Interpretación histórica de lo que está pasando en
Venezuela
Carlos Balladares Castillo
Publicado en El Nacional
Escribir en tiempos de
cambios genera vértigo. No sabemos si la palabra dicha ya ha perdido vigencia
al momento de escribirla, y más aún al salir publicada. Muchos en el mundo no
comprenden lo que vivimos en el país y caen en los trajinados lugares comunes.
La “izquierda caviar” que disfruta de vivir en países capitalistas al mismo
tiempo que promueve regímenes que sería incapaz de soportar, solo ve una supuesta
democracia social presionada por el imperialismo yanqui. Se hace necesario dar
unas coordenadas mínimas para no ser manipulados por la propaganda de los
movimientos totalitarios, y ayudar especialmente a tanto periodista extranjero
que por ignorancia usan la neolengua del régimen. A continuación ofreceré
algunas de esas “coordenadas” desde la historia, y me atreveré finalmente con
una conclusión-hipótesis. Para ello me sustento en un esfuerzo historiográfico
de varias décadas entre los que puedo nombrar a Mariano Picón Salas, Mario
Briceño Iragorry, Germán Carrera Damas, Elías Pino Iturrieta, Manuel Caballero,
Graciela Soriano, Inés Quintero, Tomás Straka (muy especialmente su texto del
2015: República fragmentada), entre
otros.
1. Venezuela es un país con
una larga tradición liberal y republicana que se inicia con el proceso de
Independencia a principios del siglo XIX la cual busca la igualdad de derechos
(eliminación de la segregación étnica) que permita la movilidad social, y las
libertades de comercio, autonomía regional (federalismo) y manumisión para los
esclavos. En ella está la legitimidad constitucional que siempre ha sido
importante en la justificación de las acciones políticas. La acción de la
Asamblea Nacional que llevó a la juramentación de su Presidente como encargado
del Ejecutivo Nacional está enmarcado en estos “pilares” o “fundamentos” de nuestro
Estado y valores. Ha habido una sistemática violación de los mismos por el
régimen chavista-madurista y ante la mayor de todas que fue el ilegal
establecimiento de una Constituyente para convertirse en un suprapoder (que llama
a elecciones presidenciales sin garantía alguna) se tenía que actuar, lo cual
se hizo cuando el período del anterior Presidente (Maduro) finalizaba el 10 de
enero pasado de manera que constitucionalmente el poder legislativo debía
llamar a un gobierno de transición.
2. La democracia está
íntimamente ligada con la anterior coordenada pero aporta nuevos aspecto a la
misma, surgiendo en 1928 pero haciéndose dominante en nuestra mentalidad
política y llegando al poder por primera vez en 1945, para después de una
interrupción pretoriana (década militar desde 1948) consolidarse por 40 años
desde 1958. El pueblo, me atrevo a decir, logró comprender en todos estos años
de lucha por la democracia que solo a través de ella podría hacerse realidad la
libertad que promovía el liberalismo. Pero además, aprendió que un Estado y una
sociedad democrática no podrían hacerse realidad con la sola formalización de
los principios legales y la realización elecciones frecuentes, sino que debía
estar organizado en una pluralidad de partidos y grupos y las mayorías debían
de disfrutar de un mínimo de bienestar. Ese fue el proyecto democrático que fue
naciendo desde 1936 y se consolidó en 40 años desde el 23 de enero de 1958. El
problema fue que por otros factores que ya explicaremos entró en crisis y las
mayorías eligieron a un dirigente que la destruiría a nivel estatal e
intentaría también hacerlo socialmente. Pero muchos resistieron y a pesar de
tantos errores en los últimos 20 años, esa fuerza que anhela vivir en libertad
ha salido a las calles de nuevo y apoya a un líder que “no se proclama
libertador”, ni mesías, “ni la encarnación de un pueblo”, ni el heredero de
Bolívar, sino simplemente “un servidor público”.
3. La modernización fue una
meta que desde 1930 e incluso un poco antes significó el desarrollo de la
infraestructura del país y todos los servicios de electricidad, comunicaciones,
agua, sanidad y salud; que en pocas palabras era asumir el logro de las
condiciones de vida de las clases medias de los Estados Unidos; y dar el salto
a las libertades. Esto se vería impulsado no solo por la democracia tal como
explicamos en el anterior factor sino por el petróleo que describiremos a
continuación. El hecho cierto es que en los últimos 20 años todos estos logros
se han ido perdiendo o reduciendo de manera acelerada generando un gran
descontento.
