Gracias a Noticiero Digital nos enteramos de esta noticia del diario El Mundo de España.
Omar Benel Laura Rivera Miami
Actualizado jueves 10/09/2009
Actualizado jueves 10/09/2009
Se calcula que más de 200.000 venezolanos residen solamente en el sur de la Florida. La cifra no deja de aumentar desde la llegada de Hugo Chávez al poder. Motivos económicos, de inseguridad y políticos son los más comunes. En algunos casos se están repitiendo los patrones que llevaron a abandonar Cuba a un gran número de cubanos tras el triunfo de la revolución castrista.
La juez Gisela Parra estaba a cargo del Consejo de la Magistratura de Venezuela cuando Chávez asumió el poder en 1998. En 2000 fue retirada de su cargo y a partir de entonces fue víctima de “persecuciones, represión, acusaciones sin fundamento legal y enjuiciamiento sin derecho a defensa”. Se considera la “prueba fehaciente de que en Venezuela no existe democracia, ni Estado de derecho. No hay respeto a la legalidad ni defensa de ningún tipo”.
Pero la mayor frustración de la magistrada fue haber visto “el retroceso de todo lo que se había conseguido en pos de la independencia del Poder Judicial y el Gobierno democrático. Lo que está pasando debería ser muy preocupante para el mundo entero, porque Chávez no sólo tiene conexiones con los terroristas latinoamericanos sino también con los de Oriente Próximo”.
Gisella Parra encabezó un exitoso proyecto nacional impulsado por el Banco Mundial -cinco años antes del Gobierno chavista-, para lograr transparencia en el Poder Judicial del país. “La propuesta nació porque siempre hubo cierta injerencia del Ejecutivo en lo que se denominó ‘tribus’, para controlar a ciertos jueces”. El resultado de este trabajo fue reconocido y la idea se exportó a varios países latinoamericanos.
Pero lo que fue un “grandioso adelanto en pos de la democracia” quedó en el olvido cuando se le otorgaron poderes “supra-constitucionales” a la Asamblea Constituyente y ésta intervino el Poder Judicial. Así, el Consejo de la Magistratura fue eliminado y Gisela Parra fue depuesta de su cargo.
Sin embargo, su defensa de los derechos civiles fue intensa. Ella creó una ONG para educar a los ciudadanos en los conceptos democráticos y la defensa de sus derechos. “Fui a todos los medios de comunicación que pude para denunciar las violaciones a la constitución, pero sólo conseguí ser reprimida, perseguida y enjuiciada”.
Violación a la ConstituciónParra luchó por hacer públicas las “violaciones a la Constitución que se hicieron desde el comienzo”. Quería crear un “terreno favorable para garantizar la impunidad y el control de todos los poderes”, en lo que hoy para ella es “una autocracia”.
La juez fue acusada de conspirar contra el régimen. “Además, me procesaron por delitos comunes y administrativos, por cosas absurdas que eran falsas. Era obvio que ellos me querían eliminar por mi conocimiento legal y mi experiencia”, explica.
“La gente me apreciaba, porque no fui nunca política, era una representante de la ciudadanía que había tenido el valor de enfrentarse por todas las cosas que violaban. Eso no les convenía a ellos para nada. Inventaron acusaciones falsas. No me permitieron el derecho a la defensa, me llevaron a los tribunales sin haber declarado en la Fiscalía siquiera. Me pusieron orden de detención, entonces me vi humillada, agredida y presa como les hicieron a tantas personas. Por eso me fui, en busca de la libertad”.
El hijo de Gisela Parra murió trágicamente por causas que aún no se han podido esclarecer. Ella decidió escapar de su país hace cuatro años y vive en Miami desde entonces. Su lucha continúa desde aquí, y su idea es reunir a todos los exiliados en una causa común, porque “ya son muchos los países involucrados en estos abusos de poder, debemos unir fuerzas desde afuera”. No entiende la pasividad de la comunidad internacional, puesto que “no se está viendo la gravedad de lo que está pasando”.
Un capitán de navío contra ChávezBernardo Jurado es capitán de navío de Venezuela, con 21 años de carrera en la Armada y cuatro años de academia. Su familia tiene una larga tradición de 165 años de historia de oficiales navales en la Armada de su país. El 26 de enero de 2006, Chávez lo acusó por televisión de que era espía de EEUU y de traidor a la patria.
“Salió en Globovisión anunciando una medida privativa de libertad en mi contra y mi abogado me dijo que había 30 años de presidio en mi contra y por eso salí del país. La causa de mi salida de Venezuela se debe a mi oposición a ese régimen porque desde que comenzó vi que tenía características de dictadura”.
