El pasado miércoles 8 de agosto, entrevistamos en nuestro
programa de radio por el Circuito Éxitos a la destacada historiadora, Inés
Quintero, a propósito de su libro más reciente “No es cuento, es historia”.
César Miguel Rondón (CMR): Inés, este libro está
concebido para la radio, son textos pequeños, breves. Tú confiesas en el
prólogo: “No fue una tarea, fácil la primera vez que como historiadora me
enfrenté a pensar y escribir historia en un formato diferente al que comúnmente
utilizamos los historiadores, acostumbrados, por lo general, a escribir libros
o artículos de cierta extensión”. Aquí estabas limitada a un tiempo, pero sin
perder la densidad, ni el rigor que te supone como historiadora, como académica
de la historia, el abordaje de cualquier hecho histórico. ¿Qué fue eso?
Inés Quintero (IQ): Como experiencia
sensacional, muy difícil sobre todo porque 1250 caracteres se dice fácil, pero
comprimir un texto que tenga sentido, que tenga contenido, que tenga reflexión
y que además, a la gente le guste. El día de la presentación César dijo
una cosa muy sabrosa, que “No es cuento es historia” en alguna forma dice; “no
te están montando un paquete”. Es parte de una reflexión. Y yo sí quiero
insistir mucho sobre eso. Claro se lee muy fácil, se puede leer por cualquier
página, uno lo abre y lee una historia breve. Lo más importante es que ninguna
de esas historias es producto de mi mente acalorada. No es elucubración, no es
invento, no es disparate. Es resultado de una investigación hecha expresamente con
esa finalidad. Bueno, eso le da un carácter de que no es cuento, no es chisme,
no es coba, es historia, ese es el sentido esencial de lo que quisimos hacer
con el libro, y que inicialmente era para oírlo y ahora es para leerlo.
CMR: Ahora, fíjate, escoges referencias muy puntuales, como
si estuviésemos sacando botoncitos de una caja y regándolos de diversos
colores. Pero todos van conformando un mosaico, donde desparramas los
botoncitos con sus colores sobre la mesa y al final vas teniendo un mosaico muy
curioso. Entonces, tú lo adviertes acá, es decir, así surgieron a la radio,
pero para el libro fueron ordenados. Pero una vez que se ordenan desde otra
perspectiva, uno empieza a descubrir detalles. Pesan más, por ejemplo, para esta
historiadora radial, el héroe civil que el héroe militar.
IQ: Absolutamente, sí. Yo creo que hubo una
intencionalidad y ahí sí lo puedo decir ningún pudor. Hubo la intención de
poner en la radio y después sobre el papel esos personajes inadvertidos de
nuestras historia, inadvertidos porque no empuñaron un sable o porque
simplemente, no fueron protagonistas de las gestas heroicas. Aquí tenemos
venezolanos comunes y corrientes. Yo siempre digo, que acercarse a una mujer
que en medio de la guerra de independencia tenía que sacar una partida de
viudez, te dice mucho más de lo que es la realidad venezolana. Que unos
tipos que estaban con unas pistolas echándose tiros. Esta pobre mujer
había perdido el marido, había conseguido un levantico, se podía casar y
resulta que sin la partida de viudez no podía contraer matrimonio. Imagínense
sacar una partida de viudez ahorita es complicado, en medio de una guerra
de independencia podía ser una faena imposible.
CMR: Ahora, sacas mucho las anécdotas de ese
personaje favorito tuyo que es María Antonia Bolívar.
IQ: Y eso que cuando teníamos el programa de radio y
cuando elaboré el libro, no estaba la peineta todavía. Pero por ejemplo,
a mí me parece bien importante, porque hay una conexión directa de manera
permanente entre la vida política del venezolano y su historia. Ahí por
ejemplo, hay un micro sobre Guzmán Blanco, bueno la egolatría desenfrenada de
Guzmán y el tema de las estatuas, pero las estatuas se las tumbaron. Todo
poder tiene su caída, tiene su final. Hay un micro también de Antonio Guzmán
Blanco, cuando inventó que el voto fuese público y firmado para no tener
sorpresas. Entonces, uno lo lee y dice, esto está bien a mi esto me dice algo,
me suena. Está la enfermedad de Cipriano Castro. Cipriano Castro enfermo
y todo el mundo no hablaban sino de la enfermedad del presidente y un buen día
coger un barquito para irse a curar los riñones y el compadre le dijo; no
regreses que no vas, ¡no te vistas que no vas!.
CMR: ¿Por qué nuestra historia es como tan reiterada?
IQ: No. Es un guiño para que entendamos que si no la
conocemos, nos pueden meter coba. Es parte del intento de hacerla viva, de
hacerla cercana, de hacerla presente, de hacerla constante, que creo que es el
papel que nos corresponde a nosotros los historiadores.
CMR: Hay algo maravilloso, porque cuando enfrentamos,
asumimos a los civiles, los civiles somos todos, nos conocemos y nos
entendemos. Pero como nos han tratado de vender solo una historia militar, los
militares son personajes para nosotros, los civiles, un poco difíciles de
conocer. Entonces, del Mariscal de Ayacucho, sabemos que era un hombre muy
joven, aguerrido militar, que logra la gran batalla de toda la gesta
continental. Pero ¡qué anécdota más particular la de su boda!.
Inés Quintero: Si Un noviazgo largo, con muy baja
intensidad. Esos niños se comprometieron y tuvieron 6 años sin verse, hasta que
finalmente se casaron por poder y por poder. Y finalmente cuando el Mariscal de
Ayacucho llegó a cumplir su faena, bueno, habían transcurrido nada más y nada
menos que 6 años del compromiso. Ella ya no sabía quién era ese señor!! Y
bueno, pero hizo su trabajo.
CMR: Además, un personaje con un carácter muy
particular, porque era mentira que era sumiso a Bolívar.
IQ: También hay un intento dentro de los textos de
desmitificar, desmentir, revisar y poner a la gente a pensar. Hay uno en
particular que siempre genera mucha roncha que es; bueno, Bolívar no murió
pobre, que broma, no murió pobre, como hacemos, pero eso no es malo. Uno se
puede morir pobre o se puede morir rico o se puede morir con sus coroticos.
Pero eso son el tipo de cosas que esta tan fijo en la conciencia del venezolano
o se ha insertado de tal manera, que cuando tú dices: siempre hemos
pensado que Bolívar murió pobre, esto no es verdad. Bolívar era dueño de
las minas de Aroa.
CMR: Además las había planificado, como tú cuentas aquí,
para tener un retiro cómodo en Europa.
IQ: Un retiro cómodo sin CADIVI, con sus minas de
Aroa, pero no las vendió. Y cuando uno lee el inventario de los coroticos que
tenía Simón Bolívar allá en San Pedro Alejandrino, oye, perdóname, pero un
señor que tenía varios manteles, cucharas de plata, vajillas, un corotaje.
Perdóname, este señor no estaba pobre, pobre está uno ahorita en esta pelazón.
CMR: Y todo esto, obviamente, porque “Esto no es
cuento, esto es Historia”
Ines Quintero: Y el corolario de todo esto es: ¡Si te sabes
tú historia no te la pueden cambiar!
Gracias a Inés Quintero. “No es cuento, es Historia”