4. Desde 1914 (aunque con
mayor énfasis desde 1936) Venezuela no se puede explicar sin el petróleo. El
mismo significó un cambio radical en lo que se refiere a nuestros ingresos, y
por tanto la posibilidad de hacer realidad el proyecto liberal que no se había
completado, permitiendo consolidar la unidad nacional, la fortaleza del Estado,
y la aparición del capitalismo aunque uno de tipo rentista (Tomás Straka). El
rentismo que inicialmente generó un rápido bienestar y crecimiento económico
(desde 1958) permitiendo que Venezuela tuviera la más voluminosa clase media de
Iberoamérica en los setenta, trajo consigo también un pernicioso populismo que
llevó a la desvalorización del trabajo y a ver el Estado como el que está
obligado a proveernos de bienes. Cuando cayeron los precios del petróleo a
partir de los ochenta y se mostraron las consecuencias entrópicas del modelo,
las clases medias empezaron a empobrecerse y los pobres a crecer y dejar de
disfrutar buena parte del apoyo asistencialista estatal. En esta crisis el
proceso modernizador empezaría a paralizarse o deteriorarse y la democracia
perdería su apoyo popular renaciendo con fuerza los dos elementos siguientes
del punto 5 y 6.
5. El personalismo político,
el culto por el hombre fuerte que por medio de la violencia se impone a los
demás, el irrespeto a la ley y a las instituciones por parte del poder desnudo
y sin control es una realidad que se ha mostrado de manera recurrente en
nuestra historia. Se desarrolla desde el siglo XIX dominado por los caudillos y
en el siglo XX donde los militares ejercieron un control pretoriano del poder.
Pero poco a poco se irá debilitando con la democracia, la tradición cívica, las
instituciones y la modernización. A pesar de ello nunca desaparecerá del todo y
reaparece con cada crisis, siendo la última la de la democracia y el rentismo
petrolero en los noventa. Hugo Chávez (quien surge en política por un acto
personalista y violento: un intento de golpe de Estado el 4 de febrero de 1992)
y cada uno de los dirigentes chavistas aprovecharán esta situación y serán su
mejor expresión en las dos últimas décadas. El fenómeno se ha fortalecido a
medida que pierden popularidad, haciéndose cada vez más violento e
insoportable. Ya son más de 300 los asesinatos en protesta especialmente en los
últimos 5 años, miles de detenidos, más de 500 presos políticos, por no hablar
de las torturas y exiliados junto a las prácticas de censura a los medios. La
última semana con gran horror observamos que en las protestas han sido encarcelados
niños y más de 40 asesinados.
6. Las Fuerzas Armadas nacen
como institución desde 1910 asumiendo un claro rol pretoriano (influencia de la
alta oficialidad o el ejército en la política nacional) bajo
los argumentos de que es el heredero del Ejército Libertador que logró la
Independencia y la nación por lo cual tiene el derecho de seguirla
construyendo. La democracia, la tradición liberal y la modernización han sido
elementos que han reducido su influencia pero al entrar en crisis han hecho que
este rol se fortalezca de nuevo. Su papel en los últimos 20 años ha sido
protagónico e incluso ha asumido “la ideología” chavista. A pesar de todo esto
no dejamos de confiar en la condición institucional de los militares y en la
siembra que los factores democráticos han tenido en ellos.
Les pido disculpas por lo
largo de la explicación de estas 6 coordenadas pero son ellas las que permiten
la comprensión de lo que hoy se vive en Venezuela. Y lo que se vive es un
conflicto entre dos tradiciones y factores: la
liberal-democrática-modernizadora versus la personalista-autoritaria-pretoriana
“catalizada” por el rentismo petrolero. En este sentido considero que si la
primera se fortalece por medio de mecanismos como más legalidad (acciones de la
Asamblea Nacional apegadas a la Constitución) y civilismo-democrático (protestas
pacíficas, cabildos abiertos, etc.) la segunda se irá debilitando. Y más aún si
la presión de los países democráticos tanto de Occidente como Iberoamérica está
con nosotros, hecho que ha logrado una gran diferencia en relación a otros
ciclos de lucha en el pasado. Si a esto le sumamos lo petrolero que hoy lunes
28 de enero ha recibido un vuelco importante con las sanciones de Estados
Unidos, las cosas se complican mucho para el autoritarismo en Venezuela. Nunca
antes los demócratas habíamos tenido en estos 20 años de dominio del
personalismo político tantas posibilidades de lograr la transición a la
democracia; es por ello que debemos ser sensatos, firmes y no bajar la guardia
por creer que ya se logró la meta. La democracia nos espera pero hay que cuidar
su renacimiento.
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