El “Zorro del Desierto” sale de su madriguera
26 de enero de 2022 publicada en El Nacional
El convoy ha llegado a Libia sin ataques
aéreos o marítimos. Esto es muy útil para alimentar la resistencia (…).
El ‘Duce’ está contento con la marcha de las
operaciones en Libia y de los transportes navales, aunque hoy ha sido hundido
el ‘Victoria’ que era la perla de nuestra marina mercante (5 y 24 de enero de
1942, en: Conde Galeazzo Ciano, Diario).
Las palabras del
Ministro de Relaciones Exteriores italiano nos permiten ver lo que era
determinante para las fuerzas del Eje en el desierto de África: la capacidad de
abastecer a sus ejércitos. Los meses anteriores el conde Ciano siempre se
refería a la imposibilidad que llegara un convoy completo de Italia al puerto
de Tripolitania (solo pasaba el 30 %). Por esta causa no se lograba tener
suficientes equipos para romper con el estancamiento, pero en el caso de los
Aliados era distinto de modo que pudo realizar la “Operación Crusader” (del 18
de noviembre al 30 de diciembre de 1941) haciendo retroceder al Afrika korps a su punto de partida en
torno a El Agueila en la Cirenaica italiana. De ella trató nuestra última
entrega sobre este Frente en su 80 aniversario. Ahora a principios de 1942 el
dominio de la Royal Navy junto al
“portaviones inhundible” que era la isla de Malta comenzó a debilitarse y el
general Erwin Rommel contaba con 55 nuevos panzer
(de las versiones con mayor poder de fuego: cañones de 50 y 75 mm) y lo más
importante: gasolina, aunque no en la cantidad esperada. El “zorro” planeó
entonces salir de sus madrigueras defensivas el 21 de enero y para el 7 de febrero
había avanzado hasta Gazala a pocos kilómetros de Tobruk.
El año 42 será
decisivo para la Segunda Guerra Mundial (SGM) en el desierto: el Afrika korps y las fuerzas italianas
tenían grandes oportunidades de llegar a la gran meta: el canal de Suez. Todo
ello porque cuatro factores habían permitido que mejorara el abastecimiento y
el apoyo aéreo: 1) en noviembre de 1941 se enviaron varios U-boots que hundieron el portaviones HMS Ark Royal entre otros; 2) el 2 de diciembre Adolf Hitler firma la directriz N° 38 estableciendo un
mando supremo para el Eje en el Mediterráneo: Oberbefehlshaber Süd, bajo
la jefatura del mariscal Albert Kesselring (ya era el comandante de la Luftflotte II) con la misión de asegurar
las comunicaciones entre Italia y Libia y neutralizar a la isla de Malta y el
tráfico marítimo Aliado por la zona; 3) La llegada en diciembre de dos Gruppen de la Luftwaffe que fueron retirados del Frente ruso debido a que por el
invierno era imposible su uso, permitió retomar los ataques sobre Malta, la Royal Navy y el apoyo a los ejércitos
terrestres; 4) la retirada de importantes contingentes de barcos, soldados y
armas de la Commonwealth para
defender el Imperio en el Far East ante
la ofensiva japonesa que comenzó con el ataque a Pearl Harbor el 7 de diciembre
(parecía repetirse la historia cuando el intento de tomar Libia se vio
frustrada por la desviación de tropas a Grecia, y ciertamente los británicos
tenía un plan: la “Operación Akrobat”) y 5) el dejar fuera de combate dos
acorazados en el puerto de Alejandría gracias a los hombres-rana italianos el
19 de diciembre (hecho que describimos en nuestro artículo de fin de año
pasado).
La bibliografía usada
en este Frente sigue siendo la misma (ver nuestras anteriores entregas sobre la
Guerra en el Desierto) pero hoy agregamos un autor que nos parece excelente: el
coronel Carlos Javier Frías Sánchez (Jefe de la Secretaría Técnica de la
División de Planes Estado Mayor del Ejército español) el cual posee una columna
periódica de historia militar en el portal Global
Strategy llamada “War Studies”: https://global-strategy.org/category/war-studies/
En febrero del 2021 trató la “Operación Crusader” y el contraataque del Eje,
concluyendo que este último se hizo posible gracias a que las pérdidas Aliadas
fueron más altas de lo esperado y calcularon mal las que sufrió el enemigo y
las vías que permitían el abastecimiento de su ejército no habían sido
capturadas por fuerte resistencia italiana en Halfaya y Bardia. Rommel que era
experto en tomar la iniciativa y realizar batallas con los pocos recursos que
contaba aprovechó las condiciones descritas, y ante la imposibilidad de
defenderse debido a la sospecha de un nuevo ataque se decidió por la ofensiva.
De igual forma mantuvo en secreto los preparativos (incluso a los mandos del
Eje) y para los británicos fue una total sorpresa perdiendo el día 22 más de
cien tanques. Dos líneas de panzer y
carros con infantería avanzaron (una por la vía
Balbia y otra por el interior) intentando rodear a las fuerzas del 8°
Ejército. Ese día le escribirá a su esposa: “Nuestros enemigos corren como
picados por un insecto. La perspectiva es buena para los próximos días. Puedes
imaginar mi estado de ánimo. Me siento muy bien, exceptuando la falta de sueño”
(1954, The Rommel Papers). Pero la
batalla más impresionante fue el 25 cuando cerca de Msus se consiguió con el
triple de tanques, a pesar de ello los venció perdiendo solo tres tanques ¡y
destruyendo cuarenta a los Aliados!
El zorro veía correr
al león británico pero una vez más se le acababa la gasolina. Cuando se
resolvía la logística Rommel triunfaba, incluso contra fuerzas superiores. En
la táctica era un experto que hasta ahora no había conseguido un general del
lado contrario que lo igualara. El Eje sabía que Malta y Tobruk debían caer
para anular lo que les impedía la victoria. Nuestra próxima entrega sobre el
Norte de África y el Mediterráneo será, Dios mediante, en mayo cuando se cumpla
el 80 aniversario del intento de invadir dicha isla y se retome la ofensiva
italo-alemana. La semana que viene viajaremos al invierno ruso para ver hasta
dónde ha avanzado la contraofensiva de la Unión Soviética, contraofensiva que
analizamos a mediados de diciembre pasado y que debemos concluir.