DESDE EL SILENCIO
El historiador es protagonista fundamental de la Historia al ser capaz de reelaborar los recuerdos e imponerlos a otros mediante su influencia. De ello, uno presupone, que hay en el historiador, algunas cualidades que son esenciales para evitar la falsificación de los hechos o la impostura de posiciones bajo el celo político ideológico o el religioso ideológico. Es más, el historiador tiene la responsabilidad fundamental de comprender sin mutilar. Metodológicamente tiene que ser generoso para ser capaz de contrastar sus propios puntos de vista en relación con los que le son adversos.
La Historia es el escenario vivo de una tragedia cuyo recuerdo se alimenta de imposturas y mitos. Lo usual es hacer prevalecer la versión canonizada por el Estado bajo los imperativos de la memoria colectiva nacional. Esto es lo que las escuelas enseñan bajo un reduccionismo despiadado y empobrecedor. Mas que Historia lo que hay es una crónica interesada y parcial que recoge el punto de vista de los ganadores alrededor de imaginarios pulcros sin el menor contacto con la problemática social concreta y dialéctica.
Un buen profesor de Historia debe darle cabida a las versiones de los actores suprimidos; al relato que desde la cotidianidad ofrecen los hombres y mujeres anónimos, y de manera especial, el énfasis mayor en lo que cabe, a los explotados y derrotados que el triunfador ha privado de voz, a los que han sido silenciados.
Todo lo anterior viene a colación por la excepcional película: “Criadas y señoras” (The Help) del Director Tate Taylor, donde se trata el odioso asunto del racismo hacia los negros en el Sur de los Estados Unidos en los años sesenta a través del drama de las sirvientas (“señoras de servicio domestico”).
San Pablo es inapelable cuando afirmó que: «no os volváis siervos de los hombres» (1Cor 7,23), algo que más de media humanidad ha violentado sin apenas inmutarse. Esta injusticia histórica la padecen en lo más íntimo millones de seres cuya dignidad ha sido ultrajada por quienes circunstancialmente ha detentado el poder y gozado de sus privilegios. Tal es el caso del argumento de “Criadas y Señoras” en donde presenciamos un proceso de remisión a través del rescate de las voces silenciadas y la asunción de una humanidad hasta ahora envilecida.
“El hogar debe ser servido por sus habitantes” y nada ni nadie nos otorgan el derecho de maltratar a otro ser humano por las razones que sean.
Dr. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS DE LUZ
No hay comentarios.:
Publicar un comentario