Hoy
terminé las clases en el curso sobre siglo XX. No es fácil explicarle a chamos
entre 18 y 20 años lo que fue la Guerra Fría, pero al intentarlo yo recuerdo
cómo la viví. El conflicto permanente entre dos mundos que parecían destinados
a no entenderse jamás, y de repente: ¡Gorby!, un hombre afable y carismático, expresión
de una gran crisis interna, que en poco tiempo hace que todo se derrumba con la
presión de los pueblos en las calles exigiendo libertad. Quizás en la Venezuela
actual no sea tan difícil entender ese conflicto entre dos sistemas, y espero
también que muy pronto se derrumbe este absurdo retro que ha sido el chavismo.
En este marco, en
estos pensamientos hoy pude ver - en los pocos momentos de descanso que tengo -
la película: Big miracle (2012), que está
ambientada en 1988. Se basa en hechos reales (acá también) y muestra como el mundo, a pesar
de las divisiones de la Guerra Fría y los diversos intereses (gobiernos,
petroleros, periodistas, ecologistas, y pueblos esquimales entre otros), se
unió para salvar a una pareja de ballenas grises atrapadas en el hielo de
Alaska. Cuando recuerdo esos tiempos siempre me pregunto cómo sobrevivimos a la
amenaza nuclear y cómo podíamos vivir sin celulares e internet. Quizás
estábamos más concentrados en nuestros asuntos, pero… las oportunidades del
tiempo presente son mucho mayores. Al final, nunca olvido la gran alegría que
significó la cooperación, al igual que en la película, de todos para salvaguardar
lo realmente valioso: la vida y el mundo donde vivimos. Fueron tiempos de
esperanza.
Profeballa
Razón y sentido de las crónicas docentes son fundamentalmente la
redacción de mis experiencias como profesor, pero para una explicación más
amplia de dicha crónica leer acá.
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