Entrevista a un novel historiador venezolano (5): Víctor Pineda (Primera parte)

El buen amigo y colega Víctor Pineda lo conozco desde hace varios años gracias a que damos las mismas asignaturas en la UCAB. Entre clase y clase nos encontramos y conversamos de mil cosas. 

Admiro su gran preocupación por la situación política que vivimos sobre la cual hace precisos análisis llenos de una gran sensibilidad social. Pero sin duda lo que me llena de orgullo por contarlo entre mis amigos es su humildad y capacidad de investigación en medio de horas y horas de clases. Es un esfuerzo que pronto rendirá grandes frutos, no lo dudo un segundo. 

No puedo dejar de aprovechar para agradecerle una vez más el que haya asumido la administración de los grupos de facebook: Retrospectiva Historia de Venezuela siglos XVI-XIX y del siglo XX.

Profeballa

1. Foto (con su biblioteca).
 
2. Breve resumen (datos precisos porque luego se ampliarán estos temas) de su vida como historiador: (ciudad de nacimiento, año), ciudad donde vive actualmente, donde hizo el pregrado y  postgrado, ¿docencia?, investigación, ponencias, publicaciones (ENVIAR LISTA POR FAVOR).

Nací en la "ciudad Mariana de Santiago de León de Caracas", en la maternidad Concepción Palacios, parroquia San Juan, un 25 de agosto de 1966 (un muchacho pues). En ella he residido siempre. Cursé estudios de primaria y secundaria, hasta el 2° año de bachillerato, en instituciones públicas, cuando dedicí irme al "Liceo San José" de los Teques, bajo régimen de internado, de los padres salesianos, por cierto una de las mejores decisiones que he tomado.  Me gradué de Licenciado en Educación, mención Ciencias Sociales (Historia y Geografía) en la Universidad Católica Andrés Bello en 1991. Luego comencé la Maestría en Historia de Venezuela Republicana en la UCV, pero por razones de fuerza mayor, aun cuando  había cursado prácticamente toda  la escolaridad, no pude terminar.  A pesar de que el estimado colega  Tomás Straka me había recomendado terminar en la UCV, no me faltaba sino una materia y el proyecto, al realizar las gestiones de reingreso y  validación de las materias cursadas, el proceso resultó tan lento y complicado que lo abandoné. En la UCAB decidí ingresar a la Maestría en Historia de Venezuela. Ya terminé la escolaridad y me encuentro redactando el proyecto del Trabajo de Grado. Como docente he tenido la experiencia a nivel de educación media y desde el año 1996 di el salto a la educación superior. He dictado clases en la Universidad Santa Rosa, de Historia de América y de Venezuela. Desde el 2004 laboro en mi Alma Mater, la UCAB, en la escuela de Comunicación Social y en la Escuela de Letras, en las cuales dicto las cátedras de Historia de la Cultura I, II y III e Historia de Venezuela. También doy clases en un Instituto Universitario en el centro de Caracas, el IUPG, para quienes optan por  el título de TSU, allí hay gente estudiando con mucho esfuerzo, gente que tiene años sin estudiar, que trabaja todo el día y va estudiar de noche con mucho sacrificio, eso me reconcilia con el país. Sin embargo, mi orgullo es ser profesor de la UCAB. En cuanto a mis publicaciones, en el año 2000 publiqué un folleto llamado "Las Constituyentes de Venezuela", algo muy sencillo. Tengo artículos publicados en la revista "Historia y Tradición", la revista "Anthropos" (revista de filosofía), el boletín de la Academia Nacional de la Historia, sobre el continuismo de Raimundo Andueza Palacio. El Centro de Estudios Sefardíes de Venezuela me publicó dos artículos sobre personajes judíos: Elías Mocatta y el poeta Elías David Curiel, además de una ponencia sobre judaísmo, masonería e Independencia. Está por salir un artículo mío sobre la navegación en el lago de Valencia en el siglo XIX en un dossier sobre lo marítimo y lo naval en la revista "Tiempo y Espacio" del IPC, coordinado por mi amigo y colega Don Germán Guía. Además publiqué, por cuenta propia y muy modestamente, un cuento llamado "Helena". 

3.       ¿Cuándo y cómo nació su vocación como historiador? 

Mi vocación por la historia me viene desde pequeño. En el liceo fui por años presidente de la Sociedad Bolivariana, me tocaba leer los lunes un pensamiento del Libertador y explicarlo, todavía hay quien se acuerda de eso y me echa broma por ello. En 1983, con ocasión del Bicentenario del natalicio del Libertador, hubo un concurso de ensayos sobre el tema a nivel de los colegios salesianos del estado Miranda, yo quedé en segundo lugar, me dieron medalla y diploma, aun los conservo con gran estima (los que nos dedicamos a este oficio tendemos a conservar  papeles). Las historias que mi padre contaba de la época de Pérez Jiménez alimentaban mi imaginación. Mi padre me transmitió la afición por la lectura, él era un gran lector. Ya en el liceo San José sacerdotes como Jesús Omeñaca o Stanislao Sterba nos animaba a conocer más. En el internado contaba con una buena biblioteca, en la cual pasaba tiempo leyendo obras de historia (de hecho me regalaron tres de esos libros: Jaime el Conquistador, Julio César y Sor Juana Inés de la Cruz que aun conservo). El contacto desde joven con algunos jesuitas me hizo admirar su erudición y vocación de docentes.  De manera que desde mi adolescencia desarrollé ese gusto por la Historia. Una vez en la universidad solo se acentuó más.

