No se puede insultar a los estudiantes y que nadie alce la voz. Ellos tienen padres, familiares, amigos, y profesores; y muy especialmente una mayoría nacional que los admira. Yo quiero hoy, como profesor de muchos de los que conforman el llamado "movimiento estudiantil", mostrar mi solidaridad; rechazando los insultos, el maltrato y la campaña de difamación oficialista.
Muchachos: me siento orgulloso de ustedes. Porque sé que los valores y principios que le han transmitido sus padres y familiares, y nosotros los maestros y profesores, han rendido fruto. En especial me quiero referir a la labor que me ha tocado (y a tantos) como docente en el área de ciencias sociales.
Sus acciones son la prueba que nuestras palabras no se han perdido. No sirvieron nada más para aprobar los exámenes y celebrar en la fiesta de fin de curso. No son ideas de tiempos y tierras lejanas, lo que largas horas de clases en muchas ocasiones algo fastidiosas, intentamos sembrar en vuestras mentes. Al final; tantas conversas y discusiones, toda esta lucha personal por servirles de ejemplo, todas estas horas de correcciones y preparación de clases; han dado el más hermoso de los resultados.
Ha valido la pena contrastar el despotismo oriental con las formas de gobierno limitadas que se expresan en las ciudades-estado griegas y en la República romana. La historia de la lucha de las “clases medias” por la ciudadanía en Atenas como fundamento de la democracia ha sido comprendida. Ustedes se han hecho atenienses y romanos en tiempos de siglo XXI. La república democrática sobrevivirá.
Ha valido la pena hablarles del cristianismo como pasión, como valores inspiradores, como fe operante de la cultura occidental, y de Venezuela como hija legítima de Europa vía España. Ahora ustedes son concientes de ser nuevos apóstoles de la preocupación por el otro. Saben y sienten, que vale la pena la cruz que es permanecer en este trópico inseguro y poco prometedor, y salir a resistir pacíficamente los golpes de los centuriones de hoy. Vale la pena como valió hace 2000 años, porque saben que “después de la cruz siempre hay resurrección”.
Ha valido la pena hablar de la Ilustración, de los derechos humanos, del Estado en función de dichos derechos, de un poder que se autorregula. Pero muy especialmente de un pueblo que se revela contra la tiranía en la Francia de hace 200 años; y en una Capitanía General del Imperio Español. Recordar una generación de estudiantes que no tuvo miedo a los grillos, a la Rotunda, y al exilio; pero mucho menos al largo trabajo de día a día que significó fundar y conservar en pie a los partidos políticos sin los cuales es imposible la democracia.
Nadie puede venir a decirles impunemente “fascistas”, porque ustedes son herederos de la historia de la libertad. Ustedes conocen la acción del mal en el tiempo; y por conocerlo, por padecer las pretensiones de una triste repetición; es que siguen luchando.
Muchachos: no están solos. Vamos a reconstruir juntos este país.
Muchachos: me siento orgulloso de ustedes. Porque sé que los valores y principios que le han transmitido sus padres y familiares, y nosotros los maestros y profesores, han rendido fruto. En especial me quiero referir a la labor que me ha tocado (y a tantos) como docente en el área de ciencias sociales.
Sus acciones son la prueba que nuestras palabras no se han perdido. No sirvieron nada más para aprobar los exámenes y celebrar en la fiesta de fin de curso. No son ideas de tiempos y tierras lejanas, lo que largas horas de clases en muchas ocasiones algo fastidiosas, intentamos sembrar en vuestras mentes. Al final; tantas conversas y discusiones, toda esta lucha personal por servirles de ejemplo, todas estas horas de correcciones y preparación de clases; han dado el más hermoso de los resultados.
Ha valido la pena contrastar el despotismo oriental con las formas de gobierno limitadas que se expresan en las ciudades-estado griegas y en la República romana. La historia de la lucha de las “clases medias” por la ciudadanía en Atenas como fundamento de la democracia ha sido comprendida. Ustedes se han hecho atenienses y romanos en tiempos de siglo XXI. La república democrática sobrevivirá.
Ha valido la pena hablarles del cristianismo como pasión, como valores inspiradores, como fe operante de la cultura occidental, y de Venezuela como hija legítima de Europa vía España. Ahora ustedes son concientes de ser nuevos apóstoles de la preocupación por el otro. Saben y sienten, que vale la pena la cruz que es permanecer en este trópico inseguro y poco prometedor, y salir a resistir pacíficamente los golpes de los centuriones de hoy. Vale la pena como valió hace 2000 años, porque saben que “después de la cruz siempre hay resurrección”.
Ha valido la pena hablar de la Ilustración, de los derechos humanos, del Estado en función de dichos derechos, de un poder que se autorregula. Pero muy especialmente de un pueblo que se revela contra la tiranía en la Francia de hace 200 años; y en una Capitanía General del Imperio Español. Recordar una generación de estudiantes que no tuvo miedo a los grillos, a la Rotunda, y al exilio; pero mucho menos al largo trabajo de día a día que significó fundar y conservar en pie a los partidos políticos sin los cuales es imposible la democracia.
Nadie puede venir a decirles impunemente “fascistas”, porque ustedes son herederos de la historia de la libertad. Ustedes conocen la acción del mal en el tiempo; y por conocerlo, por padecer las pretensiones de una triste repetición; es que siguen luchando.
Muchachos: no están solos. Vamos a reconstruir juntos este país.
Profeballa.
13 comentarios:
No estoy de acuerdo.
Saludos
Rafael
muy sentido y acertado
no todo se ha perdido si las personas entienden, al fin, contra quienes nos estamos enfrentando
" No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; El que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos"
Salmo 101, 7
Un abrazo Carlos
Joaquin Ortega
muy sentido y acertado
no todo se ha perdido si las personas entienden, al fin, contra quienes nos estamos enfrentando
" No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; El que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos"
Salmo 101, 7
Un abrazo Carlos
Joaquin Ortega
Ciertamente me aterra ver el vandalismo en las calles, pienso que se podría actuar de otra manera. Esos altercados que vemos diariamente no conducen a buen lugar.
Un saludo. Buen Blog.
Victoria
Fuerza Venezuela!
Un saludo.
Guillermo
Completamente de acuerdo con usted profesor. Ya basta de quedarse callados, ya basta!
Muchas gracias profesor. No lo digo por estas palabras nada más, si no por lo que dijo, el reto y el trabajo que hace para ejercer su vocación de profesor.
Saludos!
Johan
Mil gracias a todos por sus comentarios y visita. Joaquìn, Guillermo, y muy especialmente Johan.
Un abrazo
Lo suyo es vocación, lo más preciado que se puede tener.
Saludos
David
Le acompaño.
Amèn! Gracias!
No es fácil la situación que vive Venezuela, nada fácil.
Maite
Yo no me solidarizo con la violencia, sea cual fuere.
Saludos
Andrés Carrabal
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