Una vez más me lo pregunto (porque ya lo hice en un post anterior) y a pesar de lo crudo que pueda ser, me parece necesario por la memoria histórica, y más aun como una “deuda” que tiene toda la sociedad con las víctimas; narrar la historia del dolor que genera la delincuencia en nuestro país. Hay que repetirlo: “estoy seguro que en la memoria de la mayoría del pueblo venezolano van a quedar estos tiempos en los que morían aproximadamente más de 30 personas diarias por homicidios”, porque todos somos víctimas y porque el dolor nos rodea.
Ante esta realidad, me parece un deber como historiador dedicarle un tiempo (no se si semanal o quincenal, pero debe poseer cierta frecuencia) a esta historia olvidada por muchos. El dolor debe ser lo fundamental, pero también las estadísticas, los tipos de crímenes, los intentos de soluciones y un largo etc. Este post es una breve introducción a futuros posts que desarrollen este tema: la pequeña historia de todas las semanas; pero no describirla los lunes como la prensa sino los viernes antes que empiecen los terribles fines de semana en que se inflan las estadísticas del dolor.
El problema con la historiografía que deseo iniciar es su actualidad, y por tanto la dificultad de equilibrar hechos como los que relatan los títulos de las noticias siguientes: "A mi hijo lo mataron como a un perro, yo no quiero vivir más" vs. Carreño aseguró que bajó índice de muertes .
Hoy es viernes, fin de quincena, y comienza la noche. A todos les aconsejo incrementar las medidas de seguridad, ser prudentes y evitar al máximo las “situaciones de riesgo”; que no seamos parte por nuestra imprudencia de esta terrible historia.
Artículo recomendado como una rápida visión del tema: Gerónimo Figueroa en el Diario Antorcha de Anzoátegui.