito.

8. ¿Qué tiempo diario o semanal le dedica a la historia? ¿Qué está leyendo en este momento?

Suelo dedicarle a las lecturas una hora todas las noches (o escribir mínimo una página), intento que sea una rutina.  Recompenso la poca producción semanal con los fines de semana que los dedico exclusivamente a la lectura o la escritura.
Ahora estoy leyendo La renta y el reclamo. Ensayos sobre petróleo y economía política en Venezuela de Diego Bautista Urbaneja, muy acorde al presente de nuestro país.

9. Además de la Historia, ¿tiene otros gustos, placeres o vicios?

Me gusta estudiar astronomía e intentar identificar los cuerpos brillantes de la bóveda celestes (estrellas, constelaciones y planetas) quizás quedó en mi aquel paso por el Planetario del Museo de los Niños de Caracas. Por otro lado, me gusta mucho la cocina, claro, con la economía del país este placer se ha reducido un poco a ver recetas de cocina asiática en YouTube.

10. ¿Cómo es su relación con las redes sociales e internet en general? ¿En qué puede ayudar el internet a la historiografía? (si tiene twitter nos gustaría conocerlo y divulgarlo si le parece).

Las redes sociales son una herramienta con un valor ineludible, permite que se hagan visibles las investigaciones que muchos autores han realizado, se trata además de una ventana para conocer fechas, datos y libros, brindando gran rendimiento en las investigaciones ya que te pueden sacar de dudas en tan sólo un clic.

Con las redes sociales estoy relativamente familiarizada, aunque el manejo constante de ella a veces se torna cuesta arriba por el deficiente servicio de nuestras conexiones de internet, pero siempre intento por lo menos ojear todos los días las redes principales para estar en contacto con mis familiares y en vanguardia con las noticias nacionales e internacionales.

11. ¿Cómo sobrevive (en lo económico, en lo profesional y en lo espiritual) siendo historiador? ¿Se puede ser historiador en Venezuela?

Yo soy docente, trabajo en dos instituciones y de ello es que intento sobrevivir económicamente. No tengo un empleo propiamente de historiadora, lo que hago es porque me gusta.

Podemos graduarnos de licenciados en Historia o tener una maestría en Historia, eso no es complejo. Lo realmente difícil es desarrollarse como historiador; cada vez tenemos menos librerías, las bibliotecas principales y públicas van día a día deteriorándose, algunos archivos están cerrados, las revistas arbitradas cada vez se debilitan más, entre otros aspectos. Es decir; los elementos necesarios para el ejercicio histórico son complejos en Venezuela, todo ello sin contar con los riegos que se pueden correr ante un Estado arbitrario, que censura la disidencia.  No obstante, y pese a todos esos obstáculos; se puede y se debe ser historiador en Venezuela, es el momento.

12. ¿Para qué sirve la historia? ¿Tiene futuro el estudio de la historia en general y en Venezuela?

La historia tiene la necesidad de hacer reflexionar a quien la escribe y quien la lee. Quizás el problema radica en que las personas piensan que la historia es una simple materia para narrar anécdotas y cuentos, y no es así; la historia tiene un rol social, es una ciencia muy seria y también peligrosa, ella puede servir para reflexionar o para “atontar” a las personas. En algún momento mientras cursaba el pregrado alguien dijo que el finado presidente Chávez era un gran historiador porque “sabía muchos cuentos”, precisamente esa interpretación es la que minimiza el rol protagónico que esta ciencia posee en Venezuela. Su futuro está vinculado a las condiciones generales del país, pero al mismo tiempo las condiciones generales de Venezuela se encuentran atadas a las capacidades que nosotros como ciudadanos tengamos para entender el peso de nuestras acciones políticas.

13. Si cree que existe la venezolanidad o la identidad venezolana ¿cómo la definiría? ¿La historia de Venezuela ha sido un fracaso? ¿Qué piensa de nuestro presente?

