Historia personal
Hoy me conseguí con mis dos mejores amigos de la universidad.Tenemos 13 años de graduados del pregrado. ¡Qué paradoja! Al que vive en Venezuela no lo veía desde la graduación, al otro que vive en EEUU tan sólo tres años. Es increíble que en los tres se expresa, de algún modo, parte de la realidad de nuestro país: uno no vió futuro (sus palabras: “no pienso ser cómplice de esta dictadura”) y se fue del país hace 6 años, logrando después de mucho trabajo vivir con dignidad; otro se incorporó al chavismo gozando hoy de altos sueldos (sus palabras: “hay que sobrevivir, qué importa ponerse una franela roja y repetir lo que esos enfermitos quieren oir”); y por último, un refugiado en su propio país, uno que carga la “estrella amarilla”, que intenta sobrevivir sin vender sus principios.
El exiliado logró la nacionalidad extranjera, y cree que es hora de un levantamiento con las mismas armas con las que es atacada la oposición. Yo le hablé de las terribles consecuencias para el país, pero él no desistió de su idea. El chavista por el contrario, se sentía feliz en su situación holgada de empleado público bien pagado; señalado que lo que le molestaba de sus compañeros de trabajo y de partido era que fueran tan poco formados en lo ideológico, y dedicados al robo y a la “jaladera” al Presidente. Me dijo: “me molesta, además, que el gobierno no se decide a asumir la dictadura de una buena vez”, y luego, lo que me pareció una contradicción, dijo: “la élite en el poder no entiende que el comunismo no es sostenible en el tiempo; de toda la élite de la revolución, de cada diez, ocho son “enfermitos” comunistas que no entienden la realidad de los tiempos que vivimos”.
Blogalaxia Tags: Venezuela chavismo historia Testimonios
Hoy me conseguí con mis dos mejores amigos de la universidad.Tenemos 13 años de graduados del pregrado. ¡Qué paradoja! Al que vive en Venezuela no lo veía desde la graduación, al otro que vive en EEUU tan sólo tres años. Es increíble que en los tres se expresa, de algún modo, parte de la realidad de nuestro país: uno no vió futuro (sus palabras: “no pienso ser cómplice de esta dictadura”) y se fue del país hace 6 años, logrando después de mucho trabajo vivir con dignidad; otro se incorporó al chavismo gozando hoy de altos sueldos (sus palabras: “hay que sobrevivir, qué importa ponerse una franela roja y repetir lo que esos enfermitos quieren oir”); y por último, un refugiado en su propio país, uno que carga la “estrella amarilla”, que intenta sobrevivir sin vender sus principios.
El exiliado logró la nacionalidad extranjera, y cree que es hora de un levantamiento con las mismas armas con las que es atacada la oposición. Yo le hablé de las terribles consecuencias para el país, pero él no desistió de su idea. El chavista por el contrario, se sentía feliz en su situación holgada de empleado público bien pagado; señalado que lo que le molestaba de sus compañeros de trabajo y de partido era que fueran tan poco formados en lo ideológico, y dedicados al robo y a la “jaladera” al Presidente. Me dijo: “me molesta, además, que el gobierno no se decide a asumir la dictadura de una buena vez”, y luego, lo que me pareció una contradicción, dijo: “la élite en el poder no entiende que el comunismo no es sostenible en el tiempo; de toda la élite de la revolución, de cada diez, ocho son “enfermitos” comunistas que no entienden la realidad de los tiempos que vivimos”.
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2 comments:
Me he dado cuenta de muchas cosas desde que comencé a vivir en este lugar. La primera de ellas, es que la mayoría de los Venezolanos en el extranjero que están en contra del gobierno, no tienen ningun tipo de esperanza en su país y venden a Venezuela como una tierra que antes fue cocechada pero se ha hecho infertil con el tiempo.
No estoy de acuerdo con esa posición que han creado muchos de nuestro propio país. Mientras el gobierno se encarga de vendernos un pais que no existe, la opocisión (o gran parte de ella)se encarga de convencernos del hecho de que Venezuela esta completamente destruida y no tiene ningun futuro... me rehuso a perder la esperanza en mi país y no se que me da mas coraje, si un gobierno que promete demasiado o una oposición que todo lo destruye.
No creo que haya elección. Venezuela es un país prometedor, no me gusta ver como un posible totalitarismo se construye; pero tampoco me gustaria ver al mando un gobierno que no crea en su gente ni en su país.
Mi unica recomendacion es mantener los ojos lo suficientemente abiertos para que nadie ponga en ellos imagenes no vistas. Una revolución politica no es la solución a nuestros problemas. Nuestras acciones cotidianas, en cambio, en cambio, son la verdadera revolución.
Todos fuimos hechos para hacer la guerra, es por eso que los verdaderos revolucionarios son los que luchan por la paz todos los días.
Gracias pro tu visita!!!
en parte tienes razón, no creo que la oposición sea tan homogénea como la describes.
saludos
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