Jurado era profesor de ocho universidades a la vez en Venezuela y no perdía la oportunidad de explicar a sus alumnos lo que estaba sucediendo en su país. Contaba las coincidencias que había con la historia de revolución cubana, la revolución bolchevique, y por eso “Chávez atentó contra mis derechos de libertad de expresión”.
Según Jurado, durante el régimen de Chávez hay personas que han sido encarceladas sin pruebas y han recibido penas de hasta 30 años, como el comisario Henry Vivas de la policía metropolitana de Caracas.
“En Caracas uno es perseguido permanentemente y la inseguridad es una política de Estado. Es más seguro vivir en Bagdad en plena guerra de Irak que en Caracas. En la guerra de Vietnam murieron 50.000 americanos. En Venezuela, desde que Chávez asumió el poder en 1999 han muerto más de 130.000 venezolanos”.
Para Jurado, el socialismo bolivariano de Chávez usa a la delincuencia común para atacar a los opositores, porque en pleno siglo XXI es inconcebible “mandar a la gente al paredón” como se hizo en la revolución cubana o en la rusa.
Chávez y los extremistasSegún Jurado, actualmente hay células de Hizbulá y Hamas en territorio venezolano, exactamente en el estado de Anzoátegui, y que están bajo protección del gobernador Tarek William Saab. En el estado de Zulia también hay una célula pequeña de Hamas.
“Este hemisferio está en peligro, desde México hasta la Patagonia. Y ha nacido el individuo que está liderando el movimiento del mal, uniéndose con todos los enemigos de EEUU como Irán, Corea del Norte o Rusia, que sigue acariciando la posibilidad de volver a [ser una] hegemonía mundial”.
El estudioso del exilio“El clima que se respira en Venezuela es opresivo y de inseguridad. Mucha gente hace reuniones en su casa para no sufrir agresiones”. Luis Prieto llegó a EEUU hace 17 años como funcionario del gobierno venezolano durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Fue vicepresidente del banco industrial de Venezuela y una vez que Chávez llegó al poder decidió no regresar a su país. Desde el inicio del régimen chavista estuvo dentro del grupo de la disidencia venezolana.
Al igual que Jurado, Prieto asegura que en su país se respira un clima de inseguridad. “La gente pone rejas, candados, cadenas porque temen ser asaltados. Muy poca gente transita por las calles en la noche. La persecución contra escuelas privadas ha aumentado. Hay un descenso continuo y notable en la calidad de vida de los venezolanos”, observa Prieto, que actualmente es director del diario ‘El Venezolano’ en Miami.
Desde que Chávez asumió el poder el éxodo venezolano ha ido en aumento. Según cifras extraoficiales, en el sur de Florida hay 200.000 venezolanos. En todo el país hay 50.000 venezolanos nacionalizados estadounidenses. 6.000 se nacionalizaron en el 2008. En 1999 ingresaron 15.000 venezolanos con visado de trabajo a este país. En 2008 la cifra se duplicó. Las personas con residencia permanente en 1999 eran apenas 1.500. En el 2008 han obtenido residencia permanente aproximadamente unos 11.000. Según el Departamento de Seguridad Interior, entre el 70% y el 75% de los venezolanos que hay en EEUU tienen su residencian en Florida.
Luis Prieto es un estudioso del éxodo venezolano de los últimos años. Afirma que la mayoría de sus compatriotas no están aquí por razones políticas, sino por razones de carácter familiar, económico o de cualquier otra naturaleza. Sin embargo, cree que “el éxodo de esos compatriotas responde a las condiciones creadas por Chávez en Venezuela: inseguridad personal, inseguridad jurídica, falta de empleo, discriminación de carácter político”.
Para corroborar las palabras de Prieto no hace falta ir muy lejos en las indagaciones. Se sabe que hay cuatro millones de venezolanos que firmaron en contra de Chávez en el referéndum del 2003 y que están en listas negras para evitar su acceso a puestos públicos. Además, según han declarado varios venezolanos les resulta casi imposible sacarse el pasaporte porque en los sistemas del gobierno aparecen marcados por su voto en el mencionado referéndum.
A pesar de todo, en EEUU hay venezolanos simpatizantes de Chávez. En el referéndum de este año hubo un total de 169 votos, de un total de 8,000, a favor de la propuesta de Chávez de la reelección indefinida. “El número de venezolanos que manifiestan su repudio a Chávez ha aumentado aquí en el sur de la Florida. El apoyo de la comunidad venezolana a Chávez no llega al 2,5%”, afirma Prieto. Para este hombre ha llegado la hora del cambio: “Hay que abrir la posibilidad a otra persona que pueda garantizar un tratamiento más razonable del tema de los derechos humanos, y acabe con la violación de principios de independencia de poderes cosa que Chávez ha ignorado”.
