Artículos de opinión de los historiadores
Les dejo acá el artículo semanal del historiador Simón Alberto Consalvi que publica todos los domingos en El Nacional
Les dejo acá el artículo semanal del historiador Simón Alberto Consalvi que publica todos los domingos en El Nacional
La quinta columna
Noviembre 15, 2009
Durante los últimos diez años, el presidente Chávez viene anunciando que Estados Unidos se propone invadir a Venezuela de un momento a otro.
Quienes lo observamos con inevitable escepticismo hemos comprobado que después de tan terrible advertencia se dedica a cantar, a reír o a la celebración de sus propias ocurrencias. Por arte de magia desaparece el dramatismo de la denuncia, de modo que ya nos hemos habituado a la idea de que la amenaza externa carece de todo fundamento, y que va y viene en el discurso presidencial según sea el paso de las nubes.
Noviembre 15, 2009
Durante los últimos diez años, el presidente Chávez viene anunciando que Estados Unidos se propone invadir a Venezuela de un momento a otro.
Quienes lo observamos con inevitable escepticismo hemos comprobado que después de tan terrible advertencia se dedica a cantar, a reír o a la celebración de sus propias ocurrencias. Por arte de magia desaparece el dramatismo de la denuncia, de modo que ya nos hemos habituado a la idea de que la amenaza externa carece de todo fundamento, y que va y viene en el discurso presidencial según sea el paso de las nubes.
El Aló, Presidente del domingo 8 de noviembre tuvo otras características. Aun cuando regresaron las viejas referencias, la historia de que Estados Unidos piensa invadirnos y de que si nos invade se iniciará una guerra de cien años, en esta ocasión el Presidente involucró a Colombia como el brazo armado del imperio, país donde se trama la agresión a Venezuela. Las referencias guerreristas repercutieron de inmediato en los países de la región e, incluso, al otro lado del Atlántico. El Presidente dijo que tenía en su poder el acuerdo suscrito entre Colombia y Estados Unidos para el uso de bases militares. “Los militares yanquis expresó podrán andar en Colombia a sus anchas, por agua, por tierra, por aire, podrán usar el espectro radioeléctrico, es decir, Colombia es ya como un estado de la Unión, de hecho, pues, de hecho”. De ahí pasó el Presidente a las afirmaciones que alarmaron a los colombianos, a los brasileños, a los españoles, a medio mundo, pero de manera profunda a los venezolanos, seres pacíficos ahogados por un discurso que les es ajeno, y de cuya suerte él dispone unilateralmente.
Ni de Colombia ni de Estados Unidos conocemos amenazas.
La historia es otra, y está escrita por el Presidente de Venezuela. Transcribiré textualmente algunas de sus afirmaciones del domingo, y lo hago con el propósito de que se medite sobre la guerra de que habla el jefe del Estado.
Veamos quién declara la guerra y contra quién. Estas son las palabras tomadas de Aló, Presidente : “Entonces, compañeros militares, no perdamos un día en el cumplimiento de nuestra principal misión: prepararnos para la guerra y ayudar al pueblo a prepararse para la guerra, porque es una responsabilidad de todos. Ah, ¿los escuálidos? No, no. Los escuálidos son una quinta columna aquí. Sepámoslo, una quinta columna, ellos son apátridas, ellos son tan apátridas como la oligarquía colombiana, los oligarcas de aquí, y andan regados por todos lados”. De modo que más de 50% de los venezolanos (llamados “escuálidos” por el jefe de la revolución bolivariana) son aliados del enemigo o, peor, sus agentes activos, eso es la “quinta columna”. A la “quinta columna”, como en todas las guerras, le espera la peor parte del conflicto. Esta declaración de guerra contra los venezolanos ha sido opacada por la bullaranga general de las palabras, por el desafío altisonante y el menosprecio de la mayoría de la nación. En otras palabras, la “quinta columna” ya está sentenciada. ¿De qué no son merecedores los traidores a la patria? El llamado a las milicias bolivarianas no oculta sus propósitos. No sé cómo puede conciliarse la Carta Democrática Interamericana con la declaración de guerra a más de 50% de la población.
Fuera de Venezuela, y especialmente en Colombia, las arengas guerreristas despertaron y están despertando inquietud. Un portavoz de Brasil adelantó la posibilidad de una mediación entre los presidentes de Colombia y Venezuela. El canciller Celso Amorim precisó después la condición de que las partes la soliciten. Como quiera que esto parece improbable, la comunidad internacional, y en especial la regional, no puede cruzarse de brazos. Permitir que la guerra de las palabras avance en la perversión de las relaciones entre nuestros países, que se castigue de manera tan despiadada a las comunidades fronterizas, que se atente contra los procesos de integración, sería una confesión de incapacidad o, más grave aún, de indiferencia frente a una crisis impredecible.
En esta etapa democrática de América Latina es vital la toma de conciencia con el fin de consolidar el orden regional. Que ningún país viole impunemente los tratados internacionales. Si Unasur fue creada como una alternativa (sin la presencia de Estados Unidos), la validez de su porvenir descansa en sus iniciativas y no en su silencio. Si el Consejo Suramericano de Defensa está llamado a jugar un papel trascendental propiciando alternativas propias, la crisis entre Colombia y Venezuela no debe serle ajena. Perfectamente puede ser la instancia multilateral a la cual recurran ambos países, no para ser foro retórico, sino instrumento de verificación y compromiso.
El voto en el Senado de Brasil posponiendo la consideración del ingreso de Venezuela es la reiteración de que para formar parte de organismos multilaterales es preciso cumplir con sus fundamentos jurídicos, en especial aquellos que tienen que ver con el respeto a los derechos humanos no sólo dentro, sino también fuera de las fronteras nacionales.
sconsalvi @el-nacional.com
Ni de Colombia ni de Estados Unidos conocemos amenazas.
