viernes, noviembre 20, 2015

Fallece el doctor Luis Manuel Carbonell Parra, pionero de la ciencia en Venezuela



Artículo de Gioconda San Blas tomado de su blog y facilitado por el buen amigo e historiador Tomás Straka.

In memoriam - Luis Manuel Carbonell (1924-2015)
El IVIC, la ciencia en Venezuela, el país pierden un baluarte con la desaparición física de Luis Manuel Carbonell.
Imágenes en blanco y negro: Archivo fotográfico del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Esta foto, ca. 1975



IN MEMORIAM


Dr. LUIS MANUEL CARBONELL


29/12/1924 - 19/11/2015


 Se ha ido Luis Manuel Carbonell Parra, uno de los pocos pioneros de la ciencia en Venezuela que todavía quedaban para dar testimonio de una era que iniciada en 1958, a la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, dio a lo largo de 40 años enormes frutos en la actividad científica del país.

 Resumir en pocas líneas la vida académica de Luis Carbonell es una meta laboriosa de alcanzar si nuestro propósito es desmenuzar su Curriculum Vitae. En realidad, lo que intentamos es dibujar algunos bocetos de su personalidad y trayectoria, que permitan conocer su hoja de vida para recuerdo de quienes compartimos algunas de sus andanzas, así como para conocimiento de las nuevas generaciones y memoria histórica de la ciencia en Venezuela.

 El Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), ya con 56 años de vida, es -mejor dicho, fue en su primer medio siglo- en buena parte el producto de la visión de aquellos pioneros, Luis Carbonell entre ellos, que con ánimo sin límites apostaron en 1958, a la caída de la dictadura, por la modernización del país, por la elevación cultural y científica de una Venezuela atrasada, por un progreso basado en principios democráticos de acción política.

 Natural de Caracas y graduado en la Universidad Central de Venezuela (UCV) de Médico Cirujano en 1948, con especializaciones en Patología e Histoquímica en destacadas universidades de los Estados Unidos, Carbonell regresa al país para encargarse de la cátedra de Anatomía Patológica de la UCV, incorporándose luego como investigador al Instituto de Investigaciones Médicas Luis Roche, bajo la dirección de Marcel Roche.

 Antes de embarcarse en esa empresa intelectual científica, Carbonell se había involucrado en una aventura de deportes extremos, por así llamarla. Corría el año 1950 cuando se sumó como médico a la expedición oficial que encontraría las fuentes del río Orinoco, cuyas coordenadas eran necesarias para delimitar la frontera entre Venezuela y Brasil, según los tratados de Tordesillas y San Ildefonso. De manera que establecer el punto geográfico preciso de ese origen era materia de soberanía nacional. La expedición llegó a las fuentes del Orinoco el 27 de noviembre de 1951, luego de una travesía narrada por su esposa Julieta Salas de Carbonell en “El misterio de las fuentes” (Ed. Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, 2013; ver reseña). Con él se va el último sobreviviente de esa expedición.



En 1958 Carbonell formó parte de la Comisión Científica Asesora nombrada por el Ministro de Sanidad para evaluar al Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC) y luego, al transformarse éste en IVIC (Gaceta Oficial No. 25.883; 09/02/1959), entró a formar parte de la plantilla de investigadores, convirtiéndose en el primero en publicar un trabajo en una revista científica internacional de prestigio, con la etiqueta del recién nacido IVIC, texto que versó sobre un parásito intestinal endémico en nuestras tierras (Carbonell LM, Apitz RJ. Histochemical study of a pigment in the digestive tube of Ascaris lumbricoides. Exp Parasitol. 1959 Dec; 8: 591-5).


En el IVIC creó el Departamento de Patología Experimental, el cual por fusión con el Departamento de Virología originó posteriormente el Centro de Microbiología y Biología Celular (CMBC) y dentro de éste, el Laboratorio de Micología, donde compartí con él y con mi esposo Felipe San Blas la investigación científica sobre hongos patógenos para humanos, propios de Venezuela y América Latina, elaborados con criterios universales de excelencia.
  
    Personal del Departamento de Patología Experimental, IVIC, ca. 1964


Sus trabajos científicos se concentraron en aspectos ultraestructurales de las patologías fúngicas, contando para ello con el apoyo de un grupo importante de colaboradores de la más alta calidad, con los que siempre se supo rodear para formar equipos que dejaron una profunda marca en el devenir del CMBC. Sus aportes le rindieron el reconocimiento de sus pares locales y extranjeros.

Luis Carbonell con Tamotsu Imaeda (sentado) y Benito Galindo (ca. 1970)

  Paralelamente a su labor investigativa, Carbonell tuvo siempre una personalidad inquieta en lo organizativo. Al incorporarse al IVIC como investigador, también lo hizo sucesivamente como Decano de Estudios, Subdirector y finalmente Director desde 1974 hasta 1981, dedicando buena parte de sus esfuerzos a la consolidación y crecimiento de la naciente institución, bajo los criterios de calidad que privan en las mejores instituciones de investigación a nivel internacional. De manera que lo que el IVIC fue durante varias décadas, ese instituto de alta factura, reconocido como uno de los mejores en América Latina en investigación científica de nivel internacional, orgullo de la nación, se debió en buena parte a ese grupo pionero y visionario, del cual Carbonell formó parte.

