He tenido la oportunidad (o la mala oportunidad) de ver la película Zamora: Tierra y hombres libres. A penas empiezo a verla, me pregunto: ¿Ese no es el comienzo de 300? Pues es idéntico, sólo le falto la sangre… la exaltación de las armas y la violencia es la misma. ¿Ezequiel no era catire? Ese Zamora me parece muy mestizo para lo que nos ha enseñado la historia. Por cierto: ¿Todo lo tienen que decir en rima?. La música muy alta, y no le cuadra para nada a la escena en el llano de los toros coleados. Páez si está excelente. La edición no está nada mal. Juan Vicente González que era mestizo ahora es un catire…¡Qué arroz con mango!. Se valora la escena de la batalla, muy bien hecha. Pero en general la película es propaganda y de la mala, pareciera que en cualquier momento aparecerá Chávez en Aló Presidente. A Zamora se le quiere catalogar de comunista en la película (un adelantado de su tiempo) cuando fue liberal. Por otro lado siempre se presenta el pueblo de forma impersonal: masa bondadosa que no comete un solo pecado, que no expresa la individualidad de cada personaje, siempre el mismo: sufriente y bueno.
El problema de las películas históricas de la Villa del Cine es el sacrificio del arte por la propaganda. Por otro lado, no logran explicar lo que pasa en la historia, el espectador tiende a perderse. Me parece el colmo que se quiera mostrar como cobarde a varios personajes que, aunque humanos, fueron valientes: casos de Antonio Leocadio Guzmán y Juan Crisóstomo Falcón. LA verdad es que se padece viendo este tipo de cine, hay un cansancio del mismo discurso. No hay nuevos aportes, debieron inspirarse en el Triunfo de la voluntad de Leni Riefenstahl lo cual es más cercano a sus intenciones, pero en vez de filmar el Congreso del Partido Nazi grabar cualquier congreso del PSUV o uno de los tantos actos en el Teresa Carreño. Si, ya sabemos, la Villa del Cine sabe decir: “Ordene mi comandante, ordene”.
El problema de las películas históricas de la Villa del Cine es el sacrificio del arte por la propaganda. Por otro lado, no logran explicar lo que pasa en la historia, el espectador tiende a perderse. Me parece el colmo que se quiera mostrar como cobarde a varios personajes que, aunque humanos, fueron valientes: casos de Antonio Leocadio Guzmán y Juan Crisóstomo Falcón. LA verdad es que se padece viendo este tipo de cine, hay un cansancio del mismo discurso. No hay nuevos aportes, debieron inspirarse en el Triunfo de la voluntad de Leni Riefenstahl lo cual es más cercano a sus intenciones, pero en vez de filmar el Congreso del Partido Nazi grabar cualquier congreso del PSUV o uno de los tantos actos en el Teresa Carreño. Si, ya sabemos, la Villa del Cine sabe decir: “Ordene mi comandante, ordene”.
3 comments:
Hola Profeballa:
Lamentable lo que estoy leyendo.
Yo tambien hubiese ido a ver la pelicula. Ya lo dice Ud "ordene mi comandante".
El problema de los que se quieren perpetuar, quieren demostrar un historia que solo ellos quisieran haber escrito....
Saludos
Saludos. Bueno, esta es mi opiniòn. Creo que hay dinero para hacer mejores cosas, pero claro, esa no es la intenciòn. PEro digo, incluso como propaganda se puede hacer mejor. Aunque no hay que negarlo, el actual règimen es experto en propaganda, pero no en el uso del cine como propaganda.
Totalmente cierto lo que dice.
hola mi nombre es lili y quiero decirle a todos son una cuerda de escualidos tontos, tengan criterio propio no esperen que los demas hablen para ustedes repetir. investiguen payasos. bola de PPPP...
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