El submarino alemán hundido en La Blanquilla
Por Clemente Balladares,
A finales de julio de 1943 el submarino alemán U615 se encontraba en las aguas frente a la costa central de Venezuela. Su capitán; Ralph Kapitsky, tenía solo un mes de haber cumplido los 28 años y acababa de hundir su cuarta victima en la ruta Maracaibo-Curazao. Con dos torpedos incendió al petrolero holandés Rosalía y mató a 23 de sus tripulantes, solo trece sobrevivieron a ese hundimiento.
Para comienzos de agosto, un avión comercial avistó al U615 cerca de la isla de La blanquilla, el submarino navegaba muy lento y no se sumergía. Este fue reportado a la Marina Norteamericana tanto de las unidades VP204 y VP205 en Trinidad. Empleando sus radares ubicados en el morro dorsal de los hidroaviones de doble cola Martin PBM Mariner era relativamente fácil hallar nuevamente en aquel desierto de agua cualquier periscopio o escasa silueta que presentasen los submarinos enemigos al emerger. Al encontrar su objetivo los bombarderos daban vueltas alrededor del submarino enemigo buscando el mejor ángulo de ataque, sin embargo esto no sería tan fácil para los Estados Unidos.
El Teniente Erskine en el Mariner (204P6) fue el primero en acercarse a la nave de Kapitsky con su tripulación de nueve hombres. Su parche de escuadrón en los uniformes de la tripulación, lucia una caricatura de indígena americano con una lámpara en su mano derecha y una bomba en su izquierda a modo de señal de búsqueda y destrucción. El nutrido fuego de la antiaérea del submarino de Ralph no lo dejó liberar bien sus bombas y se retiro en la tarde del 5 de agosto.
El relevo de estos fue un Mariner designado VP205P4. Durante el mediodía del 6 de agosto, este fue derribado por los artilleros de Kapitsky. Su piloto, teniente Anthony Matusky, había logrado impactar al submarino, además reportó por radio a la base de Chaguaramas en Trinidad que el mismo tenía la proa fuera del agua y navegaba lentamente a 2 nudos de velocidad. Matusky indicó a la base que realizaría una segunda pasada. A la 1:48pm se escuchaba por la radio: ¡Dañados, Dañados, Fuego! Fue lo último que se supo del VP205P4 y todos sus tripulantes. Días posteriores se hallaron restos de una de las puntas de sus grandes alas y una sola pequeña balsa inflable desgarrada.
Mas tarde a las 2pm, el teniente Lewis Crockett, piloto del escuadrón VP204 volaba el Mariner(205P11) prestado de la unidad VP205 debido a la disponibilidad de estas aeronaves para ese momento. Buscaba el hidroavión de Matusky, pero recibió una primera señal de radar para submarino y volando a 500 metros sobre el mar ya a doce kilómetros del U615 lo avistó a pesar de la distancia. La nave de Kapitsky navegaba pausado y de sus costados se notaba humo azuloso producto del único motor que le funcionaba.
El turno de bombardeo siguiente era para el teniente Dresbach quien llegaba en su Mariner de letras (204P8) para las 6:20pm del 6 de agosto. Claramente lograban ver su blanco a 20 kilómetros de distancia, no fue necesario usar el radar, también se notaban sobrevolando la zona tanto el otro PBM como un Ventura. Al entrar en vista del objetivo, Dresbach bajó desde los mil metros directo al blanco a pesar del nutrido fuego de la antiaérea de 37mm del submarino. Kapistky ordenó concentrar su antiaérea en el recién llegado quien picaba hacía el. Al momento crítico del ataque, dos de esas balas con sus casi cuatro centímetros de grueso entraron por la proa del hidroavión. Limpiamente atravesaron el panel de instrumentos, una desgarró el hombro derecho del piloto y la otra lo alcanzó mortalmente en el pecho. Con la cabina bañada en sangre, Dresbach colapsó en su asiento, pero el teniente Christian como copiloto tomo inmediatamente el control de la nave. Christian no tuvo que soltar las cuatro bombas MK44 ya que en un último acto de vida el piloto las había liberado. La crucial tarea del copiloto ahora era recuperar altitud para lo cual empleo ambas manos en los controles halando hacia el. Recibiendo más castigo de los cañones de Kapitsky, pasó rugiendo sus dos motores con el blanco vientre del Mariner a menos de 70 metros sobre el U615.
A bordo del U615, Kapitsky había sido herido gravemente en la cadera izquierda. Ralph dio el mando al primer oficial, Herbert Schlipper, quien decidió seguir en la pelea. Todos los heridos a bordo del submarino se ataron a su nave. El artillero principal había muerto. Los muchachos restantes continuarían la lucha.
A las 4:50am siendo dirigido por el último Mariner (205P15) del teniente Joster, Milton da el golpe definitivo…nunca más se vería al U615, ni a tres de sus tripulantes, tampoco a Kapisky que según cuentan los marineros murió en horas de la madrugada cuando ellos mismos abrieron las válvulas de inundación y soltaron una bengala roja.
Esta batalla aeronaval frente a nuestras costas esta catalogada como una de las más largas entre un submarino alemán y aviones norteamericanos. Se tienen registros de otros U-boats quienes navegaban la zona y que gracias a la acción de Kapistky lograron alejarse del peligro que representaba el Caribe para ese momento. Los aviadores de la US Navy más destacados en esas horas fueron condecorados con cruces de vuelo distinguido. Más de una docena de bombas recibió el U615 durante casi tres días. Por su parte ese submarino derribó un Mariner con sus 9 tripulantes y cobró la vida de otro piloto, mas los heridos y todo el esfuerzo que costo acabarlo. El reconocimiento de los alemanes nunca llegaría ni para los 43 sobrevivientes, ni para los cuatro sacrificados. Se estima que ese uboat se encuentra a unos mil metros de profundidad cerca de La Blanquilla y sus restos no han sido ubicados aun con exactitud sin embargo esta historia es real.
Sobre el autor
Clemente Balladares desde el año 2000 labora en el Ministerio del Ambiente en la conservación de Fauna Acuática. Ocupa su tiempo libre como investigador aficionado en Historia y particulamente veteranos de guerra donde se ha dedicado ha develar la vida de combatiente relacionados a Venezuela y Latinoamérica.
1 comentario:
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