domingo, diciembre 02, 2012

El amigo e historiador Daniel Terán-Solano relata la historia electoral de Venezuela (I)


BREVÍSIMA HISTORIA ELECTORAL DE VENEZUELA

Publicado por FACTOR INTERNACIONAL el 27 de noviembre de 2012 ·

Por Daniel Terán-Solano*


En este crucial año 2012, año de importantes elecciones para nuestro país, siempre será necesario reflexionar sobre la importancia de este derecho y deber cívico, y nunca estará de más apelar en ése ejercicio reflexivo a una mirada atenta al pasado, para recordar de dónde venimos y saber mejor a dónde podemos llegar.

Aquí presentamos una apretada síntesis histórica sobre la evolución del hecho electoral en nuestro país, para que analicemos mejor los pasos andados y podamos internalizar más claramente que el voto como arma ciudadana es una importante conquista histórica del Venezolano, aún antes de ser venezolano, y que nunca debemos dejar de valorar, estimar y sobre todo: utilizar.

Los antecedentes más remotos

Es común pensar hoy en día, con tantas elecciones a la mano, que el hecho electoral es algo reciente, pero nada más alejado de la realidad. En nuestro país, mucho antes que se constituyera incluso como Nación, se practicaron elecciones. Por supuesto eran muy diferentes a las que hoy conocemos y estamos acostumbrados a ver y participar.

En el siglo XVI, concretamente en la décadas de 1510 y 1520 se constituyeron en el territorio de Venezuela los primeros Cabildos, los antecedentes de nuestros actuales Concejos Municipales, y que eran una institución existente ya en España desde fines de la Edad Media, y que se implantaría en toda América con la conquista y colonización europea. En ellos se escogían las figuras del Alcalde, Regidor y Procurador. Fueron Nueva Cádiz (en la isla de Cubagua) en el oriente y Coro, al occidente, los primeros dos sitios que instalaron Cabildos, y los primeros lugares de la futura tierra de Venezuela donde se hicieron elecciones. Por supuesto que sólo podían participar los blancos y españoles, que tuviesen casa en la zona, supiesen leer y escribir. Las mujeres y los naturales de América tenían vedada la participación.
Pero en el trascurso de los 300 años de dominio colonial hispánico el proceso electoral se modificó paulatinamente, aunque no de manera radical: llegaron a existir incluso los Cabildos de Indios, donde los pueblos originarios de América escogían a sus Caciques y se les reconocía tal condición dentro de la jurisdicción colonial española. Por otro lado, cada ciudad llegó a constituir su propio Cabildo, y lo que fue una institución exclusivamente de españoles, poco a poco se fue convirtiendo en el recinto predominante de los descendientes de ellos: los americanos.

Sólo podían formar parte de él los blancos criollos, propietarios, que tuvieran casa poblada en la zona y fueran gente de respetabilidad y honor. Por tanto los pardos, mestizos e isleños (y también los negros) o los vecinos que no tuvieran ingresos suficientes, no podían formar parte del Cabildo ni mucho menos resultar elegidos. Una vez más estaban excluidas las mujeres.
Los criterios raciales-económicos que imperaron en la forma de elegir, determinó el sector social que terminaría ocupado con exclusividad dicho espacio: el de los blancos criollos o mantuanos, quienes como casta, estamento o clase se vieron fortalecidos por su gran poder económico y desearon cada vez más consolidar su poder total.

En efecto, los criollos venezolanos, llamados “los grandes cacaos”, gozaban de gran preeminencia social, pero se sentían limitados: no podían aspirar a mayores cargos que los del Cabildo, a pesar que fueran nobles y ricos, y hubieran logrado que el Rey de España creará para Caracas una Universidad, no podrían ser Gobernadores, comandantes militares, jueces o administradores reales de estas tierras que ellos ya hacían prosperar como propias.

Y serían ésos anhelos por elegir mayores cargos con mayores responsabilidades, los que motivarían en gran medida los hechos de nuestra independencia política de España un 19 de abril de 1810, justamente en el Cabildo de Caracas.

El siglo XIX republicano: Nuestra proto-historia electoral

Nuestro siglo XIX comienza con la Independencia, y aunque en ella imperará la guerra, no estuvo exenta de importantes episodios electorales que bien vale mencionar y recordar siempre para la posteridad.

El 11 de junio de 1810 la Junta Suprema de Venezuela que había asumido el poder tras el 19 de abril, llamó a elecciones generales. Era la primera vez que se convocaba algo semejante: ya no se trataba de un Cabildo, sino que se estaba convocando un Congreso General de todas las provincias que componían Venezuela, excepto las que se mantuvieron fieles a España (a saber: Coro, Maracaibo y Angostura, hoy Ciudad Bolívar) Esta sería pues, la primera gran elección, en el sentido moderno de la palabra de nuestra Historia, aunque todavía era muy diferente al método y modo que conocemos y practicamos hoy en día.

