La última gran guerra justa
Autor: Carlos Balladares
Hoy se conmemoraron 63 años del desembarco Aliado en Normandía, una fecha que no podemos dejar de recordar. El Día D nos salvó de la ideología del mal: nazista, pero quizás también salvó a Europa occidental de esa otra doctrina que es el reverso del fascismo: el comunismo. ¿Por qué? Debido a que varios historiadores han afirmado que de no haber triunfado esta gran invasión militar (la mayor en toda la historia de la humanidad), la ofensiva rusa - que ya estaba en marcha para esa época - hubiera terminado en el Pirineo. Es difícil saber lo qué pudo pasar, otros historiadores argumentan que esto hubiera sido imposible; pero el hecho cierto es que este día es el recuerdo de un gran sacrificio que liberó a la humanidad de una tiranía maligna (por ser la nazi una de las más perversas, al ser genocida y nihilista).
El gran sacrificio liberador que se inició en estas playas, pude “verlo” en 1999. Ese año estuve en Normandía haciendo realidad uno de mis sueños: palpar el pasado estando en los lugares de la historia. Me quedé en Caen, y desde allí fui a varias playas y cementerios de soldados, en especial el estadounidense que queda frente a la playa Omaha (y que se ve en la película: Saving Private Ryan). Al caminar por estos inmensos jardines llenos de cruces y leer las lápidas, los años de nacimiento y muerte, los nombres, los rangos, los días en qué murieron: 06 de junio, 07 de junio de 1944 (días más quizás); pensé en las vidas perdidas (¿o salvadas?), en su juventud (no más de 20 años), en el dolor de sus familias. Sonará cursi, pero ante tantas cruces (y algunas estrellas de David), me detuve; y les agradecí el haber salvado con su sacrificio al mundo. No podemos olvidarlos, y la mejor manera de recordarlos: es seguir luchando contra las viejas y nuevas ideologías totalitarias. No hacer silencio nunca ante la maldad. Un historiador en esto no puedo ser imparcial, ningún ser humano puede serlo.
Autor: Carlos Balladares
Hoy se conmemoraron 63 años del desembarco Aliado en Normandía, una fecha que no podemos dejar de recordar. El Día D nos salvó de la ideología del mal: nazista, pero quizás también salvó a Europa occidental de esa otra doctrina que es el reverso del fascismo: el comunismo. ¿Por qué? Debido a que varios historiadores han afirmado que de no haber triunfado esta gran invasión militar (la mayor en toda la historia de la humanidad), la ofensiva rusa - que ya estaba en marcha para esa época - hubiera terminado en el Pirineo. Es difícil saber lo qué pudo pasar, otros historiadores argumentan que esto hubiera sido imposible; pero el hecho cierto es que este día es el recuerdo de un gran sacrificio que liberó a la humanidad de una tiranía maligna (por ser la nazi una de las más perversas, al ser genocida y nihilista).
El gran sacrificio liberador que se inició en estas playas, pude “verlo” en 1999. Ese año estuve en Normandía haciendo realidad uno de mis sueños: palpar el pasado estando en los lugares de la historia. Me quedé en Caen, y desde allí fui a varias playas y cementerios de soldados, en especial el estadounidense que queda frente a la playa Omaha (y que se ve en la película: Saving Private Ryan). Al caminar por estos inmensos jardines llenos de cruces y leer las lápidas, los años de nacimiento y muerte, los nombres, los rangos, los días en qué murieron: 06 de junio, 07 de junio de 1944 (días más quizás); pensé en las vidas perdidas (¿o salvadas?), en su juventud (no más de 20 años), en el dolor de sus familias. Sonará cursi, pero ante tantas cruces (y algunas estrellas de David), me detuve; y les agradecí el haber salvado con su sacrificio al mundo. No podemos olvidarlos, y la mejor manera de recordarlos: es seguir luchando contra las viejas y nuevas ideologías totalitarias. No hacer silencio nunca ante la maldad. Un historiador en esto no puedo ser imparcial, ningún ser humano puede serlo.
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