Artìculos de opinión de los historiadores venezolanos
En el diario La Verdad (ver aquí), el subrayado es nuestro.
La muerte de la historia
Ángel Rafael Lombardi Boscán /Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ
Que empeño la de este alicaído y arrogante Gobierno de los militares, que no del pueblo, en imponer a rajatabla su exclusivo punto de vista en detrimento de quienes se atrevan a disentir. Que lástima que la democracia como forma de vida plural no forme parte de sus más sentidas convicciones. El abuso de poder y su tendencia totalitaria le han llevado a desconocer los fundamentos de nuestro pasado. Se destruyen estatuas y se exaltan a bandidos como Maisanta; a un dictadorzuelo de poca monta como Cipriano Castro se le encumbra en el mismo Panteón Nacional; a Páez se le demoniza junto al período democrático iniciado en 1958 y todo ello a partir de una retórica agresiva, ofensiva y en el fondo falsa. La manera como éste Gobierno entiende la historia es como la entendían los nazis, es decir, como propaganda al servicio del Führer de turno.
Para los ''cerebros'' del régimen, la Historia como asignatura, ahora pasa a denominarse Ciencias Sociales; algo que si bien se mira con cuidado puede significar la integración de contenidos humanísticos en un sentido inter y muldisciplinario, pero también puede derivar en una historia mediatizada y confusa con límites imprecisos entre las otras ciencias. El área de sociales de acuerdo a la nueva propuesta curricular quedaría repartida de esta forma: 39 por ciento estaría dedicado a la Formación Ciudadanía, 25 por ciento de Historia de Venezuela, menos de 20 por ciento de Geografía, si acaso 10 por ciento de Historia Universal y 10 por ciento de Historia del Arte.
Lo más grave de todo esto es que la Historia y las Ciencias Sociales, materias con un alto sentido humanista, terminarán dándose concentrando toda la atención en los ''logros'' de los últimos nueve años del régimen chavista. Esta historia apologética y monopólica, carente de la más elemental y sana crítica, acaba de refrendarse con la reciente creación del Centro Nacional de Historia, una nueva corporación hecha a la medida del régimen y sus acólitos.
La Historia como ciencia comprensiva del pasado humano ahora es nada más y nada menos que un instrumento de ideologización.
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