La juez Gisela Parra estaba a cargo del Consejo de la Magistratura de Venezuela cuando Chávez asumió el poder en 1998. En 2000 fue retirada de su cargo y a partir de entonces fue víctima de “persecuciones, represión, acusaciones sin fundamento legal y enjuiciamiento sin derecho a defensa”. Se considera la “prueba fehaciente de que en Venezuela no existe democracia, ni Estado de derecho. No hay respeto a la legalidad ni defensa de ningún tipo”.
Pero la mayor frustración de la magistrada fue haber visto “el retroceso de todo lo que se había conseguido en pos de la independencia del Poder Judicial y el Gobierno democrático. Lo que está pasando debería ser muy preocupante para el mundo entero, porque Chávez no sólo tiene conexiones con los terroristas latinoamericanos sino también con los de Oriente Próximo”.
Gisella Parra encabezó un exitoso proyecto nacional impulsado por el Banco Mundial -cinco años antes del Gobierno chavista-, para lograr transparencia en el Poder Judicial del país. “La propuesta nació porque siempre hubo cierta injerencia del Ejecutivo en lo que se denominó ‘tribus’, para controlar a ciertos jueces”. El resultado de este trabajo fue reconocido y la idea se exportó a varios países latinoamericanos.
Pero lo que fue un “grandioso adelanto en pos de la democracia” quedó en el olvido cuando se le otorgaron poderes “supra-constitucionales” a la Asamblea Constituyente y ésta intervino el Poder Judicial. Así, el Consejo de la Magistratura fue eliminado y Gisela Parra fue depuesta de su cargo.
Sin embargo, su defensa de los derechos civiles fue intensa. Ella creó una ONG para educar a los ciudadanos en los conceptos democráticos y la defensa de sus derechos. “Fui a todos los medios de comunicación que pude para denunciar las violaciones a la constitución, pero sólo conseguí ser reprimida, perseguida y enjuiciada”.
Violación a la ConstituciónParra luchó por hacer públicas las “violaciones a la Constitución que se hicieron desde el comienzo”. Quería crear un “terreno favorable para garantizar la impunidad y el control de todos los poderes”, en lo que hoy para ella es “una autocracia”.
La juez fue acusada de conspirar contra el régimen. “Además, me procesaron por delitos comunes y administrativos, por cosas absurdas que eran falsas. Era obvio que ellos me querían eliminar por mi conocimiento legal y mi experiencia”, explica.
“La gente me apreciaba, porque no fui nunca política, era una representante de la ciudadanía que había tenido el valor de enfrentarse por todas las cosas que violaban. Eso no les convenía a ellos para nada. Inventaron acusaciones falsas. No me permitieron el derecho a la defensa, me llevaron a los tribunales sin haber declarado en la Fiscalía siquiera. Me pusieron orden de detención, entonces me vi humillada, agredida y presa como les hicieron a tantas personas. Por eso me fui, en busca de la libertad”.
El hijo de Gisela Parra murió trágicamente por causas que aún no se han podido esclarecer. Ella decidió escapar de su país hace cuatro años y vive en Miami desde entonces. Su lucha continúa desde aquí, y su idea es reunir a todos los exiliados en una causa común, porque “ya son muchos los países involucrados en estos abusos de poder, debemos unir fuerzas desde afuera”. No entiende la pasividad de la comunidad internacional, puesto que “no se está viendo la gravedad de lo que está pasando”.
Un capitán de navío contra ChávezBernardo Jurado es capitán de navío de Venezuela, con 21 años de carrera en la Armada y cuatro años de academia. Su familia tiene una larga tradición de 165 años de historia de oficiales navales en la Armada de su país. El 26 de enero de 2006, Chávez lo acusó por televisión de que era espía de EEUU y de traidor a la patria.
“Salió en Globovisión anunciando una medida privativa de libertad en mi contra y mi abogado me dijo que había 30 años de presidio en mi contra y por eso salí del país. La causa de mi salida de Venezuela se debe a mi oposición a ese régimen porque desde que comenzó vi que tenía características de dictadura”.
Jurado era profesor de ocho universidades a la vez en Venezuela y no perdía la oportunidad de explicar a sus alumnos lo que estaba sucediendo en su país. Contaba las coincidencias que había con la historia de revolución cubana, la revolución bolchevique, y por eso “Chávez atentó contra mis derechos de libertad de expresión”.