Venezolanidad, la palabra abarca un conjunto de elementos y es complejo afirmar que todos los nacidos en este país la posean, la identidad es tan relativa, unos se identifican con los símbolos patrios, otros con la música llanera, pero cierto porcentaje no recuerda ni la primera estrofa del Himno Nacional. Creo que la construcción de esta identidad se solapa cada día más (si es que en algún momento existió) con las necesidades que hoy demanda el país.

Vivimos claramente en una dictadura, quizás una muy sutil que ha sabido mover sus fichas, pero indudablemente enfrentamos un régimen complejo que agobia y deteriora no sólo la estructura democrática sino además las garantías personales del venezolano. El éxodo que hoy apreciamos es la evidencia más clara del maltrecho escenario que hoy padecemos.
                                                                                                 
14. Recomiéndeme más de 2 historiadores noveles y/o jóvenes que deberíamos entrevistar (no olvide darme sus emails, estos no se harán públicos)

Ahora mismo puedo mencionar a cuatro personas, no las considero noveles por la trayectoria que poseen, pero sin duda alguna son jóvenes: Sócrates Ramírez, Luis Daniel Perrone, Gustavo Salcedo Ávila, y María Magdalena  Ziegler (ya la entrevistamos). 

15. Ahora invente una pregunta, la hace y se responde a sí mismo.

¿Cuándo se es historiador?

Recuerdo esta pregunta en un gran debate al iniciar la maestría, gran porcentaje de los que intervinieron afirmaban que se es historiador cuando una universidad otorga el título, el profesor Agustín Moreno con su certera elocuencia explicó que un título no hace historiador a una persona, es decir, el historiador es aquel que comienza a escribir y a publicar en revistas de investigación, libros o compilados con una formación especializada.

16. Puede hacerle una pregunta al entrevistador si lo desea. ¡Muchas gracias por su tiempo!

¿Qué rol debe cumplir el historiador en la actual coyuntura del país?

Respuesta de Profeballa: ¡Mil gracias por su tiempo! En tiempos de dictadura con tendencias totalitarias el rol fundamental es defender la verdad y para ello ser un buen historiador en el sentido de buscar la objetividad debe ser el principal rol. Pero también es un ciudadano que conoce de las grandes tragedias de la humanidad, enseñar sobre las mismas puede ayudar a no repetirlas. Es decir, podemos ser unos buenos consejeros del poder y de la gente. 

Monday, November 26, 2018

Breve entrevista a la joven historiadora venezolana (26): Yolimar Carolina Gil Amundaraín (primera parte)



1. Foto

2. Breve resumen (datos precisos porque luego se ampliarán estos temas) de su vida como historiador: (ciudad de nacimiento, año), ciudad donde vive actualmente, donde hizo el pregrado y postgrado,
¿docencia?, investigación, ponencias, publicaciones EN GENERAL (ENVIAR LISTA POR FAVOR SI LO DESEAS).


Nací en Caracas en 1994, no obstante, siento un profundo aprecio por el Oriente del país, especialmente el estado Sucre donde nació mi madre. Por otro lado, La Vega es una parroquia significativa para mí; allí nací, crecí, vivo y trabajo actualmente. Me gradué en el colegio Parroquial Monseñor Arturo Celestino Álvarez (donde además tuve el honor de trabajar), inicié mi vida laboral a muy temprana edad en el Museo de los Niños de Caracas en el área de astronomía y astronáutica, allí trabajé un año como guía y luego me dediqué a las operaciones del Planetario. Simultáneamente, comencé mis estudios de pregrado en el Instituto Pedagógico de Caracas en el cual obtuve el título de profesora en Geografía e Historia (mención cum laude). Semanas después de recibir mi título de pregrado, emprendí un nuevo reto; el posgrado de Historia de Venezuela en la Universidad Católica Andrés Bello. También culminé el Diplomado de Historia Contemporánea en la Fundación Rómulo Betancourt.
He publicado algunas cosas menudas en revistas de investigación como; Historia Caribe, Procesos Históricos, Politeia, Tiempo y Espacio y Tierra Firme. También he tenido la oportunidad de presentarme en calidad de ponente en la Universidad Metropolitana, la Universidad Central de Venezuela, el Instituto Pedagógico de Caracas y la Fraternidad de Guayana.

