LYNCH, John (1993) Caudillos en Hispanoamérica 1800-1850. Madrid: MAPFRE.
El autor posee una definición amplia de caudillo, al afirmar - en nuestra interpretación de su tesis - que es la forma del personalismo en hispanoamérica.
El caudillo posee tres rasgos:
1) una base económica: origen de su autoridad la cual emana de la tierra y el control de los recursos locales (acceso a hombres y abastecimientos);
2) una implantación social: poseía un historial que incluía la realización de determinadas hazañas que causaban viva impresión por su valentía (p.19), poseía una extensa familia y creaba una clientela que lo conduciría al poder y lo sostendría en ella; esta era la banda armada el núcleo y (p. 20) la periferia era una red de individuos dependientes y una serie de partidarios que desempeñaban diferentes papeles y tareas;
2) una implantación social: poseía un historial que incluía la realización de determinadas hazañas que causaban viva impresión por su valentía (p.19), poseía una extensa familia y creaba una clientela que lo conduciría al poder y lo sostendría en ella; esta era la banda armada el núcleo y (p. 20) la periferia era una red de individuos dependientes y una serie de partidarios que desempeñaban diferentes papeles y tareas;
3) proyecto político: obtener poder y riqueza mediante el uso de las armas.
Entre las tres la determinante es la segunda, entendiendo por tal la relación patrón-cliente que le facilitaba la conservación o creación de su principal medio de poder: la banda armada.
"El vínculo patrón-cliente es el mecanismo esencial del sistema caudillista (intercambio personal e informal de recursos económicos o políticos entre partes desiguales. Patrón: instituciones, tierra y favores; cliente: hombres, armas y suministros)." (p. 20).
Sigue el esquema terrateniente-campesino.
Terrateniete: busca el trabajo, obediencia, lealtad y respeto.
Campesino: busca un mínimo de seguridad física y social, tierra, crédito, medios de subsistencia y protección.
Campesino: busca un mínimo de seguridad física y social, tierra, crédito, medios de subsistencia y protección.
ORIGEN: Finales del siglo XVIII con la expansión de las propiedad privada, debido a la presión de las reformas borbónicas que exigían mayor producción a los criollos. Los criollos irrumpieron en la zona de frontera donde diversos grupos marginales de la población vivían libremente. Esto generó un conflicto entre hacendados y cuatreros lo cual se agravó con la destrucción de la institucionalidad monárquica en la independencia (pp. 35-40).
“La guerra en Venezuela fue más larga, más dura y más sangrienta que en Agentina. Los caudillos de los llanos estaban más comprometidos con el enemigo, entraron en combate más directamente y eran más independientes de las presiones gubernamentales que los caudillos de las pampas. Al mismo tiempo, combatían a escala mayor y con más recursos que en el Alto Perú y eran parte integrante del esfuerzo bélico. En un principio se enfrentaron y lueo cedieron ante los objetivos militares y políticos de Bolívar, pero al final preservaron sus bases de poder y sobrevivieron.” (pp. 84-85).
Entre los caudillos en Venezuela nombra los siguientes:
Pedro Zaraza en los llanos del norte,
Paéz llanos oeste,
Cedeño Caicara,
JT Monagas Cumaná,
Jesús Berreto y Andrés Rojas en Maturín.
Paéz llanos oeste,
Cedeño Caicara,
JT Monagas Cumaná,
Jesús Berreto y Andrés Rojas en Maturín.
Bolívar no lo considera un caudillo debido a que no tenía una base regional con banda armada, y su liderazgo es nacional e incluso va más alla de la nación; y, según el autor, se apega a las leyes y Constitución. Se percibe admiración hacia la figura de Bolívar. Culpa a los caudillos por los fracasos de Bolívar de 1816 a 1817. A partir de 1817 crea un ejército profesional y va debilitando a los caudillos. Pero lo largo de la guerra y lo amplio de los territorios permitió la autonomía y subsistencia de los caudillos.
Caudillos después de la guerra en Venezuela:
“Si Venezuela debía organizarse de forma pacífica, resultad esencial satisfacer y escoger a los caudillos. Bolívar realizó esto último de dos maneras: otorgándoles cargos regionales y proporcionándoles tierras. El 16 de julio de 1821, El Libertador promulgó un decreto que institucionalizó eficazmente el caudillismo. En el oeste creó dos regiones de carácter político y militar, una para Páez y otra para Mariño. Las provincias orientales fueron concedidas a Bermudez.” Al final Páez se fue imponiendo y se hizo caudillo nacional, debido a que estaba situado en Caracas. Mariño pierde su base de poder al ser movido. Los caudillos se quedaron en Venezuela cuando los profesionales acompañaron a Bolívar en la campaña del sur (p. 139).
Autor: Carlos Balladares Castillo.
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