miércoles, marzo 27, 2019

¿El fascismo está muerto a 100 años de su nacimiento? (mi columna de los miércoles en "El Nacional")


¿El fascismo está muerto a 100 años de su nacimiento?

Carlos Balladares Castillo

Publicado (esperamos) en El Nacional


Resultado de imagen para Er ist wieder da scenesAl final de la excelente película alemana: Er ist wieder da /Ha vuelto (David Wnendt, 2015), sobre la aparición de Adolf Hitler (1889-1945) en la Alemania del presente - me perdonan el spoiler - se muestran un conjunto de imágenes reales de cómo en la actualidad hay acciones e ideas políticas que pueden catalogarse de “fascistas”. En ella se ven a grupos agrediendo a diversas personas, y jóvenes identificados con la ultraderecha. El denominador común es el odio, el miedo y la violencia. Pero también un conjunto de símbolos, prácticas y lenguajes que conforman en estos grupos una unidad cuasi religiosa o más ligados a factores emocionales que le permiten conformar una fuerte unidad comunitaria. El nacimiento de dicho movimiento político (“Fasci italiani di combattimento”) que después se iría conformando en una ideología y posteriormente en un régimen político, nació hace 100 años exactamente un 23 de marzo de 1919 en Milán (Italia). Su fundador sería un periodista de izquierdas llamado Benito Mussolini (1883-1945) y su ejemplo sería imitado en Alemania y diversos países, estableciéndose – a pesar de su derrota militar en la Segunda Guerra Mundial - posteriormente como una palabra que define una forma de hacer política y que ha subsistido hasta nuestros días. Y con temor podemos decir que en los últimos años ha ido adquiriendo fuerzas, oculto por el ropaje del populismo. 

Resultado de imagen para emilio gentileNo se puede dudar que se ha hecho un uso abusivo de la palabra “fascismo”. En eso los venezolanos, desde que llegó el chavismo al poder, tenemos una gran experiencia al soportarlo como ofensa. Para la izquierda radical e incluso muchos de su ala moderada consideran como un fascista a todo aquel que se les oponga. También los historiadores y científicos sociales caemos en generalizaciones a la hora de analizar los movimientos de ultraderecha. Un especialista en la materia: Emilio Gentile (1946), considera que el “fascismo histórico” desapareció en 1945, y a pesar de algunas semejanzas con movimientos posteriores estos no parecen conformar realmente todas las características del fascismo. El fascismo es un movimiento que de derechas tienen los factores tradicionales del racismo y/o el nacionalismo extremo, que por medio de un partido o movimiento de masas organizado militarmente usa tanto la violencia como los medios civiles para llegar al poder, y una vez allí construye un Estado totalitario con pretensiones imperiales.

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Ante tanta confusión siempre me ha gustado ofrecer a mis alumnos las 14 condiciones sobre el fascismo que estableció Umberto Eco (1932-2016) en su ensayo “El fascismo eterno” (1997). Al momento de aparecer alguno de ellos, un ciudadano que cree en la democracia (por algo es ciudadano) estaría alerta y un científico social iniciaría el proceso de identificación del fenómeno, aunque no podría llamarlo como tal de inmediato sino al lograr la sumatoria de la mayoría de dichas condiciones. Podría resultar cansón para el lector pero también estaría faltando a satisfacer su curiosidad, de manera que coloca dichas condiciones seguidamente (y en caso de conocerlos puede saltarse esta parte hasta el próximo párrafo): 1) culto a la tradición, 2) rechazo a la modernidad, 3) irracionalismo, 4) la crítica es traición, 5) miedo a la diferencia, 6) clases medias frustradas (podríamos agregar cualquier grupo social con un grado de resentimiento), 7) obsesión por el complot, por la constante conspiración de los “enemigos”, debido a: 8) los “enemigos” son simultáneamente muy fuertes y muy débiles, por lo que: 9) la guerra es la vida de la sociedad, siempre hay que estar luchando contra el enemigo externo e interno, 10) desprecio por los débiles (valoración por una élite), 11) el culto por el héroe que es un culto por la muerte, 12) machismo, 13) populismo, y 14) uso de la neolengua (la palabra pierde la capacidad de conocer la verdad). Buena parte de las mismas son las que poseen los personalismos políticos, los autoritarismos, pero solo el que cumple con la inmensa mayoría se acerca al modelo.