3. ¿Cuándo y cómo nació su vocación como historiador?

Yo soy egresada del Instituto Pedagógico de Caracas, mención Geografía e Historia, allí tuve la oportunidad de ver clases con el historiador David Ruiz Chataing, revisar sus obras me acercó mucho a lo que hoy hago, su forma de escribir y su crítica directa sustentada en documentos me hizo admirarlo y perfilarme a lo que realmente me gusta; la Historia.

En su momento el editor de la revista Tiempo y Espacio Luis Fernando Castillo Herrera, me incentivó a escribir mi primer texto publicado; una reseña que terminaría apareciendo en una revista de la Universidad de Los Andes, al redactarla me sentí muy emocionada, desde ese momento entendí que investigar sería parte de mi horizonte. Para ese mismo momento, comencé el diplomado de la Fundación Rómulo Betancourt, ver los aportes de cada uno de los ponentes despertó en mí las ganas de continuar en este camino del cual no deseo alejarme.

4. ¿Qué lectura, persona, película-serie o viaje fortaleció dicha vocación? ¿Fue “discípulo” de algún historiador? ¿Cuál es su historiador preferido y por qué? ¿Qué libro de Historia recomienda y por qué? 

El Diplomado de Historia Contemporánea de la Fundación Rómulo Betancourt es sin duda una de las piezas claves en la decisión de adentrarme en el mundo de la Historia y la investigación, allí tuve la oportunidad de escuchar a historiadores de gran trayectoria como; Inés Quintero, Elena Plaza y Germán Carrera Damas.

No he sido discípula de ningún historiador, sin embargo he recibido apoyo de varias personas asociadas al medio, sus consejos oportunos siempre han sido de gran ayuda.
Particularmente veo con gran admiración el trabajo desarrollado por José Alberto Olivar y Tomás Straka son dos historiadores que en muy poco tiempo han logrado insertar sus nombres entre los más destacados del oficio de Clío, además ambos son egresados de institutos pedagógicos (como yo) cuestión que me identifica absolutamente.  También admiro a Luis Alberto Buttó por su crítica aguda y frontal, necesaria en estos tiempos plagados de falsedad.

Recomiendo la serie Antológica Historia Contemporánea de Venezuela de la Fundación Rómulo Betancourt, los libros son de un contenido ineludible con la pluma de brillantes historiadores. También puedo mencionar “El día del atentado” de Edgardo Mondolfi Gudat, una obra que nos aproxima a los hechos del intento magnicida contra Rómulo Betancourt, un acontecimiento lamentable, un verdadero atentado y no una trama circense como hemos visto recientemente.

5. ¿Cuáles son sus líneas de investigación y por qué? ¿Cuál escuela historiográfica sigue y por qué? ¿En qué proyectos sobre historia está ahora?


Aun me encuentro en los inicios de mi formación académica, sin embargo, siento gran inclinación por la historia política y social del siglo XX. Actualmente estoy trabajando en un artículo sobre la denominada época de la violencia en Colombia, específicamente el bogotazo.
                                              
6. En torno a los debates historiográficos y/o históricos: ¿Cuáles han atrapado su atención y/o cuáles ha estudiado? ¿Cuál es su posición ante ellos?

El culto a los héroes y la historia oficial. Como bien lo refiere Elías Pino Iturrieta en su obra El divino Bolívar; “todos los pueblos requieren una cuna de oro”, es decir; las naciones buscan siempre mostrar su mejor rostro, su etapa más sublime y sus hombres más valientes. Venezuela no escapa de esa situación, la figura de Bolívar (en mayor proporción que el resto de los próceres) es un vivo ejemplo de ello. La situación quizás no sea tan alarmante cuando se trata de generar referentes nacionales, lo delicado radica en el manejo atrevido de la historia para gestar un panorama anacrónico y alejado de todo rigor. En este sentido, observo con preocupación la configuración de una historia oficial (o más bien partidista) que paulatinamente confunde, mezcla y enrarece los hechos históricos para hacerlos encauzar en un discurso patriotero que sólo responde a los fines de un pequeño grupo político que circunstancialmente ocupa altas posiciones.

