10. ¿En qué proyectos
sobre historia está ahora?
Estoy trabajando en un artículo sobre los acuerdos fundacionales
de la democracia venezolana, realizados entre 1958 y 1961, como parte de un
proyecto colectivo de reflexión sobre grandes debates histórico
historiográficos sobre el siglo XX venezolano. Asimismo estoy desarrollando un
estudio comparativo entre algunos de los denominados regímenes híbridos, y las
fuerzas que se le oponen a principios del siglo XXI.
11. ¿El historiador debe leer literatura? ¿Qué otras
disciplinas debería conocer el historiador?
Un historiador debe leer de todo, “nada humano nos es ajeno”,
parafraseando a Terencio. En la
Escuela de Historia nos formamos con la ambición, que se
reflejaba en nuestro pensum, de la unificación de las ciencias sociales, por lo
que todas ellas son nuestras compañeras en la comprensión de lo humano. Hemos
de leer antropología y sociología, me parecen fascinantes autores como Norbert
Elias y Zygmunt Bauman; así como economía, la perspectiva de Douglass North,
Acemoglu o Robinson me es imprescindible para comprender la historia económica;
también filosofía, política y politología, entre otras exploraciones. Todas
estas disciplinas dialogan con la historia, y es bueno prestar atención a sus
debates.
12. Además de la Historia, ¿tiene otros
gustos, placeres o vicios?
Me
siento comprometido con el presente y con el futuro, del proyecto moderno, de la República, de la
democracia, por lo que tengo una actividad política permanente, eso permea mis
gustos, placeres y vicios. En mi adolescencia jugué ajedrez en torneos y
campeonatos, a pesar de tener años sin practicarlo está aún entre mis pasiones.
Soy un fanático del cine y del teatro y también los sigo con regularidad.
13. ¿Cómo es su relación con las redes
sociales e internet en general? ¿En qué puede ayudar el internet a la
historiografía? (si tiene twitter nos gustaría conocerlo y divulgarlo si le
parece).
Participo en las redes sociales y trató de estar conectado.
Uso Facebook tanto en la mi actividad docente como en mi labor política. Soy
activo en twitter a través de @ysrraelcamero, y ahora estoy incursionando en
Instagram y Tumblr.
14. ¿Cómo sobrevive (en lo económico, en lo
profesional y en lo
espiritual) siendo historiador? ¿Se puede ser historiador en
Venezuela?
espiritual) siendo historiador? ¿Se puede ser historiador en
Venezuela?
Con
los salarios que un historiador puede devengar en Venezuela, bien sea como
investigador o como docente, es muy difícil tener una calidad de vida
aceptable. Aparte de dar clases regularmente en la UCV también dicto asignaturas
recurrentemente en otras universidades, como la UNIMET. Dedico el
resto del tiempo a mi trabajo como Secretario Nacional de Políticas Públicas de
Un Nuevo Tiempo y como Vicepresidente de la Fundación Democracia
Social.
15. ¿Qué profesión u oficio
ejercería de no ser historiador?
¿Abandonaría su profesión de historiador? ¿Por qué?
¿Abandonaría su profesión de historiador? ¿Por qué?
Soy
historiador y político. Ser historiador va más allá del ejercicio de un oficio
o profesión, es una perspectiva para comprender la realidad y para actuar sobre
ella, es un acercamiento fundamental desde una conciencia de nuestra
historicidad, por lo que no concibo “dejar de ser” historiador, ya que esto
forma parte esencial de mi acción humana. De no ser historiador probablemente
me dedicaría exclusivamente a la política.
16. ¿Para qué sirve la
historia? ¿Tiene futuro el estudio de la
historia en general y en Venezuela?
historia en general y en Venezuela?
Sin
conciencia histórica la conciencia política es frágil y vulnerable. La
conciencia histórica es fundamental para comprender el presente y para actuar
en él, para darle forma al futuro. La comprensión de las rupturas y
continuidades en el desarrollo de nuestra sociedad es vital para salir de la
crisis presente y para construir la Venezuela republicana y democrática que tenemos
dos siglos desarrollando. Hoy en día muchos sociólogos y comunicólogos insisten
en que el cambio científico y tecnológico es tan drástico en los últimos años
que genera una ruptura tan profunda que inutiliza a la historia, al disolver
los tradicionales patrones de continuidad. Disiento de esta perspectiva, estoy
seguro de que la comprensión de nuestra humanidad, la conciencia emergente de
que compartimos un destino común, está vinculada con la necesidad de comprender
nuestro pasado. La búsqueda de una conciencia histórica, como humanidad, será
vital para enfrentar los retos civilizatorios del mundo actual y para darle
forma al mundo futuro. Esa sed de comprensión de nuestra historicidad nos
exigirá respuestas a los historiadores, de todo el mundo, para mostrar el
tejido de nuestras conexiones, de nuestras interacciones humanas a lo largo del
tiempo, más allá de las fronteras nacionales, pero comprendiendo a la humanidad
en su diversidad, en sus particularidades y devenires. En la medida en que
exista esa necesidad el oficio del historiador estará salvado, no sin
obstáculos, pero pervivirá.
17. Si cree que existe la
venezolanidad o la identidad venezolana
¿cómo la definiría?