Resultado de imagen para francois furet fascismoDe alguna forma muchos de estos elementos son previos al siglo XX, previos al fascismo; entonces ¿por qué definirlos con otro nombre? ¿qué lo hace original o novedoso? Es su claro ataque a la democracia-liberal con el objetivo de construir un sistema totalitario que depende de algunos factores modernos como son fundamentalmente la sociedad de masas, en este sentido el fascismo es el hermano “morocho” (no gemelo, pues) del comunismo. Es la otra cara de la misma moneda. El historiador francés Francois Furet (1927-1997) afirmó que ambos nacen de la debilidad de la democracia a principios del siglo XX por su incapacidad para ofrecer un sentimiento de comunidad. Al afianzarse el individualismo, el consumismo y el electoralismo; poco a poco se fue olvidando la pasión democrática de las revoluciones que se dieron en Europa desde 1789. La Primera Guerra Mundial fortaleció el nacionalismo, el militarismo y el igualitarismo en las trincheras. Se forjaba la pasión comunitaria que la democracia había dejado de dar muchas décadas atrás. De la Gran Guerra surgirán la revolución bolchevique (1917) que se intentaría propagar por Europa al igual que la revolución fascista (1922). Ambas se consolidarán estimulando el odio y el temor a su contrario, pero en común tendrán un gran enemigo: la democracia y el liberalismo.


Resultado de imagen para gulagSi consideramos la democracia-liberal como el producto mejor y culminante de la civilización occidental, se puede decir entonces que los totalitarismos son una amenaza a ella. Es el viejo conflicto de la barbarie versus la civilización. Es la realidad de los genocidios que se dieron, tanto contra los pueblos considerados inferiores étnicamente por los nazis (la Shoá) como contra los enemigos de clase del poder obrero por los bolcheviques (el sistema GULAG y la política del hambre fundado por el comunismo de guerra en los tiempos de Vladimir Lenin y perfeccionado por José Stalin). Este horror puede volver a ocurrir, su semilla está en los movimientos extremistas que siguen ofreciendo a los olvidados de nuestras democracias el ser tomados en cuenta. El fascismo como el comunismo nos están acechando ¿seremos pasivos ante ellos o saldremos a defender la democracia? Depende de cada uno de nosotros permitir que “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparezca de la faz de la Tierra” (Abraham Lincoln, 1809-1865, Discurso de Gettysburg, 1863).

Resultado de imagen para stalin puño de hierro contra la burguesíaNota: este artículo fue escrito en medio del nuevo “mega-apagón-eléctrico-agua-comunicaciones” y fue enviado rápidamente por el temor de un nuevo largo corte de luz. El régimen culpa al supuesto “enemigo externo e interno”, cumpliendo así varias de las condiciones que señala Eco como características del fascismo. Pero como bien dijo el autor debe cumplir con la mayoría para catalogarlo como tal, pero va haciendo méritos para entrar a la familia de los proyectos totalitarios. Solo los ciudadanos militantes pueden detener sus perversas intenciones. El no rendirnos hará la diferencia que nos permitirá ver el renacer de una Venezuela libre y próspera.

viernes, marzo 22, 2019

El mayor apagón eléctrico de la historia de Venezuela (mi columna mensual en el "Wall Street International Magazine")


