Agradezco a mi amigo Guillermo Tell por recomendármela. La he disfrutado mucho.
La misma, como todos saben al leer el subtítulo, se refiere a los 37 días que fueron desde el asesinato al heredero al trono del Imperio Austrohúngaro y su esposa hasta la declaración de guerra del Reino Unido a Alemania el 4 de agosto de 1914. Desde que comienza uno ya está atrapado al ver que para el Foreign Office no tuvo inicialmente una gran importancia, pero poco a poco va creciendo la tensión. La serie se centra fundamentalmente en la visión británica de estos días, poniendo especial énfasis en el Secretario de Asuntos Exteriores: Sir Edward Grey (magistralmente personificado por el senador Palpatine, perdón, por Ian McDiarmid) y todos los esfuerzo que realizó junto al gabinete liberal del primer ministro Henry Asquith (Tim Pigott-Smith) para evitar la guerra o una vez iniciada que el Reino Unido no tuviera que participar por lo menos en lo que respecta al envío de tropas a Europa. En segundo lugar está la toma de decisiones en los gobiernos de Berlín, Viena y algo de Moscú. Nada de los serbios ni de los franceses salvo el embajador en Londrés de estos últimos. El protagonismo acá está en Reino Unido y Alemania, siendo el Káiser Wilhelm II al que culpan de casi todo y que describen como un belicoso incapaz.
Mi puntuación: 8/10.
Clasificación: género: bélico, Primera Guerra Mundial, diplomacia, Reino Unido.
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