En menos de 5 horas he logrado armar en familia: 74 hallacas.
Claro, el guiso estaba preparado desde ayer. En verdad que siempre me han
gustados las navidades venezolanas. No se puede negar que nos esmeramos en
ponerle alegría a estas fechas, y lo hacemos desde temprano: ya desde octubre
suenan las gaitas y las tiendas comienzan los adornos navideños.
Aunque desde un tiempo para acá se nos advierte – por la
inseguridad – que tratemos de salir lo menos posible, y si ahora le agregamos
un tráfico cada año peor; nuestro autoexilio en casita será lo predominante.
Triste muy triste esta “Patria nueva” en la que las ciudades son trampas
deshumanizantes.
Profeballa
Razón y sentido de las
crónicas politológicas son fundamentalmente la redacción de la historia
inmediata venezolana, pero para una explicación más amplia de dicha crónica leer
acá.
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