Expertos critican que se invoque un plan de hace 72 años para hacer viviendas hoy
Para justificar la construcción de unas 700 viviendas en el Paseo Vargas (al lado de la avenida Bolívar), desde el gobierno se invocó una iniciativa de hace 72 años: el plan Rotival.
Según el arquitecto Martín Padrón, miembro de la Oficina Presidencial de Planes y Proyectos, este nuevo proyecto es un rescate de aquel viejo plan, y ahora en el Paseo Vargas se copiará lo positivo que tenía.
Hasta los vecinos que se han lanzado a la calle en la última semana para protestar contra el anunciado desarrollo habitacional en la avenida Bolívar parecen dar por bueno este argumento, y lo más que han hecho es criticar que se pretenda aplicar ideas de 1939 en la Caracas de 2011.
Sin embargo, muchos expertos atacan el corazón del argumento, y aseguran que ese plan Rotival que se ejecutó a medias y que tanto debate suscitó en su momento, no tiene nada que ver con hacer unos edificios para albergar damnificados.
El arquitecto Fruto Vivas dice por ejemplo que el Rotival era un plan vial, no residencial, y que invocarlo ahora para poner allí unas viviendas es producto de la manipulación o de la ignorancia.
Leopoldo Provenzali, ex secretario de Planificación Urbana, recuerda que este plan se proponía darle una majestuosidad a Caracas, inyectarle fuerza urbana a su centro, sacarla de su condición de aldea y convertirla en una de las capitales de Suramérica, y que "recordar ahora el plan Rotival porque se quieren construir edificios es un despropósito".
Aquella comisión de tres arquitectos franceses y tres arquitectos venezolanos (de los mejores que ha tenido el país: Carlos Guinand, Gustavo Wallis y Carlos Raúl Villanueva) que diseñó el plan Rotival en 1939 pretendió construir una avenida monumental, trasladar los campos Eliseos de París a Caracas, pero Provenzali cree que hoy nadie querría rescatarlo: "A lo mejor no era necesaria la construcción de un eje monumental para rescatar el centro, y creo que el plan Rotival era más simbólico que técnico o funcional. Pero que ahora quieran resucitarlo solo porque se les ocurrió levantar unos edificios... no, por favor".
A destiempo
El arquitecto Marco Negrón cree por su parte que ni siquiera tiene sentido estar hablando hoy de un plan que se diseñó cuando Caracas tenía 200 mil habitantes y 3 mil carros.
Afirma además que se trataba de un plan macro, sin demasiados detalles. Pretendía implantar en Caracas un bulevar parisino desde Los Caobos hasta El Calvario, un mausoleo para los restos del Libertador en su extremo oeste, en lo alto de El Calvario, y la sede del Congreso donde está El Silencio, una gran avenida que uniera el este con el oeste y a los lados edificaciones de oficinas públicas y ministerios, no residenciales. Finalmente lo único que se hizo, doce años después, fue la avenida Bolívar. En cualquier caso, coincide en que se trataba de un proyecto en el que lo residencial era marginal.
Para él lo que hoy se pretende hacer en la avenida Bolívar es un "parche" antes que un proyecto, un parche que además se colocará de manera inconsulta, una imposición a los vecinos de tres parroquias (Santa Rosalía, Candelaria y San Agustín), un retroceso con respecto al Paseo Vargas que se hizo en los 80, que fue el último intento de revivir a Rotival. Entonces se mantuvo la avenida solo con la ilusión de hacerla peatonal algún día.
El arquitecto Víctor Artís tampoco cree que tenga mucho sentido estar resucitando planes que se hicieron cuando Caracas terminaba en el Nuevo Circo. Y menos que un proyecto como el Rotival, que pretendía crear todo un centro político administrativo a escala metropolitana, se desempolve ahora "solo porque a unos funcionarios se les ocurrió que se podía construir unos edificios en unas zonas verdes de la avenida Bolívar".
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