¿cómo la definiría?
Las
comunidades humanas, naciones, pueblos, Estados, reinos, no tienen esencia,
sino historia y conciencia histórica. Entonces, existe una comunidad histórica
que se define a sí misma como venezolana, que comparte la conciencia de una
continuidad común, que une simbólicamente su pasado-presente-futuro. Esa
comunidad percibe que su continuidad está vinculada a una geografía específica,
a un espacio, es en esa historia, en esa coexistencia de continuidad y ruptura,
que podemos encontrar algo que podríamos definir como venezolanidad. Esa
venezolanidad se puede expresar en diversas coyunturas, en símbolos, en
rituales construidos colectivamente, otros impuestos y luego asimilados, pero
esas formas no son la venezolanidad en sí, sino la expresión coyuntural de su
historia, por ende, están sometidas al agotamiento y a la emergencia de nuevas
sensibilidades. La venezolanidad solo puede encontrarse en la historia de esa
comunidad y en su conciencia de pertenecer a una narrativa común.
18. ¿La historia de
Venezuela ha sido un fracaso? ¿Qué piensa de
nuestro presente?
nuestro presente?
De
ninguna manera considero nuestra historia un fracaso. En su proceso histórico
la sociedad venezolana se ha planteado constituirse en nación, organizarse bajo
un régimen republicano y convertirse en una sociedad democrática, integrarse
internamente, fortalecer nuestra presencia en el espacio físico venezolano,
insertarnos en la sociedad mundial. En todos estos aspectos el proyecto
nacional venezolano ha tenido grandes avances. El siglo XX fue para nosotros un
gran período de progreso en todos los sentidos, político, social, económico y
culturalmente construimos una transformación importante de nuestra organización
social. El proyecto nacional democrático constituye un gran triunfo para la
sociedad venezolana. A partir de los años ochenta el sistema empezó a entrar en
crisis, hubo un agotamiento del modelo económico, este agotamiento implicó un
retroceso en el proceso de modernización, lo que tuvo consecuencias negativas
en lo social y en lo político. Este retroceso en la modernización permitió el
resurgimiento de las tendencias autoritarias, de los resabios monárquicos que
sobrevivían en la construcción republicana. Entonces nos encontramos en un
nuevo escenario de lucha entre el proyecto republicano democrático y las
antiguallas de la mentalidad monárquica, caudillista, militarista. Lo que
estamos viviendo es un proceso de crisis, pero hemos dado muestras de
fortaleza, de resiliencia, en fin, de que el siglo XX no pasó en vano. Estoy
convencido de que vamos a superar esta terrible coyuntura.
19. ¿Qué debemos hacer con
el culto a Bolívar y la
Historia Patria?
Debemos comprender lo que llegó a ser nuestro proceso de
independencia, la emergencia de nuestro proyecto republicano, lo que implica
dejar atrás el culto a los héroes y especialmente el culto a Bolívar. La Historia Patria, y
el Culto a Bolívar es parte sustancial de ella, está construida para justificar
y consolidar al poder, no para liberar a la ciudadanía. Debemos desnudar la
construcción ideológica, desmontarla, para lograr avanzar en la creación de una
conciencia histórica ciudadana, cívica, que comprenda nuestra historia
integralmente, con sus continuidades y con sus rupturas, solo así podremos
avanzar.
20. ¿Qué recomendaría a los noveles
historiadores?
Que no tengan miedo de dudar, que no dejen de sentir sed y
curiosidad por saber, que se atrevan a derribar las antiguas certezas, que lean
de todo.
21. Recomiéndeme más de 2 historiadores
noveles y/o jóvenes que
deberíamos entrevistar (no olvide darme sus emails, estos no se harán
públicos)
deberíamos entrevistar (no olvide darme sus emails, estos no se harán
públicos)
Recomiendo a tres historiadores de mi generación, a Carlos
Pernalete Tua, quien se encuentra ahora en Barcelona, España, a Alejandro
Gómez, residenciado ahora en París, y a José Luis Bifano.
22. ¿Cuáles verbos están siempre presentes en
su acción diaria como historiador?
Hay tres que son claves, comprender, hacer comprender y
transformar. Comprender el funcionamiento de la sociedad, el devenir de los
humano en su complejidad, buscar las conexiones humanas y sus motores,
comprender a Venezuela. En segundo lugar, compartir lo aprendido, enseñar,
educar, promover la comprensión de lo que somos. En tercer lugar, transformar,
movilizar recursos, construir alianzas para hacer de nuestro país y de nuestro
mundo un lugar mejor.
23. Puede hacerle una
pregunta al entrevistador: ¿A qué historiador del pasado te hubiera gustado
entrevistar y por qué?
Son muchos pero sin duda
me fascinaría saber todas las dificultades y alegrías que le generó a Marc
Bloch escribir historiografía en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Sería
una manera de animar a tantos que en Venezuela, cambiando lo cambiable,
intentan escribir en medio de tantas carencias y odios.
Entre los historiadores
venezolanos me habría encantando conocer y entrevistar a Mario Briceño Iragorry
y Mariano Picón Salas, debido a que ellos buscaron hacer una historiografía
adaptada a nuestras peculiaridades nacionales.