En este nuevo año
académico algunos alumnos se han molestado porque he corregido sus
exposiciones. Han alegado – a veces con cierto nivel de ira - que los
interrumpo para decirles cosas como: “en la lámina tal tienes esa palabra mal
escrita” o “ese es un tema que no se pidió explicar”. Me ha extrañado esto,
debido a que lo natural en el docente es la corrección. No hay manera de formar
a los alumnos si no aprovecho justo el momento que veo un error en ellos. No
está bien este exceso de sensibilidad.
Profeballa
2 comentarios:
Razón no te falta hermano
;) Un abrazo
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