Luis Carbonell con Rómulo Betancourt, Presidente Constitucional de la República de 
Venezuela (1959-1964) y su esposa, Carmen Valverde de Betancourt

 Luis Carbonell con Arnoldo Gabaldón (izq.), Ministro de Sanidad 
en tiempos de la presidencia de Betancourt

Luis Carbonell con Raúl Leoni, Presidente Constitucional de la República de Venezuela (1964-1969) 


            La jubilación en 1981 no significó para Carbonell un pase a retiro. Por el contrario, en búsqueda de nuevas metas, se involucró en actividades políticas relacionadas con lo científico y tecnológico, convirtiéndose en Ministro (sin cartera) de Ciencia y Tecnología en 1984, a lo cual siguió la cartera de Ministro de Educación el año siguiente. Entre muchas otras actividades que sería largo detallar, también dedicó grandes esfuerzos a laAcademia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Caracas) donde ocupó el Sillón XXX y de la cual fue su Presidente en el período 2003-2005, así como a la Fundación para el Desarrollo de las Ciencias (FUDECI), de esa misma Academia, la cual presidió desde 1995 hasta 2003. Esta labor en FUDECI ha sido particularmente valiosa, por cuanto dicha fundación está dedicada a la conservación del ambiente, generando información científica, innovando y transfiriendo tecnología con el fin de mejorar la calidad de vida de la sociedad conservando la biodiversidad.

Entre diversas distinciones, fue condecorado con la Orden del Libertador, en el Grado de Caballero (1953) y Banda de Honor (1985); Orden de Andrés Bello, Clase Corbata (1968) y Banda de Honor (1985); Orden Francisco de Miranda, Banda de Honor y Segunda Clase y la Medalla de Instrucción Pública "Orden 27 de Junio", del Ministerio de Educación (1966).

 En 2009 el personal científico del CMBC del IVIC decidió dar el nombre de Luis Manuel Carbonell a su Auditorio, en un acto de reconocimiento a la trayectoria que él había desplegado no sólo dentro del IVIC sino, como ya vimos, en afán de servir a la nación en el fortalecimiento de un sistema de ciencia, tecnología e innovación (CTI) que pudiese acercar a Venezuela a países más desarrollados, convencido como estaba de que CTI son elementos fundamentales en el progreso de las naciones. No deja de llamar la atención que un legítimo acto de reconocimiento como éste viniese cargado con la mezquindad de alguna autoridad de paso, de alguna medianía que pretendió impedirlo. Que los investigadores del CMBC nos enfrentáramos a ese despropósito da cuenta de la conciencia que teníamos de la valía de Luis Carbonell para que su nombre quedara grabado en aquella placa de reconocimiento institucional.

Luis Carbonell con Gustavo Niño Vega, entonces Jefe del CMBC, 15/10/2009
Fotos: Enrique González, Unidad de Fotografía Científica, IVIC.

Luis Carbonell con Gustavo Niño Vega y mi persona

 A lo largo de sus casi 91 años, Carbonell conservó siempre una energía y un espíritu jovial que ya quisieran para sí muchos jóvenes. Algo digno de mención fue su amplitud para aceptar opiniones adversas a sus posiciones político-institucionales, sin que ello afectase la amistad, el respeto, el buen entendimiento y la decencia que deben privar en los manejos institucionales. Doy fe de ello, por las diversas oportunidades de disenso que él y yo tuvimos a lo largo de nuestra dilatada relación profesional, un vínculo que con el paso del tiempo se convirtió en amistad entre familias.

 El IVIC, la ciencia en Venezuela, el país pierden un baluarte con la desaparición física de Luis Manuel Carbonell. En lo que a mí concierne, también pierdo ese amigo que no tuvo reparos en cambiar los arreglos que él como Jefe del Departamento de Patología Experimental adelantaba conmigo en el lejano 1969 para matricularme en el norte a hacer mi doctorado, al enterarse de que el amor se me había cruzado en el laboratorio en la figura de Felipe, ido a Escocia para cursar estudios doctorales y hasta allá quería yo seguirlo; el amigo que al nacer mi primogénito fue el primero en ser informado de la condición que traía el neonato, porque él estaba junto a mi esposo en la sala de espera y el obstetra lo reconoció como antiguo compañero de estudios; el colega y amigo que no dudó en postularme sucesivamente como candidata a Miembro Correspondiente eIndividuo de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales y años después, posponer una delicada operación del corazón para darse tiempo a contestar mi discurso de incorporación como Individuo de Número de dicha Corporación.

 A ese amigo lo extrañaré, mientras comparto la tristeza de su partida con su esposa Julieta (Juli) Salas de Carbonell y su familia. A ese investigador y político de la ciencia lo extrañaremos todos aquellos que creemos en la ciencia universal como motor de desarrollo nacional.

Gioconda Cunto de San Blas
Presidenta de la
Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales
Investigadora Emérita del IVIC

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