Me refiero a que solo debe celebrar fiestas cívicas y no
religiosas, y que debe prohibir a los funcionarios públicos tener símbolos
religiosos mientras ejerzan sus funciones y en los edificios del Estado. Lo
digo a propósito de las fiestas navideñas cuando las oficinas (públicas y
privadas) se llenan de todas las expresiones de esta época como nacimientos,
arbolitos, entre otros. Pero también lo digo por los días festivos no
laborables que son por motivos religiosos cristianos: Navidad y Semana Santa,
etc.
Ante el abuso que ha significado el gobierno chavista en lo
referente a la violación del principio de imparcialidad partidista en las campañas
electorales; siempre había pensado que deberíamos ser un Estado “totalmente laico”. Porque de esa manera nadie se siente fuera del Estado, nadie se
considera segregado. ¿Si somos imparciales en posiciones partidistas debemos
serlo también en las religiosas? Pues, ahora pienso que no, porque son dos
cosas distintas. Son distintas porque sin la catolicidad no entendemos nuestra
historia como nación, y el Estado está para defender nuestra identidad. Una
cosa es hacer campaña por un partido violando la Constitución y otra es el
resaltar los valores compartidos de la perspectiva cristiano-católica. Porque
uno puede ser musulmán o judío, e incluso agnóstico; pero si se es venezolano
“se es católico” en la forma de entender y vivir la realidad. Lo cual no quiere
decir que se violen principios de separación Iglesia-Estado o se le den
privilegios judiciales a los miembros de esta denominación.
A propósito del tema: Feliz día de la Chinita! Fiesta sin la cual
no se comprendería la zulianidad y venezolanidad.
Profeballa
Razón y sentido de las
crónicas politológicas son fundamentalmente la redacción de la historia
inmediata venezolana, pero para una explicación más amplia de dicha crónica leer
acá.
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