El gran apagónEl mayor apagón eléctrico de la historia de Venezuela

Testimonio y análisis histórico de los últimos hechos en la Venezuela chavista

Carlos Balladares Castillo


En nuestra última entrega hicimos una aproximación histórica a las causas de la crisis que hoy padece Venezuela y finalizamos con los posibles escenarios a corto plazo. En ese texto planteamos que, por la información de los expertos en el área combustible, el país tenía gasolina hasta abril o mayo aproximadamente debido a que Estados Unidos le había dejado de abastecer en los componentes necesarios para la refinación. Esta terrible realidad afectaría a todos los servicios como la luz por las termoeléctricas, aunque el chavismo nos había hecho más dependientes de la gran represa hidroeléctrica del Guri (segunda más grande de Iberoamérica, cuarta más grande del mundo) con el peligro que esto significaba. Muchos expertos en el área advirtieron el peligro hasta que ocurrió el pasado jueves 7 de marzo. ¡No tuvimos que esperar a que se acabara la gasolina para vivir el desastre! Nunca antes en nuestra historia se había vivido un apagón nacional de tal magnitud en el sentido de duración: más de 3 días (hoy a dos semanas del hecho algunas zonas siguen sin electricidad), que a su vez afectara el abastecimiento del agua e impidiera las comunicaciones por telefonía fija, celular e internet (salvo algunas excepciones). El agobio estresante que vivimos las mayorías de los venezolanos que habitan el territorio nacional es indescriptible pero solo podemos decir que es ¡una tragedia que clama al Cielo por un cambio inmediato! A continuación daremos nuestro testimonio del hecho, sus orígenes históricos y el posible impacto en nuestra percepción del momento.

El caos que se generó por el “mega-apagón-eléctrico-agua-comunicaciones” (me perdonan el término pero me parece nada realista hablar solo de un problema eléctrico) no llegó a más muy probablemente porque todavía había comida, pero en algunas zonas (en especial el segundo estado más importante del país: el Zulia) hubo graves saqueos. No se conoce hasta ahora cuántas personas perdieron la vida en los hospitales que no poseen plantas eléctricas o si las poseen están dañadas, pero se sabe de varios casos. En general se puede decir que hay que vivir este hecho para poder comprenderlo, solo se puede comparar con las guerras y su gran impacto devastador aunque en nuestro caso todavía quedan los edificios en pie pero en franco deterioro y no hay tantas balas silbando.

Muchos están “entrenados” por años y años de apagones que vienen ocurriendo con cierta regularidad, en el estado Zulia por ejemplo ya poseen desde hace tiempo cortes de 4 horas diarias. Pero cuando es algo nacional, pasan las horas y llega la oscuridad la angustia se establece en tu alma. No sabes si pronto en media de esa oscurana que no te permite ver ¡nada de nada! aparecerán los delincuentes que asesinan y roban (y que nos tienen entre los países con mayores índices de criminalidad). Si no guardaste agua la suciedad en tu cuerpo, ropa y ambiente se empieza a acumular; y sabes que puede llegar la sed. Fue así cómo se vio gente en Caracas tomar agua de cualquier sitio. Si no tenías comida, debido a que los puntos de pago con tarjeta de débito no servían y hay escasez de efectivo, los comerciantes empezaron a exigir dólares que la mayoría no tiene. Sé que sonará dramático pero en medio de esto yo recordé la famosa frase del emperador Hirohito - palabras más palabras menos - en el discurso de rendición del Japón: “Hemos sufrido lo insufrible” ¡Y lo peor es que la causa de esto en Venezuela sigue allí!

El “mega-apagón-eléctrico-agua-comunicaciones” es una muestra más de la barbarie recurrente que cada cierto tiempo domina nuestro país y que se ha perfeccionado en los tiempos del chavismo. La barbarie que en este caso es generado por la corrupción y falta de mantenimiento e inversiones en todo lo relativo a los servicios públicos, que es la expresión de un desgobierno que nunca tiene la responsabilidad de aceptar su culpa y se inventa los típicos pretextos que ha usado siempre su aliado cubano (por no hablar de “potencia dominante”). Pero también es producto de otras formas bárbaras como son el rechazo a la meritocracia (se premia la lealtad más que el profesionalismo) y la censura (no se acepta nunca la crítica y se promueve la propaganda que es la mentira). Al final la principal causa es el personalismo político, el hecho que los venezolanos no podamos por medio de las luces electorales cambiar la barbarie por la civilización. Sabiamente lo dijo el Presidente Juan Guaidó (1983) al explicar que todo el problema comenzará a superarse cuando cese la usurpación.

