Yo viví en el Bilbao de la “tregua de ETA” (1999), y aprendí la doble cara del movimiento terrorista nacionalista vasco; el cual usaba simultáneamente las acciones legales e ilegales para lograr sus objetivos. Era normal ver como cuando su partido (Batasuna) la “agarraba” con un grupo o persona, a los días la (s) persona (s) criticada era objeto de un atentado terrorista. Piensen en los cuatro atentados terroristas de las últimas semanas en Venezuela, poseen un actor material: un movimiento guerrillero llamado “Venceremos” (¿coincidencia el nombre?), y un actor intelectual… sí la respuesta es la misma que en el caso vasco: el que señaló el objetivo previamente.
Es hora de detener esto (hoy ya es el cuarto atentado que cometen y el primer muerto), y quien puede hacerlo es precisamente - tal como dicen los chamos - “el mismísimo papá de los helados” en la Venezuela de hoy.
Imagen: fachada de la Embajada de España tal como la dejaron.
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