La historia es otra, y está escrita por el Presidente de Venezuela. Transcribiré textualmente algunas de sus afirmaciones del domingo, y lo hago con el propósito de que se medite sobre la guerra de que habla el jefe del Estado.
Veamos quién declara la guerra y contra quién. Estas son las palabras tomadas de Aló, Presidente : “Entonces, compañeros militares, no perdamos un día en el cumplimiento de nuestra principal misión: prepararnos para la guerra y ayudar al pueblo a prepararse para la guerra, porque es una responsabilidad de todos. Ah, ¿los escuálidos? No, no. Los escuálidos son una quinta columna aquí. Sepámoslo, una quinta columna, ellos son apátridas, ellos son tan apátridas como la oligarquía colombiana, los oligarcas de aquí, y andan regados por todos lados”. De modo que más de 50% de los venezolanos (llamados “escuálidos” por el jefe de la revolución bolivariana) son aliados del enemigo o, peor, sus agentes activos, eso es la “quinta columna”. A la “quinta columna”, como en todas las guerras, le espera la peor parte del conflicto. Esta declaración de guerra contra los venezolanos ha sido opacada por la bullaranga general de las palabras, por el desafío altisonante y el menosprecio de la mayoría de la nación. En otras palabras, la “quinta columna” ya está sentenciada. ¿De qué no son merecedores los traidores a la patria? El llamado a las milicias bolivarianas no oculta sus propósitos. No sé cómo puede conciliarse la Carta Democrática Interamericana con la declaración de guerra a más de 50% de la población.
Fuera de Venezuela, y especialmente en Colombia, las arengas guerreristas despertaron y están despertando inquietud. Un portavoz de Brasil adelantó la posibilidad de una mediación entre los presidentes de Colombia y Venezuela. El canciller Celso Amorim precisó después la condición de que las partes la soliciten. Como quiera que esto parece improbable, la comunidad internacional, y en especial la regional, no puede cruzarse de brazos. Permitir que la guerra de las palabras avance en la perversión de las relaciones entre nuestros países, que se castigue de manera tan despiadada a las comunidades fronterizas, que se atente contra los procesos de integración, sería una confesión de incapacidad o, más grave aún, de indiferencia frente a una crisis impredecible.
En esta etapa democrática de América Latina es vital la toma de conciencia con el fin de consolidar el orden regional. Que ningún país viole impunemente los tratados internacionales. Si Unasur fue creada como una alternativa (sin la presencia de Estados Unidos), la validez de su porvenir descansa en sus iniciativas y no en su silencio. Si el Consejo Suramericano de Defensa está llamado a jugar un papel trascendental propiciando alternativas propias, la crisis entre Colombia y Venezuela no debe serle ajena. Perfectamente puede ser la instancia multilateral a la cual recurran ambos países, no para ser foro retórico, sino instrumento de verificación y compromiso.
El voto en el Senado de Brasil posponiendo la consideración del ingreso de Venezuela es la reiteración de que para formar parte de organismos multilaterales es preciso cumplir con sus fundamentos jurídicos, en especial aquellos que tienen que ver con el respeto a los derechos humanos no sólo dentro, sino también fuera de las fronteras nacionales.
sconsalvi @el-nacional.com
3 comments:
La verdad es que me parece inverosimil, lo que está pasando en Venezuela, como estos ciudadanos de ese país se dejan atropellar por la dictadura de chavez, él no está en sano juicio y se permite vapulear con las personas en un país y los que estan con él por interes y no quieran a sus hermanos de sangre.
Veo y leo sobre Venezuela y no lo puedo creer que este orangutan mafioso pueda estar avalado por venezolanos decentes.
Valoro tu opiniòn y pasiòn, pero no estoy de acuerdo con los insultos. Creo que podemos criticar y rechazar sin ofender.
Gracias por el comentario.
Simón Alberto Consalvi hablando de totalitarismo???? Noooo juegue ahora si que se montó la gata en la batea. Cuas cuas cuas...no me hagan reír.
Hay que refrescar la memoria de mucho advenedizo que cree que lamiendo las suelas de la pseudo-oposición serán considerados como iguales o parte de la élite...
Ustedes los que van a marchas con piticos y banderitas y virgencitas y bailando samba y entonando aquellas cursis cancioncitas de "Libertad", serán aniquilados y puestos en el contenedor de basura en cuanto sus jefes lleguen al alto mando. Olvidense de esos afanes de "hacer historia" tomandose foticos y fingiendo desmayos, agresiones y demás para llamar la atención mundial...
Debemos recordar que Venezuela no ha tenido JAMAS democracia. Los adecos torturaban y mataban y reprimían y censuraban....hacían chanchullos y marramucias....
El propio Bolívar fue la cosa más vergonzosa e inhumana que tuvo nuestra infeliz patria...asesino que por quitame estas pajas mandaba a fusilar como si fuese el dueño del mundo...
Es muy cómodo querer "hacer patria" tecleando memeces en un apartamento de alguna urbanizacion de clase media con ínfulas de contris clus. adios coroto!!!!!
La patria se construye guerreando a pecho desnudo...sudando pateando esas calles, menequeteando el trasero.
Balla debería ser más objetivo..todos sus escritos están parcializados al servicio de la dictadura de la derecha...
pero ahí está nuestro comandante dando la guerra por un país mejor...luchando por los pobres, los debiles, los sin voz, los desdentados, los harapientos que nunca han tenido voz....
cambie su comodidad de clase media baja por la espada y salga a pelear que Venezuela está despertando y en el proceso necesitamos obreros no patiquines.....
Viva el General Gómez: unión, paz y trabajo......
Post a Comment