(sigue mañana). 

Sunday, November 25, 2018

Breve entrevista al novel historiador venezolano (25): Norbert Molina Medina (y segunda parte)

(segunda parte)

6. ¿Cuál fue su primer escrito como historiador o cuál fue el que más le gustó? ¿Cuáles son sus ritos cuando se dedica a escribir sobre historia?

Prefiero contarles sobre los que más me han gustado. Sin duda, las tres publicaciones que surgieron de mi tesis de Maestría: Historia de las relaciones diplomáticas Venezuela – Japón (1938-2008) (2012) –dedicado a mis padres José Alvio Molina Escalante y María Mélida Medina Araque–; La inmigración japonesa en Venezuela (1928-2008) (2012); y Venezuela-Japón: Una historiografía insospechada sobre sus relaciones diplomáticas (2013). No obstante, en los trabajos posteriores creo que he venido mejorando en muchos aspectos: escritura, enfoque, análisis. En todo caso, es mejor dejarlo para los críticos de la historiografía, son ellos los indicados y no yo, para hablar de mi obra. Como ritos, me gusta escribir en las mañanas, bien temprano, luego del aseo personal y bien desayunado. No puede faltar la música mientras escribo y si hay, un buen té verde chino.

7. ¿Qué tiempo diario o semanal le dedica a la historia? ¿Qué está leyendo en este momento?

Normalmente paso la semana dando clases e investigando, estudiando. Incluso, los fines de semana pueden ser de mayor trabajo. Se requiere de tranquilidad, algo de paz, en contraste con el ajetreo de la semana y las tareas por cumplir. Siempre hay que corregir, indagar, fichar, escribir. El historiador siempre tiene algo que leer. En estos momentos estoy leyendo dos libros al mismo tiempo; de un diplomático español, Eugenio Bregolat: La segunda revolución china. Las claves sobre el país más importante del siglo XXI; y de Jean-Baptiste Duroselle: Todo imperio perecerá. Teoría sobre las relaciones internacionales.

8. Además de la Historia, ¿tiene otros gustos, placeres o vicios?

También me gusta la poesía, la música. En la otra vida, creo que acompañaría mi formación de historiador con la de músico. Me gusta viajar, creo que es la mejor forma de percibir con los sentidos, lo que por la vía de la historia y la literatura se nos acerca. La gastronomía, ¿a quién no le gusta comer sabroso?

9. ¿Cómo es su relación con las redes sociales e internet en
general? ¿En qué puede ayudar el internet a la historiografía? (si
tiene twitter nos gustaría conocerlo y divulgarlo si le parece).

Me confieso un adicto internauta. Como les he contado, antes de ser historiador, me gradué de TSU en informática. Hago uso de correo electrónico, Facebook, Twitter, Instagram, Skype, What’s app, Wechat (para mis contactos en China)… En fin, soy un historiador que se ayuda muchísimo de la tecnología, de las redes sociales. Considero que en estos tiempos son herramientas fundamentales, gracias a ellas no sólo divulgo lo que escribo, sino que he conocido a otros colegas he intercambiado libros, artículos, documentos, entre otros. Actualmente, es posible que la mayor reserva de conocimiento científico esté disponible en internet. No concibo a un historiador negado a esta realidad. Internet y las redes sociales son ahora la mejor herramienta que tenemos para poner a disposición de la comunidad académica internacional, lo producido en nuestros centros y grupos de investigación. Estamos en la era digital. Mis cuentas de usuario son:

Correo electrónico: norbert2609@hotmail.com / norbert@ula.ve

Facebook: Norbert Molina Medina

Twitter: @norbertmolina

Instagram: norbert.molina

         Skype: norbertmolina

         Wechat: Norbert_Molina_M


10. ¿Cómo sobrevive (en lo económico, en lo profesional y en lo
espiritual) siendo historiador? ¿Se puede ser historiador en Venezuela?