4. ¿Qué lectura, persona, película-serie o viaje fortaleció dicha vocación? ¿Fue “discípulo” de algún historiador? ¿Cuál es su historiador preferido y por qué? ¿Qué libro de Historia recomienda y por qué?

De mis primeros libros importantes de historia de Venezuela recuerdo "Casa León y su tiempo" de Mario Briceño Irragorri. De historia de América "El Estado Español en la Indias" de Ots Capdequí. Ver películas como "La caída del Imperio Romano", "Quo Vadis", los documentales sobre la II Guerra mundial que pasaba el canal 5 y los paseos a los sitios históricos de Caracas que hacíamos en familia fueron desarrollando en mí ese gusto por lo histórico, por lo interesante. En cuanto a historiadores y profesores hay varios, recuerdo ahora a Aureo Yépez Castillo, quien me enseño historia antigua y medieval, a Oscar Abdala, maestro de historia moderna y contemporánea. Mención aparte merece el padre Hermann González S. J., recio sacerdote e historiador eclesiástico y defensor de nuestro Esequibo. No tengo un historiador preferido, tengo varios. De historia en general recomiendo a Le Goff, Hobsbawm, Paul Johnson, la obra de Halperin Donghi es necesaria para entender América Latina, entre otros. De historia de Venezuela, pues hay muchos, Manuel Caballero y su "Gómez el tirano Liberal" o el libro "Betancourt, político de Nación", la obra del profesor Pino Iturrieta, los libros de Inés Quintero, amenos y con rigor, los libros sobre el tema de historia militar de mi querido amigo Fernando Falcón. Dos clasícos: "La caída del Liberalismo Amarillo" de Ramón J. Velásquez e "Historia de la Primera República" de C. Parra-Pérez, son dos indispensables. La lista es larga, pero los libros que mencioné considero que ponen "orden" y esclarecen  mucho de lo que se ha escrito hasta ahora, aunque la lista es larga, existen muy buenos autores e investigadores clásicos y recientes.  

5.       ¿Cómo fue su experiencia en el pre y/o postgrado de historia?

Disfruté mucho mi pregrado. Como todos los estudiantes, salíamos a divertirnos, de viaje, pero a la hora de estudiar nos fajábamos como los buenos. Tuve la suerte de contar con excelentes profesores, entre otros los "cuatro caballos", Aureo Yépez Castillo, Óscar Abdala y Hermann González en historia y Adolfo Ostos en geografía. Lamentablemente todos hoy fallecidos. En el postgrado, debido a las razones antes expuestas, conté en la UCV con profesores como Inés Quintero, Alberto Navas, Héctor Acosta, Arístides Medina, Pedro Cunill, entre otros, con los cuales aprendí mucho y me abrieron el campo de investigación. En la UCAB recibí clase con Elías Pino, Manuel Donís, Dora Dávila, José Olivar, David Ruiz, Fernando Falcón y otros más, que como se darán cuenta, pertenecen a varias generaciones de investigadores, lo cual enriqueció mucho mi formación. 

6.       ¿Cuál es su área o rama de la Historia favorita y por qué? ¿Cuáles son sus líneas de investigación? ¿Cuál escuela historiográfica sigue y por qué?

Me gusta la historia en general, pero por supuesto me dedico a la historia de Venezuela. La historia política me apasiona. Ahora bien, como líneas de investigación me he decantado un poco por el estudio de las relaciones Iglesia-Estado, Masonería (y temas afines), relaciones Cívico-militares. Últimamente me he metido un poco en el tema de los judíos en Venezuela. En cuanto a seguir una escuela historiográfica, pues la verdad ahora no me defino como seguidor de ninguna. Durante un tiempo me atrajo la historiografía marxista, sin embargo, hoy considero que se debe echar mano de los diferentes recursos de los que se dispone. En ese sentido sería un poco ecléctico. El investigador debe tratar de "ver" con objetividad, aunque sabemos que la carga subjetiva está siempre presente. No obstante, el seguir una corriente, escuela, determinada te puede impedir considerar otras aristas del problema, te puede limitar en la comprensión de los hechos y sus consecuencias. Trato en lo posible sí, de ser crítico en mis planteamientos, de plantear cuestionamientos. La historia, como  evolución de las sociedades humanas, siempre puede ser estudiada y revisada de nuevo. No encasillarse te permite tener otros ángulos, eso sí, con la solvencia intelectual para demostrar todo lo que afirmes.

