HISTORIA
Y CINE IV
No es ninguna
tarea fácil establecer cuáles son las mejores películas en la Historia del
Cine. Los gustos del público a lo largo del tiempo representan una disparidad
de criterios difícil de consensuar. Aunque no hay duda que los llamados
“clásicos”, aquellas películas intemporales ya cercanas al mito, conforman lo
esencial del arte cinematográfico. Toda escogencia termina siendo personal y
subjetiva, no obstante nos vamos a guiar por un baremo “mundial” de acuerdo a
la lista de expertos y los gustos del público masivo.
“Ciudadano
Kane” (1941) de Orson Welles. Incomprendida por muchos, es la película que
encabeza la gran mayoría de los rankings entre los conocedores y expertos. Es
una película fronteriza porque su propuesta revolucionaria partió en dos mitades
la forma en que se venía entendiendo al cine.
“El
Padrino” (1972) de Francis Ford Coppola. Inmortalizó a un camaleónico y
convincente Marlon Brando, considerado como el mejor actor en toda la historia
del Séptimo Arte. La historia de una familia italo-americana dentro del
submundo de la mafia en la ciudad de Nueva York, se desenvuelve a lo largo de
tres generaciones de una forma trepidante.
“Casablanca”
(1942) de Michael Curtiz. Recrea la historia de amor imposible entre Humphrey
Bogart e Ingrid Bergman dentro de los escenarios exóticos de un Marruecos en
tiempos de la II Guerra Mundial.
“Lo que
el viento se llevó” (1939) de Victor Fleming, George Cukor, Sam Wood. En su
momento fue la película que se rodó con el presupuesto más exorbitante: 4.25
millones de dólares, para contar en clave romántica y épica los sucesos de la
Guerra de Secesión (1861-1865) estadounidense. Inolvidable Clark Gable, en su
enérgico papel de Rhett Butler al lado de la atractiva y caprichosa Scarlett
O'Hara (Vivien Leigh).
“Luces
de la Ciudad” (1931) de Charles Chaplin. ¿Quién podría olvidar al personaje
romántico, idealista y emprendedor al que Chaplin dio vida? ¿Quién podría dejar
de reír a carcajada tendida en la escena del boxeo? ¿Quién podría no
emocionarse ante la escena final de la novia, anteriormente ciega, que
inesperadamente, descubre a su benefactor?
No hay
duda que la lista podría ampliarse con películas como: “Titanic” (1997) de
James Cameron, el fenómeno taquillero más reciente, “La Ley del Silencio”
(1954) de Elia Kazan, “Apocalypse Now” (1979) de Francis Ford Coppola, “2001:
Una odisea del espacio” (1968) de Stanley Kubrick y “Rashomon” (1950) del gran
director japonés Akira Kurosawa.
En
nuestra lista provisional estamos dejando por fuera a muchas otras películas de
iguales o superiores meritos, o aquellas que aún nos faltan por ver y
disfrutar. Lo significativo es que usted pueda convertirse en un cinéfilo
apasionado y fervoroso, aquel que es capaz de entregarse a un culto con
evidentes reminiscencias mágicas y ritualistas. Un espectador inteligente capaz
de explorar la aventura humana desde las imágenes en movimiento.
Dr.
Angel Rafael Lombardi Boscán
Director
del Centro de Estudios Históricos de LUZ
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