Sobrevivo como lo estamos haciendo todos los venezolanos en estos tiempos de oscurantismo: ¡haciendo milagros! En lo profesional, me encanta mi trabajo y lo hago complacido del aporte que estamos haciendo para el país, el Estado y la sociedad. A veces se valora más fuera de nuestras fronteras que acá, o por lo menos esa es mi experiencia. Por supuesto que se puede ser historiador en Venezuela, yo soy uno de ellos. Conozco muchos más que han hecho un trabajo invalorable, vaya para ellos mi reconocimiento, respeto y admiración. Claro está, en estos tiempos de desprecio por el conocimiento por parte de las autoridades de Venezuela, cuesta mucho ser no sólo historiador, sino arquitecto, ingeniero, médico, astronauta, matemático… cuesta mucho vivir. Estoy consciente del trabajo que hacemos y de la importancia que tiene. Espiritualmente tranquilo, agradecido con la vida, con mi familia, mis amigos y con lo que hago.

11. ¿Para qué sirve la historia? ¿Tiene futuro el estudio de la historia en general y en Venezuela?

La historia sirve para entender la sociedad que somos. También para crear sentido de pertenencia. Si realmente un país como el nuestro, tuviera sólidos cimientos de su proceso histórico, no habríamos cometido tantos errores… no estaríamos metidos en este problema de ahora. La historia siempre tiene futuro. Desde hace años oigo decir que las humanidades llegaron a su fin. No estoy de acuerdo. Cada vez que una coyuntura se genera en el mundo, los primeros a los que se acude es a los historiadores, buscando respuestas, análisis, interpretaciones de lo ocurrido, causas, consecuencias. Por algo será que los persiguen en muchos países ¿no? Creo que todo conocimiento tiene futuro, sea fuera o en nuestro país.

12. Si cree que existe la venezolanidad o la identidad venezolana ¿cómo la definiría? ¿La historia de Venezuela ha sido un fracaso? ¿Qué piensa de nuestro presente?

Parece que Einstein dijo que el nacionalismo era una enfermedad infantil, el sarampión de la humanidad. La identidad venezolana a veces me cuesta creerla. Somos tan distintos los andinos, de los orientales o llaneros, que me hace recordar a Pino Iturrieta con aquello de que la identidad es una necedad inventada por los antropólogos (con el respeto de los antropólogos). No considero que la historia de Venezuela haya sido un fracaso. Nuestro presente es aterrador, quizá la crisis más devastadora de toda nuestra historia republicana. Pero pasará, nada permanece igual, el cambio es la esencia del universo (Heráclito). Ojalá aprendamos la lección, y se nos quite la costumbre de estar esperando a un mesías que, en nombre de otra revolución, termine enterrando las esperanzas de una sociedad entera a vivir con dignidad.

13. Recomiéndeme más de 2 historiadores noveles y/o jóvenes
que deberíamos entrevistar (no olvide darme sus emails, estos no se
harán públicos)

Sócrates Briceño. 
Elizabeth Manjarrés.

14. Ahora invente una pregunta, la hace y se responde a sí mismo.

¿De dónde nació su interés por estudiar el área afroasiática?

En 2005, siendo estudiante de Historia ingresé como beca trabajo (auxiliar de investigación) en el Centro de Estudios de África, Asia y Diásporas Latinoamericanas y Caribeñas “Dr. José Manuel Briceño Monzillo” (CEAA) de la Escuela de Historia (ULA), en donde me fui interesando por el área afroasiática. Ahí he compartido y aprendido con todos sus miembros, además del profesor Hernán Lucena Molero (director del CEAA), con los profesores Ismael Cejas Armas, Elías Capriles Arias, Rowena Hill, Trino Borges, entre otros. De tal manera que ha sido una experiencia grata de la cual puedo decir, me siento orgulloso.

