Pino Iturrieta: La revisión de la Historia no puede ser una imposición política
En 1974, el historiador Elías Pino Iturrieta publicó todos los materiales sobre Cipriano Castro que reposaban en los archivos históricos de Miraflores, bajo el título Castro: Epistolario Presidencial: 1899-1908, y afirma que, aún cuando ahí no se oculta ninguna información sobre el presidente venezolano conocido como "el Cabito", sí admite que hay muchos aspectos sobre él que quedan por revisar. De hecho, considera que debe hacerse.
"La historia tiene que revisarse cuando es necesario, y cada generación reclama una lectura distinta de la historia", dijo Pino Iturrieta, en entrevista con El-Nacional.com. "Cada posteridad verá al ayer de manera distinta, eso es así y es recomendable que sea sí. Pero es una necesidad social, no una imposición política".
El historiador se refiere a la propuesta del diputado Miguel Rojas de Guárico de revisar los textos históricos de Venezuela, pues se estaría incurriendo en una deformación de la figura de Castro, quien fuese derrocado en 1908 por quien fuera su compadre y vicepresidente, el general Juan Vicente Gómez, mientras estaba fuera del país.
"Yo creo que efectivamente hace falta una interpretación más aguda de su paso por la historia, porque Castro es un personaje sumamente contradictorio", explica Pino Iturrieta. "Fue un personaje altivo en materia internacional, pues Castro se enfrentó con mucho coraje con la invasión de las potencias europeas en 1902, lo que fue el bloqueo de las costas venezolanas, y encendió una llama de nacionalismo muy digna de atención. Eso es un aspecto que debe reedificar.
"Pero a la vez, Cipriano Castro fue un dictador sin excusas, un tirano que llegó a cometer torturas y robos a la administración pública", añade. "Esa parte no se puede revindicar, sino que se tiene que aclarar frente a la sociedad venezolana. De manera que Castro da bastante alimento para una revisión, ofrece mucho para que los historiadores se puedan ocupar de eso".
Pino Iturrieta insiste que debe hacerse por profesionales, y no debe pretenderse presentar una lectura unilateral de los hechos, algo que considera el Gobierno ha hecho de manera constante.
"En el caso de la actual revolución bolivariana, ha querido cambiar al pasado para ponerlo al servicio de un proyecto político de actualidad, y se encuentran suficientes evidencias en el empeño de Chávez en relación a la vida de Bolívar y la guerra federal de Zamora" dijo. "Ya no se trata de una necesidad social sino una intención de naturaleza política".
En este aspecto, Pino Iturrieta critica que se quiera imponer la tesis de que fueron las figuras trasnacionales las que auparon a Gómez a derrocar el gobierno de Castro, lo que condujo a una dictadura de 27 años. Pino Iturrieta aclara, sin embargo, que los Estados Unidos, en este caso el gobierno del presidente Theodore Roosevelt, no está exento de culpa.
"En el golpe de estado contra Castro es evidente que estuvo presente la Casa Blanca, sobre eso no hay duda", explicó. "En la Guerra Libertadora, que es un movimiento de caudillos liderado por un banquero, el general Manuel Antonio Matos, se contó con recursos de la General Asphalting Company, es decir, con el propio Nelson Rockefeller, que le dio 10.000$ para que la hiciera. Sobre eso no cabe duda.
"Sin embargo, Castro triunfa sobre la Guerra Libertadora, y Castro logra imponer su voluntad en relación con las presiones de los EE UU en materia petrolera", continúa. "[La Casa Blanca] trató de provocar un golpe, y lo logró al final, pero fue como producto de la decadencia política y física del sistema venezolano y el equilibrio del general Castro. El general Castro se emborracha, el general Castro se dedica a la calistenia sexual, el general castro despacha en los burdeles, el general Castro se olvida de gobernar. El problema radica en que no podemos atribuirle a un factor externo las urgencias internas, los problemas internos.
"Eso quiere mucho la cultura chavista: atribuirle a un factor poderoso y malévolo que viene del extranjero los errores, las injusticias, las fallas y las incompetencias del gobierno venezolano", concluye.
De todos modos, Pino Iturrieta aclara que hay muchos libros que han tratado a profundidad la figura del "Cabito", que bien pueden consultarse para hacer una revisión seria: Los Días de Cipriano Castro, de Mariano Picón Salas; 1902: La Crisis Fiscal y el Bloqueo de Marcel Rodríguez Campos; un estudio sobre la Guerra Libertadora y la intervención de Estados Unidos en ella escrito por Nikita Hardwich Vallenilla; uno reciente del doctor Simón Alberto Consalvi titulado La Guerra de los Compadres; algunas fuentes primarias sobre ese punto que se publicaron gracias al empeño de Ramón J. Velásquez; y el que el mismo Pino Iturrieta mandó a publicar, Castro: Epistolario Presidencial: 1899-1908. "Ahí no van a hacer hallazgos que no se conocen, el punto es tomar esas informaciones tan útiles y tan valederas y sin el particular que un diputado se convierta en Cristóbal Colón".
Admite no conocer el libro Cipriano Castro. El Eterno Peregrino, publicado por el Parlamento Andino, que es el que habría motivado al diputado Rojas a pedir la revisión, pero hay tanta información que Pino Iturrieta considera que igualmente se puede hacer una revisión seria sin caer en proselitismo político. "Con la dosis adecuada se puede transmitir eso a los colegiales, pero no se trata de hacer una estatua, sino de decir la verdad", concluye el historiador. "Y la verdad se debe manejar desde una perspectiva profesional, desde un equilibrio metodológico, desde una amplitud de criterios. No sé si eso quepa en los proyectos de este diputado que busca la resurrección de Cipriano Castro. O mejor dicho, de la beatificiacón de Cipriano Castro".
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