Gran represa hidroeléctrica del Guri
Si al explicar el “mega-apagón-eléctrico-agua-comunicaciones” señalamos que su principal causa es un problema político, sería lícito entonces preguntarse: ¿qué hizo la democracia en Venezuela (1945-48, 1958-1998) en relación a la electricidad y qué hizo el chavismo (1999-2019)? En nuestro país se ha desarrollado un mito que no soporta ningún análisis histórico y/o de simple cuantificación. Me refiero a aquel que afirma que las dictaduras se dedican más a realizar obras de infraestructura que las democracias. En nuestro caso nada más alejado de la verdad y esto lo ha demostrado con datos y fuentes documentales el amigo y colega Mario Buffone en su maravilloso blog: “obras de la democracia venezolana” alojado en blogspot.com Pero hablemos brevemente del sistema eléctrico nacional. En sus inicios fueron un conjunto de iniciativas privadas que la democracia en 1947 - bajo la presidencia de Rómulo Betancourt - creó la Corporación Venezolana de Fomento (CVF) la cual se propuso la expansión del sector eléctrico estableciendo el Plan de Electrificación Nacional. Es cierto que la dictadura militar (1948-58) lo continuó y dio los primeros pasos de la electrificación de los grandes ríos del Sur pero fue la democracia quien construyó la gran represa del Guri entre 1963 y 1986 (en funcionamiento parcial desde 1968) y comenzó la interconexión nacional desde 1958 con la creación de la Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico (CADAFE), que reunió a 15 empresas eléctricas creadas por la CVF (datos tomados del blog citado). Estas iniciativas iluminarían los hogares de los venezolanos y mantenían su funcionamiento con el mantenimiento debido, a diferencia del chavismo que abandonó su expansión y el mantenimiento generando permanentes apagones y racionamientos inexistentes en el pasado hasta llegar al desastre que hemos descrito en este artículo.

En conclusión, considero que el hecho inédito que padecimos los venezolanos en los últimos días ha ratificado una tendencia en la mentalidad de las mayorías: la certeza que el chavismo es una peste que de no ser superada pronto terminará de hundir el país en las tinieblas (y esto ya no es una metáfora sino una realidad palpable). Es una necesidad VITAL la transición a la democracia, único sistema capaz de hacer progresar el país en libertad otorgando la mayor dignidad posible al mayor número de venezolanos. Pero es una tarea que hasta ahora no hemos logrado los demócratas debido al régimen de permanente violación de los derechos humanos que caracteriza Nicolás Maduro, tal como lo ha probado el informe sobre Venezuela que presentó Michelle Bachelet (Alta Comisionada de los Derechos Humanos para la Organización de Naciones Unidas) el 20 de marzo de 2019. Es por ello que necesitamos el apoyo de la comunidad internacional libre, más allá de sanciones y reconocimientos a los poderes legítimos como es el caso de la Asamblea Nacional y el Presidente encargado Juan Guaidó. Sirva el presente testimonio como una llamada de auxilio confiado en la solidaridad de los demócratas del mundo.

miércoles, marzo 20, 2019

James Baldwin: comprender el peso abrumador de la segregación (mi columna de los miércoles en "El Nacional")


James Baldwin: comprender el peso abrumador de la segregación

Carlos Balladares Castillo

Publicado en El Nacional 

If Beale Street could talk (2018) es la última película de Barry Jenkins, quien ganó el Óscar por el guión adaptado de Moonlight (2016) la cual, además, también obtuvo otros dos premios de la Academia entre ellos el de Mejor Película entregados a principios del 2017. Su nuevo film logró 3 nominaciones de los cuales ganó uno solo: mejor actriz de reparto: Regina King. En esta ocasión adaptó la nóvela homónima (1974) del gran escritor estadounidense James Baldwin (1924-1987), y lo hizo con tanta maestría que me animó a retomar la lectura de este famoso literato. La historia, las actuaciones, la fotografía y la música nos transmiten inicialmente un hermoso romance sobre el cual poco a poco se cierne la amenaza de una ancestral opresión. Es el racismo de toda una sociedad que genera un gran terror en sus víctimas, porque a pesar de la “burbuja” que intentan crear para salvarse esta terminará explotando. ¿Cómo comprender esa realidad que es la de toda segregación social? Baldwin hace un excelente análisis en un conjunto de ensayos - que en parte son autobiográficos - en su libro: Nadie sabe mi nombre (1961), y que ahora comentaremos junto a la crítica de la “cinta” en cuestión.

