"La Venezuela perenne"
MARIANO NAVA CONTRERAS | EL UNIVERSAL
viernes 14 de noviembre de 2014 12:00 AM
Un libro útil y valioso me ha llegado por fin: se trata
de La Venezuela perenne. Ensayos sobre aportes de venezolanos en dos
siglos (Universidad Pedagógica Experimental Libertador, 2014), coordinado
por los historiadores Yuleida Artigas, Jean Carlos Brizuela y José Alberto
Olivar. Se trata, como su nombre lo dice, de veintidós ensayos escritos por
especialistas de todo el país, sobre un aspecto de la obra o la vida de igual
número de venezolanos que hicieron aportes a la construcción de Venezuela en
estos dos siglos y poquito de vida republicana que llevamos. El volumen, de
cierta extensión, está dividido en tres grandes partes: una primera dedicada a
"Escritores y literatos: ideas, letras y nación"; una segunda
titulada "Historiadores, geógrafos y pedagogos: maestros de
generaciones", y una final llamada "Políticos y estadistas:
forjadores del orden democrático". Allí hay reunidos trabajos interesantes
y originales acerca de venezolanos tan disímiles como Juan Vicente González y
Rómulo Betancourt, Mario Briceño Iragorry y Rafael Caldera, Alberto Carnevalli
y Pablo Vila. Sin embargo, tres características fundamentales acercan a estos
veintidós personajes: todos eran venezolanos, hicieron contribuciones
fundamentales a su patria y, sobre todo, eran civiles.
En realidad, un trabajo como La Venezuela perenne forma parte de un proyecto mucho más ambicioso que desde hace años vienen desarrollando estos jóvenes historiadores, y que tiene que ver con la reivindicación del aporte a la construcción de la República por parte de una mayoría de venezolanos que no abrazaron la carrera de las armas, la revalorización de la obra de aquellos civiles que desde el intelecto y la acción política y pacífica ayudaron a construir nuestro país desde los días de la Independencia. En ese respecto, me parece útil citar algunas de sus palabras introductorias: "constituye la edición de este libro la más clara oportunidad para dar a conocer, en tiempos de tantas carencias y debilidades institucionales republicanas, la obra más representativa de veintidós venezolanos comprometidos desde sus distintos ámbitos de actuación intelectual y política, en la construcción de un país que procura y pretende alcanzar el progreso material, la estabilidad democrática y la justicia social que tanto le ha costado a lo largo de su historia".
Hay que decir que en esta corriente de investigación histórica hay dos publicaciones anteriores, La opción republicana en el marco de las Independencias. Ideas, política e historiografía 1797-1830 (coordinada por Jorge Bracho, Jean Carlos Brizuela y José Alberto Olivar, Academia Nacional de la Historia / Universidad Metropolitana, 2012) y Levitas y sotanas en la edificación republicana. Proceso político e ideas en tiempos de emancipación(coordinada también por Jean Carlos Brizuela y José Alberto Olivar, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, 2012). En ellas, como puede apreciarse por sus títulos, se explora la participación de civiles (políticos e intelectuales) y eclesiásticos, esta vez en los hechos inaugurales de nuestra vida republicana, deslinde necesario y saludable donde los haya, si bien peligroso, especialmente en días tan confusos como los que estamos viviendo.
Pienso que La Venezuela perenne es un justo homenaje desde su título mismo, pues la frase está tomada del nombre de uno de los libros de un autor merideño del siglo XIX que precisamente aquí se estudia, Don Gonzalo Picón Febres, una de cuyas obras tengo el honor de analizar para este trabajo. Se trata, pues, de un necesario rescate de nuestra memoria como país, de un justo homenaje a nuestros héroes civiles, que como todos sabemos, son tan heroicos como los otros. En tiempos tan confusos, en que un exacerbado militarismo pudiera hacernos creer que la única forma de servirle a este país es a través de las armas, este libro demuestra a las claras que Venezuela, contrario a lo que pretende aquella oprobiosa sentencia, es mucho más que un cuartel.
@MarianoNava
En realidad, un trabajo como La Venezuela perenne forma parte de un proyecto mucho más ambicioso que desde hace años vienen desarrollando estos jóvenes historiadores, y que tiene que ver con la reivindicación del aporte a la construcción de la República por parte de una mayoría de venezolanos que no abrazaron la carrera de las armas, la revalorización de la obra de aquellos civiles que desde el intelecto y la acción política y pacífica ayudaron a construir nuestro país desde los días de la Independencia. En ese respecto, me parece útil citar algunas de sus palabras introductorias: "constituye la edición de este libro la más clara oportunidad para dar a conocer, en tiempos de tantas carencias y debilidades institucionales republicanas, la obra más representativa de veintidós venezolanos comprometidos desde sus distintos ámbitos de actuación intelectual y política, en la construcción de un país que procura y pretende alcanzar el progreso material, la estabilidad democrática y la justicia social que tanto le ha costado a lo largo de su historia".
Hay que decir que en esta corriente de investigación histórica hay dos publicaciones anteriores, La opción republicana en el marco de las Independencias. Ideas, política e historiografía 1797-1830 (coordinada por Jorge Bracho, Jean Carlos Brizuela y José Alberto Olivar, Academia Nacional de la Historia / Universidad Metropolitana, 2012) y Levitas y sotanas en la edificación republicana. Proceso político e ideas en tiempos de emancipación(coordinada también por Jean Carlos Brizuela y José Alberto Olivar, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, 2012). En ellas, como puede apreciarse por sus títulos, se explora la participación de civiles (políticos e intelectuales) y eclesiásticos, esta vez en los hechos inaugurales de nuestra vida republicana, deslinde necesario y saludable donde los haya, si bien peligroso, especialmente en días tan confusos como los que estamos viviendo.
Pienso que La Venezuela perenne es un justo homenaje desde su título mismo, pues la frase está tomada del nombre de uno de los libros de un autor merideño del siglo XIX que precisamente aquí se estudia, Don Gonzalo Picón Febres, una de cuyas obras tengo el honor de analizar para este trabajo. Se trata, pues, de un necesario rescate de nuestra memoria como país, de un justo homenaje a nuestros héroes civiles, que como todos sabemos, son tan heroicos como los otros. En tiempos tan confusos, en que un exacerbado militarismo pudiera hacernos creer que la única forma de servirle a este país es a través de las armas, este libro demuestra a las claras que Venezuela, contrario a lo que pretende aquella oprobiosa sentencia, es mucho más que un cuartel.
@MarianoNava
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