Autor: Carlos Balladares Castillo
En el 2015 no solo se cumple el bicentenario de la Carta
de Jamaica
A principios del año pasado hicimos un repaso de algunos hechos de
nuestra Independencia que cumplían 200 años. También resaltamos las discusiones
historiográficas en torno a dichas efemérides. Este año no queremos perder esa
costumbre porque hasta el 2030 serán tiempos “bicentenarios”. El título que le
hemos dado a nuestro artículo cita el aniversario más importante para el
gobierno y para todo el país bolivariano (no solo en el sentido partidista): la
redacción de la Carta de Jamaica por Simón Bolívar la cual fue publicada el 6
de septiembre. Pero consideramos que no solo de Bolívar vive el Bicentenario.
En lo que se refiere al proceso de Independencia de Venezuela dentro de
su territorio, es indudable que el hecho más importante es la llegada del
Ejército Expedicionario comandado por el General Pablo Morillo, la cual
representa la segunda más numerosa de la historia de España: 10 mil soldados y
80 barcos. Dicha expedición partió el 15 de febrero y llegó el 7 de abril a
Puerto Santo (cerca de Carúpano) para poner en cintura al heredero de Boves:
Francisco Tomás Morales, y luego pasar a Margarita donde se encontraba el
último reducto republicano bajo Arismendi. De manera que la anarquía
caudillista concluía y se establecía una dictadura militar en Venezuela. Esta última
afirmación es un tema que la historiografía tiene para discutir largo rato. Por
otro lado, el historiador Germán Carrera Damas afirma que gracias a la llegada
de este Ejército la guerra pasa de una guerra civil y social a una
internacional, por lo cual – recuerdan buena parte de los estudiosos - la Carta
de Jamaica defiende la causa emancipadora en un contexto mundial.
En julio el General Morillo partirá para Nueva Granada y no volverá en
dos años, durante ese período deja al mando de la Capitanía General al
brigadier Salvador Moxó, que además de mantener la dictadura militar será
sumamente incompetente con sospechas de corrupción durante su gobierno. La mayoría
de la población (especialmente los pardos) debió considerar que ciertamente se
había regresado a 1809 pero en peores condiciones de las que se tenía, porque
estos “gachupines” despreciaban a todo el nacido en Venezuela. El coronel realista
Juan Francisco Mendívil se burlaba de
los modales de los soldados de Boves exclamando en su presencia: “si estos son
los vencedores cómo serán los vencidos”. Razón
no le faltaba, porque los vencidos estaban o en el exilio o en los montes sin
casi nada para comer, vestirse o luchar. Pero en esos montes la República subsistió.
En 1815 las pequeñas guerrillas acaudilladas por exoficiales del
ejército republicano que se consideraba exterminado van a resurgir lentamente,
y en poco tiempo podrán aspirar a la toma de pueblos e incluso capitales de
Provincia. Morales – el heredero de Boves - señala: “se refugiaron algunos
cabecillas (Cedeño, Zaraza, Monagas, Canelón y otros) dispersos en los
dilatados llanos sobre la de Guayana”, y Moxó afirma: “(…) desde que la
expedición pisó su suelo (el de Venezuela), ha estado en una guerra continua.
Desde nuestra llegada no han cesado las hostilidades. (…) No hubo un solo día
que no se marcase con sangre”. Lo más fascinante de esta situación es la
afirmación de Bolívar en la Carta al editor de la Gaceta Real de Jamaica (septiembre, 1815): “Los actuales defensores
de la independencia son los mismos partidarios de Boves, unidos ya con los
blancos criollos (…)”. En una infantil y manipuladora versión de la historia
propiciada desde el Estado, se ha señalado que el pueblo siempre estuvo a favor
de la Independencia, nada más lejano a la verdad. El hecho cierto es que esta
fue impopular y es solo a partir de 1815 que se inicia un proceso de “conversión”
o cambio de los pardos, indios, y negros a las banderas de la Libertad, tal
como señala el Libertador.
A nivel internacional no se puede olvidar que se cumplen 200 años de la
definitiva derrota de Napoleón en la Batalla de Waterloo el 18 de junio y la
celebración del Congreso de Viena (de octubre de 1814 a junio de 1815) que
ordenó la Europa (y quien decía Europa de alguna manera decía el mundo por el
control colonial y comercial de este continente) estableciendo una paz casi
total por casi 100 años.
Todos estos temas podrán ser discutidos este
año y especialmente en los diversos foros y conferencias que las universidades
e instituciones promotoras del estudio de la historia vienen realizando desde
el 2010. Aprovecho para promover las XV Jornadas de Historia y Religión de la
UCAB la cual tratará de los “Doscientos años de la Carta de Jamaica” (a
celebrarse del 9 al 11 de junio).