If Beale Street could talk (2018) es una historia de amor contada desde la joven enamorada de 19 años: Tish (Kiki Layne) de otro joven de 22 años también enamorado: Fonny (Stephan James). Se conocen desde niños, es un amor puro y hermoso. Recorren las calles de Harlem (Nueva York) en atardeceres rodeados de la música de violines de Nicholas Britell (nominada también en este caso al igual que en Moonlight como mejor banda sonora original), con ese característico uso de los primeros planos que nos acostumbró Jenkins. Solo hay un problema: no tienen donde vivir. Para los venezolanos podríamos considerarlos de clase media baja, allá en los Estados Unidos de los setenta se puede decir que son pobres. No consiguen donde vivir y por ello no se han casado, pero esto no es nada comparado al gran problema: el racismo. A partir de la segunda hora se erige como una amenaza todopoderosa, invencible. Cualquiera diría ¿en el norte y en los setenta? ¡no puede ser! Pues sí, es toda una nación que no logra superar una tara histórica que no se circunscribe al Sur. El novio es acusado de un crimen que no cometió. La madre de Tish: Sharon (Regina King) se batirá por la inocencia de su yerno en contra de todo un sistema de injusticias.

Resultado de imagen para i am not your negroA James Baldwin lo comencé a leer estimulado por esa maravilla de documental que fue nominado al Óscar en el 2016: I am not your negro (Raoul Peck). En el mismo se muestra en varias entrevistas y conferencias, explicando con gran claridad por qué su atención al problema racial y cómo éste ha funcionado en los Estados Unidos. En el primer ensayo “El descubrimiento de lo que significa ser americano” contenido en Nadie sabe mi nombre (1961), explica que al vivir en Europa por varios años  pudo ser valorado como escritor sin ninguna referencia para mal o para bien del color de su piel. Y que Europa (la civilización Occidental) era la madre cultural tanto de los blancos como de los negros en los Estados Unidos. Es inevitable para un iberoamericano pensar en esta aceptación sin prejuicios de nuestro carácter occidental seamos o no mestizos. El autor describe que al salir de su país se le hizo más evidente las características “carcelarias” de la cultura estadounidense con el negro, del gran mito que establecía que eso solo ocurría en el Sur de la Nación. Al final confiaba en el papel del escritor para lograr los cambios, porque “aunque no logremos creerlo del todo, la vida interior es una vida real, y los intangibles sueños de los hombres tienen un efecto tangible sobre el mundo.”

Resultado de imagen para james baldwin nadie sabe mi nombre
“Quinta Avenida arriba: Carta desde Harlem” permite comprender la cultura de segregación que se desarrollaba en el Norte a través de los guetos, ambiente en el que se desarrolla la película de Jenkins. Baldwin los llama “inmensos huecos de humanidad como cráteres” y a sus altos bloques de viviendas que lo caracterizan: “monumentos a la insensatez y la cobardía de las buenas intenciones.” En ellos todo juega en contra del afroamericano en el sentido que todo es más difícil, es más caro y las condiciones peores que en el resto de la ciudad. Pero en ellos se esforzaban los padres porque sus hijos tuvieran una buena educación y no sufrir su mismo destino. Esta misma actitud la describirá el autor en dos ensayos relativo a los primeros estudiantes negros que se atrevieron a ingresar en escuelas de blancos del Sur (“Una mosca en la nata” y “Nadie sabe mi nombre: Carta desde el Sur”) cuando se exigió a las mismas no negarse a “la integración” (a inicios de los sesenta). Muy pocos se atrevieron por todo el acoso que padecían, pero sabían que el sacrificio valía la pena por la calidad de la educación, debido a que las escuelas “separadas” que eran solo para “gente de color” tenían la peor formación porque el Estado y las personas con mayores recursos no buscaban su mejora.

