SUNIAGA, Francisco (2008), El pasajero de Truman, Caracas: Mondadori.
Autor: Carlos Balladares
Me ha gustado, la narración es agradable; y aunque a medida que se lee, parece agotarse el tema; luego retoma con fuerza para finalizar con la tragedia: la enfermedad mental que nos deparó una historia de inestabilidad y fracaso. Ciertamente, no creo en esta tesis; pero hay momentos históricos de real inflexión, en el que un hecho cambia las tendencias, y nos hace transcurrir por caminos no transitados. Sin duda que uno de ellos, fue el golpe del 18 de octubre de 1945. Pasamos del positivismo de democracia tutelada y gradualista, al experimiento de una democracia partidocrática, populista y de las "mayorías". Y en el caso de la novela, se nos quiere mostrar que se pudo evitar esto; aunque al final el signo de la tragedia (a la griega) fue inexorable.
Me parece que tiene mucho de la actualidad que padecemos en Venezuela, los personajes en el pasado expresan el conocimiento de lo que nos pasará en el futuro. No creo que ni el intelectual más visionario, podía conocer con tal exactitud lo que vendría. Esto, en mi opinión, le quita atractivo; y termina por convertir a la novela en un ensayo de crítica política del autor. Por otro lado: el historiador y el científico social, obviamente, disfrutan el conocer las formas de pensar y los planes de gobierno expresados por Escalante, de una manera novelada; como si estuvieran entrevistando al testigo-protagonista de la historia. La entrevista es el método que usa el narrador para contarnos el relato, y esto puede ser atractivo para el científico pero peligrosamente tendiente al tedio para el que busca disfrutar de una novela.
Al final, creo que se debe rescatar el hecho que ya había resaltado Herrera Luque, y que Suniaga a explotado muy bien: la novela histórica, la historia fabulada, nos permite conocer la parte del pasado que las fuentes y la historiografía son incapaces de mostrarnos. Y además, que logra transmitir al mayor número de personas, las paradojas y dilemas de nuestro tiempo histórico. Muy posiblemente, logra describir la otra gran fuente de la historia: la memoria colectiva. ¿Acaso Escalante no fue la esperanza de un camino consensual entre dos Venezuelas?.
Francisco Suniaga nació en La Asunción, Nueva Esparta. Está casado y es padre de tres hijos. En el año 2005 publicó la novela “La otra isla” (Editorial Oscar Todtmann) muy bien acogida por el público y considerada por los críticos entre las mejores de todos los tiempos en Venezuela. En noviembre de 2008, publicó “El Pasajero de Truman” (Random House Mondadori), su segunda novela; un auténtico éxito entre lectores y críticos. La primera edición (6 mil ejemplares) se agotó en menos de tres meses y ya está en la calle la primera reimpresión.
Francisco Suniaga es educador, egresado del Instituto Pedagógico de Caracas, y abogado, de la Universidad Santa María. Cursó estudios de postgrado en la Universidad Central de Venezuela (Especialista en Derecho y Política Internacionales) y en Columbia University (Master of International Affairs). Ha sido profesor universitario por varios años y columnista de El Nacional, El Universal y Economía Hoy. Entre 2004 y 2007 dirigió la revista Exxito. (Angel Alayón, "Francisco Suniaga responde...", en Prodavinci, 19-II-2009)
Francisco Suniaga es educador, egresado del Instituto Pedagógico de Caracas, y abogado, de la Universidad Santa María. Cursó estudios de postgrado en la Universidad Central de Venezuela (Especialista en Derecho y Política Internacionales) y en Columbia University (Master of International Affairs). Ha sido profesor universitario por varios años y columnista de El Nacional, El Universal y Economía Hoy. Entre 2004 y 2007 dirigió la revista Exxito. (Angel Alayón, "Francisco Suniaga responde...", en Prodavinci, 19-II-2009)
1 comentario:
En linea general me gusto la novela, por cuanto aborda un tema tan interesante de nuestra historia contemporanea. Particularmente, yo que he tratado de cultivar esa historia, dicho acotencimiento me resulta casi de ficción, algo inesperado, confuso y misterioso. Siempre he creido que en medio de todo ese embrollo se encuentraban las manos silentes y nocivas de Arturo Uslar Pietri.Con recpecto a la trama no me convencio el intento del autor de novelar. En los episodios cuando los dos ancianos se reunian y hablar del pasado, faltó mucha imaginación para sustentar esos tramos, me parecieron fastidiosos, el resto del escrito me resultaba atractivo por los datos que brindaba que en mi casa eran nuevos. Creo que las diferencias con Herrera Luque son enormes pues considero a este último un gigante de la novela historica, de él he leido varias excelentes y fundamentales obras.
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