lunes, diciembre 03, 2012

La historia del arte en Venezuela durante el siglo XX desde la perspectiva de Sofía Imber



Acaba de aparecer un libro que comienza a contar una larga y prodigiosa historia. La historia de las artes plásticas en el siglo XX en Venezuela. La profesora Arlette Machado dialogó durante muchos días con Sofía Imber, la interrogó, la condujo a los hechos del pasado, la precisó, y ahora aparecen estas “memorias conversadas” que constituirán una referencia, como decimos, en el proceso de las artes plásticas en nuestro país. El libro, Mil Sofía, aparece bajo el sello editorial de Libros Marcados.

Esto de Mil Sofía puede ser enigmático. Quizás quiere decir que en Sofía conviven muchas Sofías o que, en efecto, imaginamos de esas conversaciones que se prolongaron durante mil y una noches. Tanto tiene que decir Sofía, ha vivido en medio de épocas de signos antagónicos, tanto en Venezuela como en Europa, y aquí cuenta también sus orígenes personales y los de su familia cuando tuvieron que huir de la Revolución rusa, y cómo llegaron un buen día a Venezuela. Nació en Besarabia. Desde su niñez, Sofía estuvo siempre en el ojo de la tormenta. Nadie es tan venezolano como ella, ni ha aportado tanto ni ha padecido tanto, y sin embargo, nadie tampoco tiene su fuerza y su optimismo.

Estuvo siempre en el ojo de la tormenta, como personaje mediático Sofía mantuvo durante décadas, con su esposo Carlos Rangel, el programa de televisión Buenos Días, por el cual desfilaron los más famosos y los más polémicos. Sin discriminación y también sin consideración, quienes concurrieran allí sabían de antemano que las preguntas serían dilemáticas y que no cabrían las medias tintas. Sofía dirigió revistas y escribió una columna con un título que habla por sí mismo: “Yo, la intransigente”.

Cuando decimos que en estas conversaciones se relata o se cuenta la historia de las artes plásticas en Venezuela es porque Sofía conoció, trató y escribió sobre los grandes, Reverón, Cabré, Castillo, Monasterios, Soto, Alejandro, Cruz Diez, Zapata, Borges, pero también porque fundó el Museo de Arte Contemporáneo, el más importante de América Latina y en cuyas salas dejó un legado verdaderamente excepcional de la gran pintura del siglo XX, desde Picasso y Matisse hasta Henry Moore, Francis Bacon, Rivers, Lobo, Rauschenberg, Segal, Botero. Por su amistad con Sofía, Botero le donó al museo más de 25 grandes obras.

Para demostrarle a Sofía y al mundo que aquel Museo y aquellos miles de obras no valían nada, y que él disponía de todos los poderes, un día el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela destituyó a la señora Sofía Imber de la dirección del Museo de Arte Contemporáneo que ella había creado con tanta pasión. Todo, en nombre de la revolución y del Libertador Simón Bolívar, guía supremo.

Nota: Pienso, si me permiten, que este no es el final de la historia.
@consalvi2013

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