La esencia de toda segregación consiste en otorgarle un lugar, unas funciones, un rol y en general todo un conjunto de características a un sector de la población. Y obligarlos por todos los medios (represión, educación, ausencia de oportunidades, cultura, etc.) a que no se salgan de allí. Por ello, en el caso del racismo que describe Baldwin, están los guetos pero también están una serie de oficios que solo eran para los negros, y se le ponían todos los obstáculos para que no lograran ascender a cargos de prestigio. Pero incluso se va más allá en este sistema estableciendo el principio que no poseen nada en realidad porque todo “podía serle arrebatado a cada instante por el poderío de los blancos”. De allí la importancia que se le daba a la educación para dar el brinco, de salirse de esos lugares e incluso lograr abolir la injusta estructura. Pero esto siempre era un riesgo, riesgo que podría incluso significar la muerte.

Tanto en la película como en la lectura de Baldwin se puede percibir el peso de la opresión. Y cambiando lo cambiable los venezolanos no enchufados de los tiempos del chavismo podemos encontrar algunos rasgos parecidos. Se nos quiere sumisos, se nos quiere encerrados en nuestras casas, se nos quiere incluso cambiar nuestro lenguaje y forma de pensar. Nos creen idiotas y limitados, sujetos de tutelaje de un “gran hermano” o “padrecito del pueblo”. Es un riesgo asumir nuestra dignidad humana cuando se vive en un sistema autoritario que considera a los opositores como ciudadanos de segunda. Es un riesgo que estamos obligados a correr.

miércoles, marzo 13, 2019

“Doña Bárbara” generó el mayor apagón eléctrico de nuestra historia (nuestro artículo de los miércoles en El Nacional)


“Doña Bárbara” generó el mayor apagón eléctrico de nuestra historia
Carlos Balladares Castillo
Publicado en El Nacional

Con la intención de animar a leer a mis alumnos de Historia de Venezuela de la UCV, les propuse analizar la más famosa obra del maestro Rómulo Gallegos (1884-1969): Doña Bárbara (1929). El resultado fue excelente, a diferencia de mi anterior experiencia con una obra que considero mucho más amena: La fiesta del chivo (2000) de Mario Vargas Llosa (1936) (ver artículo de esta columna del 27 de febrero del 2019). Los estudiantes en su mayoría se la leyeron y les gustó. No les pareció aburrida y contaban cada hecho con emoción. Su conclusión fue inmediata: “en el conflicto entre barbarie y civilización la primera es recurrente en nuestra historia, y es así como hoy padecemos otra vez a Doña Bárbara en el chavismo representado en Maduro (dictadura-atraso), ¡y Juan Guaidó es Santos Luzardo (democracia-progreso)!” Esas fueron sus palabras casi textuales. En mi caso es la tercera vez que la leo y al principio me fastidió su costumbrismo y ausencia del uso de las técnicas modernas representadas en escritores como Ernest Hemingway (1899-1961) y William Faulkner (1897-1962); pero después descubrí en ella lo que quería transmitir con su lectura a mis pupilos: la comprensión de algunos de los rasgos fundamentales de nuestra Historia Patria.

Mi otro objetivo era experimentar un acercamiento diferente a la historia de Venezuela. Pensé y consulté a colegas: ¿cuál era la novela más representativa de nuestra historia? Don Germán Carrera Damas (1930) nos dijo una vez que es Los Riberas (1957) de Mario Briceño Iragorry (1897-1958) como el mejor relato que explica los cambios del siglo XX, pero por lo largo temí que fuera un fracaso, que nadie la leyera ante el reto de tantas páginas. Otros ofrecieron títulos pero lamentablemente se circunscribían a un período específico del siglo XX tal como Oficio de difuntos (1976) de Arturo Uslar Pietri (1906-2001) o País portátil (1968) de Adriano González León (1931-2008). De manera que al final pensé que lo mejor sería Doña Bárbara por ser la más famosa debido a que siempre se las mandan a leer en bachillerato y es la novela más traducida de un venezolano y muy especialmente trata del conflicto que explica nuestro siglo más importante, que no es más que la lucha entre lo moderno y lo antimoderno. Si usted querido lector considera que existe un relato que explique mejor nuestra historia estaremos contentos y agradecidos de escuchar sus recomendaciones.