Según Jurado, durante el régimen de Chávez hay personas que han sido encarceladas sin pruebas y han recibido penas de hasta 30 años, como el comisario Henry Vivas de la policía metropolitana de Caracas.
“En Caracas uno es perseguido permanentemente y la inseguridad es una política de Estado. Es más seguro vivir en Bagdad en plena guerra de Irak que en Caracas. En la guerra de Vietnam murieron 50.000 americanos. En Venezuela, desde que Chávez asumió el poder en 1999 han muerto más de 130.000 venezolanos”.
Para Jurado, el socialismo bolivariano de Chávez usa a la delincuencia común para atacar a los opositores, porque en pleno siglo XXI es inconcebible “mandar a la gente al paredón” como se hizo en la revolución cubana o en la rusa.
Chávez y los extremistasSegún Jurado, actualmente hay células de Hizbulá y Hamas en territorio venezolano, exactamente en el estado de Anzoátegui, y que están bajo protección del gobernador Tarek William Saab. En el estado de Zulia también hay una célula pequeña de Hamas.
“Este hemisferio está en peligro, desde México hasta la Patagonia. Y ha nacido el individuo que está liderando el movimiento del mal, uniéndose con todos los enemigos de EEUU como Irán, Corea del Norte o Rusia, que sigue acariciando la posibilidad de volver a [ser una] hegemonía mundial”.
El estudioso del exilio“El clima que se respira en Venezuela es opresivo y de inseguridad. Mucha gente hace reuniones en su casa para no sufrir agresiones”. Luis Prieto llegó a EEUU hace 17 años como funcionario del gobierno venezolano durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Fue vicepresidente del banco industrial de Venezuela y una vez que Chávez llegó al poder decidió no regresar a su país. Desde el inicio del régimen chavista estuvo dentro del grupo de la disidencia venezolana.
Al igual que Jurado, Prieto asegura que en su país se respira un clima de inseguridad. “La gente pone rejas, candados, cadenas porque temen ser asaltados. Muy poca gente transita por las calles en la noche. La persecución contra escuelas privadas ha aumentado. Hay un descenso continuo y notable en la calidad de vida de los venezolanos”, observa Prieto, que actualmente es director del diario ‘El Venezolano’ en Miami.
Desde que Chávez asumió el poder el éxodo venezolano ha ido en aumento. Según cifras extraoficiales, en el sur de Florida hay 200.000 venezolanos. En todo el país hay 50.000 venezolanos nacionalizados estadounidenses. 6.000 se nacionalizaron en el 2008. En 1999 ingresaron 15.000 venezolanos con visado de trabajo a este país. En 2008 la cifra se duplicó. Las personas con residencia permanente en 1999 eran apenas 1.500. En el 2008 han obtenido residencia permanente aproximadamente unos 11.000. Según el Departamento de Seguridad Interior, entre el 70% y el 75% de los venezolanos que hay en EEUU tienen su residencian en Florida.
Luis Prieto es un estudioso del éxodo venezolano de los últimos años. Afirma que la mayoría de sus compatriotas no están aquí por razones políticas, sino por razones de carácter familiar, económico o de cualquier otra naturaleza. Sin embargo, cree que “el éxodo de esos compatriotas responde a las condiciones creadas por Chávez en Venezuela: inseguridad personal, inseguridad jurídica, falta de empleo, discriminación de carácter político”.
Para corroborar las palabras de Prieto no hace falta ir muy lejos en las indagaciones. Se sabe que hay cuatro millones de venezolanos que firmaron en contra de Chávez en el referéndum del 2003 y que están en listas negras para evitar su acceso a puestos públicos. Además, según han declarado varios venezolanos les resulta casi imposible sacarse el pasaporte porque en los sistemas del gobierno aparecen marcados por su voto en el mencionado referéndum.
A pesar de todo, en EEUU hay venezolanos simpatizantes de Chávez. En el referéndum de este año hubo un total de 169 votos, de un total de 8,000, a favor de la propuesta de Chávez de la reelección indefinida. “El número de venezolanos que manifiestan su repudio a Chávez ha aumentado aquí en el sur de la Florida. El apoyo de la comunidad venezolana a Chávez no llega al 2,5%”, afirma Prieto. Para este hombre ha llegado la hora del cambio: “Hay que abrir la posibilidad a otra persona que pueda garantizar un tratamiento más razonable del tema de los derechos humanos, y acabe con la violación de principios de independencia de poderes cosa que Chávez ha ignorado”.
1 comment:
Hermano, te acabo de dejar un comentario en la entrada acerca de la teoría de la "falsa muerte de Ricaurte"
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