15. Puede hacerle una pregunta al entrevistador si lo desea

¿Cómo surgió el interés por dar a conocer a los jóvenes historiadores venezolanos?

Responde Profeballa: 

¡Mil gracias por su tiempo y respuestas! Ruego disculpas por la demora en su publicación. Desde hace años vengo desarrollando éste blog en el cual anhelo divulgar la historia y la historiografía nacional, y ante la existencia de tanto joven o novel historiador cuya obra muchas veces es desconocida, pensé que era justicia darlos a conocer. Es una iniciativa modesta que espero ayude en algo. 

Saturday, November 24, 2018

Breve entrevista al novel historiador venezolano (25): Norbert Molina Medina (primera parte)

1. Breve resumen (datos precisos porque luego se ampliarán estos temas)
de su vida como historiador: (ciudad de nacimiento, año), ciudad donde
vive actualmente, donde hizo el pregrado y postgrado, ¿docencia?,
investigación, ponencias, publicaciones EN GENERAL (ENVIAR LISTA POR
FAVOR SI LO DESEAS).
Nací en Tovar, estado Mérida, el 26 de septiembre de 1980, en donde felizmente viví mis primeros dieciocho años, hasta que cumplí con la formación inicial para ingresar a la universidad. A partir de octubre de 1998, me vine a Mérida a estudiar informática (a nivel de TSU) mientras optaba por un cupo en la Universidad de Los Andes para la carrera de Ingeniería en Sistemas que era lo que deseaba en ese momento. En 2001, egresé como Técnico Superior Universitario (TSU) en Informática; y en septiembre de ese mismo año, comencé entonces en la Escuela de Historia de la Facultad de Humanidades y Educación (ULA), de donde me gradué como Licenciado en octubre de 2007. Cursé la Maestría en Historia de Venezuela (ULA), la cual culminé en 2011. Actualmente soy candidato a Doctor en Estudios Políticos (ULA). Mis actividades de docencia, comenzaron en febrero de 2008 (hasta 2011) bajo la figura de Becario Académico en la Escuela de Historia de mi universidad. Luego, en 2012 ingresé formalmente como profesor en el área afroasiática (Historia de Asia), adscrita al departamento de Historia Universal, Escuela de Historia (ULA). Además, formo parte del Centro de Estudios de África, Asia y Diásporas Latinoamericanas y Caribeñas “Dr. José Manuel Briceño Monzillo” (CEAA) –adscrito al mencionado departamento y en donde me formé desde el 2005 cuando todavía era un estudiante– y del Grupo de Estudios Económicos sobre Asia (GEEA), que recién fundamos el año pasado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES-ULA) junto a los economistas y profesores Dr. Alberto Hurtado, Sadcidi Zerpa y Oscar Fernández. He clasificado como Investigador (B) del Programa de Estímulo a la Investigación e Innovación (PEII) del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, (ONCTI) del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (Convocatoria 2015-2017). Editor Asociado de Humania del Sur. Revista de Estudios Latinoamericanos, Africanos y Asiáticos, adscrita al CEAA. De mis publicaciones destaca: Apuntes históricos sobre las relaciones diplomáticas entre Venezuela y la India (1959-2009) (2010); Historia de las relaciones diplomáticas Venezuela-Japón (1938-2008) (2012); La inmigración japonesa en Venezuela (1928-2008) (2012); Venezuela-Japón: Una historiografía insospechada sobre sus relaciones diplomáticas (2013); El fin de la II Guerra Mundial en Japón (Discursos) (2015, compilado conjuntamente con el profesor Hernán Lucena Molero, del CEAA); Narendra Modi y la India de hoy (2015); Historia de las relaciones diplomáticas Venezuela-Corea (1965-2015) (2015); ¡JUNTOS! Japón – América Latina: Una experiencia para la cooperación y los lazos de amistad (2017, en coautoría con la profesora Nohelia Parra, del CEAA); e Historia de las relaciones diplomáticas Venezuela – Malasia (1986-2016) (en edición). Como coautor he participado en los libros: 1854 - 2004: 150 años de la Abolición de la Esclavitud en Venezuela. ¿Presente y Pasado de una misma realidad? (2008) –Hernán Lucena Molero y Julio César Tallaferro (Comp.)