7.       En torno a los debates historiográficos y/o históricos: ¿Cuáles han atrapado su atención y/o cuáles ha estudiado? ¿Cuáles considera que deben ser divulgados? ¿Cuál es su posición ante ellos?

En cuanto a los debates historiográficos me parece muy interesante el que surgió entre positivistas y marxistas. En la UCV eso dio lugar a encendidas discusiones y a muy buenos estudios. Aun pesa, como acusación, cuando te puedan tildar de historiador positivista. Creo que esa diatriba ciertamente hizo avanzar los estudios históricos en Venezuela. Aun faltan más investigaciones sobre ese debate. Últimamente he leído , gracias a algunos libros que me ha tocado reseñar, sobre  la "queja" de algunos historiadores en cuanto a que hay zonas del país que han permanecido en lo que llamo la "periferia historiográfica" ya que no han tenido grandes roles en la las grandes gestas de nuestra historia. El problema de escribir historia nacional o historia regional. En un libro llamado "La influencia de Aruba en la dinámica histórica de Paraguaná 1840-1850", que reseñamos para la ULA, justamente evidenciamos esa "queja", regiones como Coro, entendiéndola como región histórica, solo han sido tratadas en la "gran" historia en tanto en cuanto en algunos momentos han tenido un rol en  episodios importantes como la Independencia.   

8.       ¿Cuál fue su primer escrito como historiador o cuál fue el que más le gustó? ¿A quién se lo dedicó?

Mi primer escrito formal fue "De Cartagena a Jamaica, una revisión de dos documentos del Libertador", escrito en 2001 para la revista "Anthropos", del IUSPO-UCAB. El que más me ha gustado es sobre el peota coriano judío Elías David Curiel, un hombre del Coro de la primera mitad del siglo XX. Cultor del modernismo en aquellas soledades, en medio del médano se daba a los placeres de la carne y del éter para después caer en el silencio depresivo. Colgó su vida de una  viga de su casa en 1924.

9.       ¿Cuáles son sus ritos cuando se dedica a escribir sobre historia? ¿Escribes de noche o de día, con música, te acompañas de objetos especiales, lo haces en un lugar específico, etc.?

Para escribir suelo esperar la noche, a veces procastino durante  el día, eso sí, una vez que arranco no me paro. Aunque me gusta el silencio, para escribir me acompaño de mis libros (mi biblioteca es uno de mis orgullos) de internet, a veces tengo la tv encendida y si me hace falta escucho algo de música. Solía pensar que así no se podía escribir, pero he comprobado que sí. Claro, antes he estado en archivos, he leído, he hecho notas. Llegado el momento comienzo a escribir, voy armando los datos y las notas, dándole forma a las ideas y sale el escrito. Debo confesar un pecado: en algunas oportunidades he entregado casi in extremis los trabajos. Creo que la presión me ha servido de adrenalina. Así me ocurrió con la monografía de la última materia del postgrado (Antropología Cultural) resultó muy bien calificado, de hecho pienso publicarlo, pero no recomiendo este mal hábito.

 10.   ¿Qué tiempo diario o semanal le dedica a la historia? ¿Qué está leyendo en este momento? ¿Qué lee por lo general?

El tiempo que le dedico a la historia es mucho. Con las clases se ocupa buena parte del mismo, entre prepararlas, dictarlas, leer nuevas publicaciones se pasa uno casi toda la semana. Es que la historia no es una profesión, es una pasión. La historia lo envuelve a uno, pues en la universidad conversas sobre historia, con los alumnos, con los colegas, con los amigos. Ahora mismo estoy asesorando a un estudiante en su proyecto de grado sobre los venezolanos en la I Guerra Mundial. A veces es cómico por que hay gente que piensa que ya que nos dedicamos a la historia es como si supiéramos de todo, entonces te hacen preguntas como si tú tuvieras que conocer hasta qué color de ropa íntima usaba María Antonieta (lo cual se puede saber por cierto) o si el doctor Knoche hacía "trabajos" con los muertos. Actualmente estoy leyendo "Bolivarismo y Monroísmo"  de Indalecio Liévano Aguirre y "Los Cátaros, la herejía perfecta" de Stephen O´Shea. Por lo  general leo libros de historia, buena novela histórica, libros de arte, la literatura de García Márquez, Gallegos, Vargas Llosa y los clásicos, entre otros. 

11.   ¿En qué proyectos sobre historia está ahora?

Actualmente estoy trabajando en mi proyecto de Trabajo de Grado. Además, me encuentro realizando un estudio sobre un incidente entre un sacerdote, Macario Yépez, y un judío en el Barquisimeto del siglo XIX. También estoy escribiendo "Una Visión Contemporánea de Venezuela, 1899-1945" que aspiro terminar y publicar este año. 
 

(Concluye mañana).