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Herencia Hispana
11 Agosto, 2011
Es harto común creer que el pasado se puede pensar de la misma manera como percibimos el presente. El pasado es una especie de telaraña con mil aristas que se difumina con el transcurrir de los años. Los recuerdos nos llegan selectivamente, y los historiadores, permanentemente, traicionamos el pasado con sus hechos y personajes bajo la impronta de una ideología políticamente sospechosa y deleznable.
Este vicio presentista bajo la forma de anacronismo histórico tiende a deformar el pasado superponiendo modas conceptuales y teóricas que suplantan a los hechos en sí. Pocas veces se hace el esfuerzo de recuperar la esencia de una época siendo respetuoso de la misma. Tanto, sobre el periodo hispánico como acerca de su legado, nuestra Historia Nacional lo considera indigno de mención. Y todo ello porque nuestros “padres”, nuestros próceres, ungieron con sangre el nacimiento de una nueva Patria. La violencia fue el signo vital de nuestra nueva andadura por el mundo como venezolanos. Desde entonces se hizo un corte quirúrgico en el océano del tiempo para hacer recomenzar nuestra Historia en un solo y épico momento: la gesta de la Independencia, y todo ello, obviamente, en contra de la tiranía española.
La herencia española y su recuerdo fue condenado al olvido y la descalificación más abyecta. La Leyenda Negra anti española de origen protestante e inglés se ensanchó aún más con los furibundos escritos de Bolívar. Luego, el vencedor se abocó a suplantar la historia por el mito, la leyenda y la fantasía. De repente todas nuestras más esenciales influencias fueron externas, que si el Enciclopedismo, que si la Revolución Francesa y la de los Estados Unidos. Todo un pueblo lanzado a favor de una idea de Independencia en contra del oprobioso y dañino colonialismo hispano. La Historia reducida a un maniqueísmo simplista que siempre le da la razón a quienes terminan por prevalecer.
Hoy es atrevido señalar que la Independencia se hizo a pesar de sus mismos instigadores, y que la filosofía anticolonialista, que supuestamente les animó actuar, una completa falsedad. Lynch y compañía hoy deben ser revisados. A la Independencia se llegó por que Napoleón descabezó a los reyes españoles luego de 1808, y no tanto porque existió un movimiento antiespañol que lo justificase. Los blancos criollos actuaron en un principio en defensa de la Monarquía Hispánica, y más luego, en contra de Francia. Sino como explicar que la clase social más privilegiada, la de los mantuanos, haya puesto los debidos reparos para aceptar la igualación social de la “muchedumbre” de los pardos al establecer en la primera Constitución del país una ciudadanía sólo para los propietarios, es decir, ellos mismos.
La herencia hispana fue la más influyente para llevar a cabo la misma Independencia nacional, algo que hace poco era una autentica herejía el solo poder manifestarlo. Nuestra lengua, nuestra religión, lo esencial de nuestra tradición y cultura bebe en las secuelas de una historia compartida que ya es momento de reconciliar y asumir.
Dr. Angel Rafael Lombardi Boscán
Director del Centro de Estudios Históricos de la Universidad del Zulia
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