–; Opciones de investigación historiográfica (2010) –Robinzon Meza (Comp.)–; Bolívar y Gandhi. Paradigmas liberadores (2010) y Nelson Mandela en Venezuela (2015) –compilados por Hernán Lucena Molero–. También los siguientes artículos en revistas arbitradas e indizadas:
Norbert Molina Medina. “La participación estudiantil frente a la investigación en la Escuela de Historia de la Universidad de Los Andes”, en Presente y Pasado, Año 12, 23 (Mérida, enero – junio de 2007), pp. 191-194.
__________. “Mérida: Solidaridad, internacionalismo y diálogos culturales”, en Presente y Pasado, Año 13, 26 (Mérida, julio – diciembre de 2008), pp. 263-274.
__________. “El 11 de septiembre de 2001. Medios de comunicación: Deformidad y conciencia histórica”, en Humania del Sur, Año 3, 5 (Mérida, julio – diciembre de 2008), pp. 153-173.
__________. “La nueva política exterior de la Revolución Bolivariana: Un viraje hacia el continente asiático (1999-2008)”, en Revista Venezolana de Ciencia Política, 35 (Mérida, enero – junio de 2009), pp. 115-137.
__________. “A la luz de las velas: La crisis eléctrica en Mérida a través de la caricatura de la prensa”, en Presente y Pasado, Año 15, 29 (Mérida, enero – junio de 2010), pp. 175-182.
__________. “Las relaciones diplomáticas Venezuela – África (1969-1979)”, en Humania del Sur, Año 5, 8 (Mérida, enero – junio de 2010), pp. 109-120.
__________. “Las relaciones diplomáticas Venezuela – África (1950-1968)”, en Humania del Sur, Año 7, 12 (Mérida, enero – junio de 2012), pp. 11-28.
__________ y Juan José Duarte Peña. “Las relaciones diplomáticas Venezuela –  África (1979-1999)”, en Anuario GRHIAL, Año 6, 6 (Mérida, enero – diciembre de 2012), pp. 65-98.
__________. “Asia y la Conferencia de Bandung”, en Humania del Sur, Año 10, 19 (Mérida, julio – diciembre de 2015), pp. 43-56.
__________. “Venezuela y el reconocimiento de la República Popular China en la ONU”, en Anuario GRHIAL, Año 9, 9 (Mérida, enero – diciembre de 2015), pp. 20-46.
__________. “Las relaciones Venezuela – China (1943-1974)”, en Cuadernos sobre Relaciones Internacionales, Regionalismo y Desarrollo, Vol. 11, 21 (Mérida, enero – junio de 2016), pp. 67-91.
__________. “Las relaciones Venezuela – Corea (1999-2015)”, en Humania del Sur, Año 11, 21 (Mérida, julio – diciembre de 2016), pp. 79-96.

2. ¿Cuándo y cómo nació su vocación como historiador?

Podría decir que tuvo varias influencias. Una de ellas, mis profesores de Historia en el Bachillerato, excelentes, bien formados, y a quienes brindo mi reconocimiento; pero también, mi pueblo, Tovar, ha sido cuna de numerosos intelectuales algunos de los cuales conocí en persona o leí, lo que siempre me ha hecho sentir orgulloso de donde provengo (Domingo Alberto Rangel, Rafael Ángel Gallegos Ortiz, Rafael Armando Rojas, Alfonso Ramírez y Jesús Rondón Nucete, por citar algunos), los cuales indujeron cierto interés por el mundo de las humanidades, la historia, la literatura. Finalmente, mi Escuela de Historia de la Universidad de Los Andes, en donde me he venido formando desde 2001.