¿Qué representa el personaje de Doña Bárbara en nuestra historia? ¿cuáles son sus expresiones tanto en la novela como en nuestra sociedad? Los estudiantes supieron responder a esta pregunta tal como mostré anteriormente, pero ofrecieron otras ideas en debate con las del profesor. A pesar de ser una perspectiva positivista representa una crítica a lo que sería la interpretación dominante (la de los “doctores” o ministros del dictador: el general Juan Vicente Gómez (1857-1935)) dentro de esta corriente del pensamiento que es la del “Gendarme necesario”. Advierte en lenguaje metafórica que las supuestas intenciones civilizadoras del bárbaro Gómez no son reales y mantienen la violencia (autoritarismo del caudillo aunque haya destruido el caudillismo), el desapego a la ley por medio de su manipulación (personajes de Ño Pernalete y Mujiquita) y el rechazo al verdadero progreso. Progreso que conoce y defiende Santos Luzardo por su origen universitario y urbano. De alguna forma él es la Generación del 28 que por medio del liderazgo demostrado en su valentía pero el dominio de la técnica (escena de la doma) y la educación (tutelaje formativa de Marisela) logrará hacer retroceder “el desierto” de la barbarie.

Doña Bárbara es producto del mestizaje pero Santos Luzardo también lo es. La barbarie no tiene su origen en este hecho sino en nuestra historia de violencia que ha sido la lucha por sobrevivir en la geografía tropical. El colonialismo y el imperialismo extranjero depredador representado en Mister Danger, aunque proviene de la civilización acá se alía con la barbarie, la promueve y consolida. Ambos se encargaron de seducir a la Venezuela del pasado y del presente cuyo arquetipo es Lorenzo Barquero (inicialmente civilizado), devorado por la mujer pero también por el alcohol que le provee el yanqui. Marisela es hija de Doña Bárbara y Lorenzo, de allí su naturaleza rebelde, virgen y joven. Ella es el presente y futuro del país, que anhela la civilización pero que no sabe cómo asumirla aunque poco a poco se va educando gracias a la paciencia y amor de las luces de Santos. En este sentido Gallegos nos ofrece una historia de esperanza, no se queda en la frase de Lorenzo: “¡esta tierra no perdona!”

El apagón eléctrico ¡nacional! e ¡inédito en nuestra historia! que vivimos desde el jueves y que solo en algunos lugares se restableció por pocas horas (escribo esto el domingo cuando se acaba de volver a ir la luz) y que ha significado también la pérdida de servicios de agua y comunicaciones telefónicas ¡y Dios sabe cuántos muertos!; es una muestra más de la barbarie recurrente que cada cierto tiempo domina nuestro país. La barbarie que en este caso es generado por la corrupción y falta de mantenimiento e inversiones en todo lo relativo a los servicios públicos, que es la expresión de un desgobierno que nunca tiene la responsabilidad de aceptar su culpa y se inventa los típicos pretextos de su aliado el “Mister Danger” cubanito. Pero también es producto de otras formas bárbaras como son el rechazo a la meritocracia (se premia la lealtad más que el profesionalismo) y la censura (no se acepta nunca la crítica y se promueve la propaganda que es la mentira). Al final la principal causa es el personalismo político, el hecho que los venezolanos no podamos por medio de las luces electorales cambiar la barbarie por la civilización. Sabiamente lo dijo el Presidente Juan Guaidó (1983) al explicar que todo el problema comenzará a superarse cuando cese la usurpación.

Doña Bárbara no solo nos permite identificar rasgos de nuestra venezolanidad sino que en ella se descubre un clásico en el cual se pueden identificar influencias de la Biblia, Don Quijote (1605), Romeo y Julieta (1597), e incluso elementos que también se han expresado (posteriormente claro está) en Star wars (1977) porque implican la tradicional lucha entre el bien y el mal. En las palabras esperanzadoras de Don Rómulo Gallegos no olvidemos que a pesar de los que nos ha hecho padecer la barbarie, nuestra tierra es “¡Propicia para el esfuerzo, como lo fue para la hazaña, tierra de horizontes abiertos, donde una raza buena, ama, sufre y espera!...”

Nota: desde hace una semana estoy sin internet y debido al apagón incluso tengo una conexión a telefonía celular y fija que va y viene. 
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