Estas fueron unas elecciones para una Asamblea Constituyente, siguiendo exactamente el modelo del Congreso Continental de los Estados Unidos (1774-1775), La Asamblea Nacional de Francia (1789) y de algún modo, el que sería de Las Cortes de España que se constituirían en 1812.

Los requisitos serían muy parecidos a los que imperaban en la época colonial, sólo que ahora privan más los aspectos económicos que los raciales y hay más influencia de ideas modernas (de la filosofía de la Ilustración liberal), pero aún con esto las formas de escogencia y los requisitos no dejan duda quiénes podrán ser elegidos y qué sector va a predominar: Sólo en Caracas, por ejemplo, pueden votar 230 personas y son elegidos 6 diputados, todos son blancos criollos y propietarios: No figuran pardos, ni canarios ni mucho menos españoles que posean bienes de fortunas. (Ni hablar de indios, negros y mulatos)

Son las primeras elecciones censitarias, o sea la condición fundamental para poder elegir y ser elegido se determina según un censo que determine la riqueza y posición económica.
44 diputados serán elegidos y se constituirían en cuerpo el 2 de marzo de 1811, convirtiéndose así en el primer parlamento venezolano

Ello serán los que el 5 de Julio declararán solemnemente la Independencia de la “Confederación americana de Venezuela”, título que sería el primer nombre oficial de nuestro país. Más tarde, ellos mismos discutirían y sancionarían la que sería también nuestra primera Constitución Nacional, la del día 21 de diciembre de 1811, la tercera en todo el mundo moderno, después de los Estados Unidos (1787) y Francia (1791)

Pero casi inmediatamente sancionada dicha carta magna, terminó el período de las leyes y elecciones en la Independencia. Del formalismo del derecho, pasamos a la violencia de los hechos y la Independencia venezolana se convirtió en sinónimo de guerra: Araure, San Mateo, La Victoria, La Puerta, Urica, Casa Fuerte, San Félix, Mucuritas, Matasiete, Las Queseras del Medio, Boyacá, Carabobo, el Lago de Maracibo, etc. Serán los campos de batalla que nos recordaran el período.

Apenas se volverán a realizar 3 elecciones más, pero totalmente incompletas porque no todos los territorios están ocupados por las fuerzas patriotas-independentistas: en 1818 para convocar el Congreso de Angostura, en 1821 para el Congreso de Cucutá y para la elección presidencial en la Gran Colombia. Son elecciones de “segundo grado”, es decir: los votantes elegirán a unos representantes que proporcionalmente menores en número escogerán los cargos definitivos mediante la figura de “colegios electorales”.

Vale destacar que en las de la Gran Colombia serían las únicas donde Bolívar sería candidato presidencial, obteniendo un sonoro triunfo: en las elecciones de 1825, ahora ya con todos los territorios liberados de la Gran Colombia, Bolívar obtuvo 583 votos de los 609 que podían emitir los colegios electorales. (Más del 80% de los votos) Sin embargo, el vicepresidente electo, Francisco Paula de Santander no contó con igual suerte: obtuvo apenas 286 votos y en las provincias del distrito de Venezuela (Apure, Caracas, Orinoco y Zulia) no sacó ni 1 sólo voto, pues ellas apoyaron en masa al candidato venezolano, el general Pedro Briceño Méndez.
Así que ya en estas elecciones se veía el germen de la división presente, y en menos de 5 años se hizo sentir, haciendo que se disolviera la Unión grancolombiana soñada por el Libertador, pero impráctica desde motivos políticos, (nacionalismo venezolano) y geográficos (un país muy grande para manejar) como económicos (el inmenso estado de devastación producto de dos décadas de guerra por la independencia) e internacionales (la derrota definitiva de España, hacía innecesaria la unión, ya que se había vencido al gran enemigo en común)

Una vez disuelta la gran Colombia en 1830, lo primero que se hizo en Venezuela fue convocar un Congreso constituyente para redactar una nueva Constitución y formalizar la independencia de Venezuela, tanto de España como de nuestros vecinos de Nueva Granada. Así, el general José Antonio Páez, recibiendo el mandando de una asamblea celebrada en Caracas, el 27 de diciembre de 1829, llama a elecciones en todas las provincias para el 29 de enero de 1830, consolidando así la separación de Venezuela de la unión gran colombiana.

Con éste acto electoral, se reunirá El 6 de mayo de 1830 el Congreso de Valencia, con el cual comenzaría nuestro siglo XIX republicano e independiente (tanto de España como de la Gran Colombia) siglo de caudillos y guerras civiles, por tanto de pocas elecciones, las cuales sin embargo, analizaremos más detenidamente.

Continuaremos en una próxima entrega…

*Daniel Terán-Solano es Licenciado en Historia (UCV) Candidato a Doctor en Historia y cursante de la escuela de Educación en la misma casa de estudios. Ha sido docente por 15 años en el área de Ciencias Sociales, especialmente en Historia universal e Historia contemporánea de Venezuela.

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