En los últimos años ha ido muriendo la generación de venezolanos que vivió (e hizo realidad) la Venezuela moderna durante el siglo XX. El sábado le tocó al escritor Adriano González León, el cual nos dejó su obra literaria “País portátil” y que me obligaron a leer en la escuela durante mi adolescencia, obligación que disfruté inmensamente.
La última vez que lo vi en persona, fue en Las Mercedes en la esquina de la avenida Río de Janeiro donde quedan las oficinas del club “Puerto Azul” el año pasado. Adriano caminaba solitario un tanto perdido, la verdad es que me dejo algo preocupado. Su “voz” ya no se escuchaba en la opinión pública. A sus familiares mi sentido pésame.
La última vez que lo vi en persona, fue en Las Mercedes en la esquina de la avenida Río de Janeiro donde quedan las oficinas del club “Puerto Azul” el año pasado. Adriano caminaba solitario un tanto perdido, la verdad es que me dejo algo preocupado. Su “voz” ya no se escuchaba en la opinión pública. A sus familiares mi sentido pésame.
En estos tiempos dijo:
Para mí es inconcebible que muchos compañeros con quienes construimos una idea de la izquierda venezolana hoy estén tan confusos y no hayan aprendido la lección brutal del fascismo, el nazismo, el gran engaño del estalinismo y, sobre todo, la construcción artificial de esas repúblicas socialistas, que no fueron sino países espantosamente sometidos y vejados.
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