Soy un convencido que así como recordamos los aniversarios que nos generan felicidad (nuestros cumpleaños, aniversarios de boda, graduación, navidades, etc.), debemos recordar también los que nos han generado dolor. El 11 de septiembre de 2001 es una fecha de sufrimiento para la humanidad y no sólo para los estadounidenses, es uno de esos momentos para activar la memoria reflexiva. No creo que sea negativo que todos nos “encadenemos” en este recordar; por el contrario considero que eso ayudaría a reforzar la meta: no olvidar para no permitir que vuelva ocurrir. La recomendación para hoy es la misma que hago en todas los aniversarios que conmemoramos como CIUDADANOS DEL MUNDO que somos: medite en lo ocurrido, póngase en los zapatos del otro, y actúe en consecuencia para ser un constructor de la paz. Le recomiendo que se ayude con la lectura de la prensa de hoy, donde han salido muy buenos artículos; yo he leído los de El Nacional, en el que resalto el testimonio del actual rector de la Universidad Estatal de Colorado: Richard Wobbekindy, el cual dijo:
“Ese día, en medio del caos, yo lo único que pensaba era en todas las veces que dejé de darle las gracias a alguien que me había hecho un favor, o que no expresé todo el amor que siento por mi familia (...). En ese momento decidí que si sobrevivía todo sería distinto”.Al final concluye que la única manera de “hacerse digno” del sacrificio de las personas que perdieron la vida rescatando a otros, es ayudando a los demás; por lo que desde hace una semana coordina los esfuerzos de su universidad para ayudar a las víctimas del huracán Katrina.
“Ese día, en medio del caos, yo lo único que pensaba era en todas las veces que dejé de darle las gracias a alguien que me había hecho un favor, o que no expresé todo el amor que siento por mi familia (...). En ese momento decidí que si sobrevivía todo sería distinto”.Al final concluye que la única manera de “hacerse digno” del sacrificio de las personas que perdieron la vida rescatando a otros, es ayudando a los demás; por lo que desde hace una semana coordina los esfuerzos de su universidad para ayudar a las víctimas del huracán Katrina.
El 11 de Septiembre de 2001 jamás lo olvidaré, recuerdo todos los detalles del día, y el gran sentimiento de indignación que me generó. Esa misma tarde escribí algo a todos mis conocidos, como si de alguna manera podría ayudar a que no volviera ocurrir. En resumen les dije que el terrorismo era la negación del humanismo (la negación de la dignidad y libertad de cada ser humano) producto de una visión fundamentalista; y que la única solución era la lucha decidida y permanente porque la democracia se extienda por el mundo.
Profeballa
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