3. ¿Qué lectura, persona, película-serie o viaje fortaleció dicha vocación? ¿Fue “discípulo” de algún historiador? ¿Cuál es su historiador preferido y por qué? ¿Qué libro de Historia recomienda y por qué?

Muchas lecturas han fortalecido mi vocación, algunas por cierto no son necesariamente sobre historia, difíciles de precisar en tan poco espacio, pero que sin duda han fortalecido mi vocación o más bien pasión por los estudios históricos. Como profesor de Historia de Asia, particularmente me gusta mucho la película Gandhi (1982) dirigida por Richard Attenborough, la cual da cuenta no sólo de la vida del líder indio, sino del proceso de independencia que vivió ese país del Asia meridional. También viajar ha sido fundamental. Dicen por ahí que nadie regresa siendo el mismo después de hacerlo. No es igual estudiar y dar clases sobre la modernización en China, que verlo con sus propios ojos. Así que visitar China en 2015, 2017 y 2018, así como Japón en 2016, ha sido fundamental para comprender un poco más esas sociedades. Por otro lado, debo reconocer en mi formación la ayuda, orientaciones y enseñanzas de los profesores Hernán Lucena Molero (del CEAA), Robinzon Meza e Isaac López, ahora mis compañeros de trabajo, de quienes he recibido no sólo formación académica y crítica severa y sin vacilaciones en momentos de tareas incompletas, sino su valiosa amistad. Historiadores preferidos muchos, se me ocurre ahorita: Marc Bloch, Eric Hobsbawn, Ranajit Guha, Jean Chesneaux, Josep Fontana, Germán Carrera Damas… todos los cuales han contribuido mucho en mi formación, en la manera de cómo abordar los problemas que me he planteado investigar. Recomiendo como libros: Voces de la historia y otros estudios subalternos, de Ranajit Guha (Barcelona, Crítica, 2002); y China, de Henry Kissinger (Buenos Aires, Debate, 2012).

4. ¿Cuáles son sus líneas de investigación y por qué? ¿Cuál escuela historiográfica sigue y por qué? ¿En qué proyectos sobre historia está ahora?

Creo que algo de las distintas escuelas historiográficas que estudiamos (Positivismo, Materialismo Histórico, Annales, Estudios Subalternos, entre otras) nos ha quedado e inciden en nuestros trabajos. Mi área de investigación se ha concentrado en dar cuenta sobre la historia de los vínculos diplomáticos de Venezuela con las naciones de África y Asia, pero también algunos otros aportes en lo fundamental sobre la historia política y económica de Asia contemporánea. Para ello, el historiador debe dotarse de todas las herramientas necesarias para el abordaje de estos temas. La historia de las relaciones internacionales, juega un papel muy importante en mis trabajos. Actualmente estamos editando mi último libro sobre las relaciones Venezuela – Malasia, e investigando sobre las relaciones Venezuela – China para mi tesis doctoral.

5. En torno a los debates historiográficos y/o históricos: ¿Cuáles han atrapado su atención y/o cuáles ha estudiado? ¿Cuál es su posición ante ellos?

Debates historiográficos hay muchos e interesantes casi todos ellos. En el caso de Venezuela, sobre las etapas que explican su evolución histórica republicana, por ejemplo. En el caso de Asia, en China, la “adaptación” de su historia a las etapas propuestas por el Materialismo luego del fin del período dinástico a inicios del siglo XX; o la propuesta de los Estudios Subalternos hecha por el historiador indio Ranajit Guha. En el primero de los casos, prefiero dejarlo a quienes verdaderamente se han dedicado al problema. Sobre los otros descritos, si hemos debatido en varias oportunidades y argumentado sobre la imposibilidad de explicar Asia bajo el catecismo marxista; y también, analizado la interesante propuesta india de incorporar todos los sectores de una sociedad al análisis histórico. Es un tema interesante para el estudio y el análisis sin apasionamientos.

(Sigue mañana). 

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