Cae el ingreso pero el Gobierno eleva en 93% sus importaciones
Exportaciones no petroleras se ubican en el nivel más bajo en trece años
Las estadísticas sugieren que el país se encamina a un período de estancamiento y alta inflación (Archivo)
El declive de los precios del petróleo evapora el ingreso de divisas y obliga a contener las importaciones, pero el impacto no se reparte equitativamente entre el sector público y las empresas privadas. Las estadísticas del Banco Central registran que en el primer trimestre de este año las importaciones del sector público, excluyendo las compras asociadas a la actividad petrolera, representan 1.639 millones de dólares, una magnitud que se traduce en un salto estelar de 93% respecto al mismo lapso de 2008, mientras que en el ala privada de la economía experimentan un modesto avance de 2,3%. El Banco Central afirma que el incremento en las importaciones del sector público, que se ubican en el nivel más elevado para un primer trimestre desde 1997, básicamente responde a compras de motores, turbinas, transmisores, teléfonos móviles, alimentos, metales, aparatos eléctricos y productos químicos. Todo indica que en el corto plazo las importaciones de las empresas privadas comenzarán a descender de forma evidente. El Banco Central les desembolsa divisas que previamente ha autorizado Cadivi, y en el primer trimestre de este año las asignaciones se contraen 35%. Analistas estiman que parte de las importaciones del sector privado que el BCV contabiliza en el primer trimestre corresponden a pedidos realizados en meses anteriores.
Más rentistas
La posibilidad de que en el corto plazo las empresas privadas disminuyan su dependencia de los dólares que distribuye el Gobierno es prácticamente nula. Las exportaciones no petroleras, una tarea básica para diversificar las fuentes de ingresos y disminuir la subordinación de la economía al precio del barril, se ubican al cierre del primer trimestre en 718 millones de dólares, la magnitud más baja en trece años aun incluyendo el paro empresarial de 2003. Desde febrero de 2005, la administración de Hugo Chávez mantiene anclado el tipo de cambio oficial en 2,15 bolívares por dólar a pesar de que la inflación venezolana acumula en este período un salto superior a 80%, un desajuste que alienta las importaciones y desestimula las exportaciones. Así, 92% de las divisas que ingresan al país provienen del petróleo, una relación que en 1998 se ubicaba en 72%. José Guerra, director de la escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela, sostiene en un análisis sobre el desempeño del primer trimestre que el control de precios, la ocupación de fábricas y lo que califica como "un clima de hostilidad", son factores que también impactan a la industria nacional, que registra una caída de 1,1% en la producción.
La estanflación
La radiografía sugiere que la economía venezolana se encamina a un período de estancamiento, con crecimiento de tan sólo 0,3% en el primer trimestre y alta inflación, de hecho, los precios acumulan un salto de 29,4% en los últimos doce meses. Esta combinación de dos efectos tóxicos (estancamiento del crecimiento e inflación) es lo que técnicamente se conoce como estanflación, enfermedad que Venezuela ya padeció durante el gobierno de Luis Herrera Campíns. De no revertirse este cuadro la población puede estar a las puertas de un período difícil. Si la producción no aumenta, las empresas no van a necesitar de nuevos trabajadores, y por tanto el empleo se tornará escaso. A la vez, el incremento de los precios muerde la capacidad de compra del salario. Organismos como el Fondo Monetario Internacional estiman que este año la economía venezolana caerá 2,2% en un entorno donde el declive del crudo obliga a recortar tanto el gasto público como el privado. vsalmeron@eluniversal.com
Víctor SalmerónEL UNIVERSAL
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