miércoles, noviembre 04, 2009

¿Qué es el chavismo? Disminución del presupuesto universitario en contraste al del Presidente

Gracias a Felix Tapia podemos tener el artículo de Mireya Tabuas de El Nacional del 25-10-2009. Ver subrayado.
Presupuesto Reprobado
Domingo 25 de Octubre de 2009
Siete Días
Mireya Tabuas
El Gobierno desatendió el aumento solicitado por las universidades, que el próximo año tendrán que defenderse con el mismo monto de 2009. Esta realidad las obligará a seguir sacrificando los proyectos de investigación y docencia que el Ejecutivo les reclamaLa tacita de plata de la UCV. Así llaman al Instituto Nacional de Bioingeniería de la Universidad Central de Venezuela, uno de los proyectos bandera de la casa de estudios. Pero el próximo año la universidad no tendrá dinero para apoyar las investigaciones que allí se realizan ni su mudanza a un edificio en Sebucán que le permitiría expandirse.
Las prótesis de titanio que elabora este instituto ­10 veces más económicas que las importadas­ han ayudado a 3.000 pacientes y evitan cada año 80 amputaciones de piernas y 20 de brazos. Su director, Manuel Cerrolaza, asegura que podrían atender toda la demanda del país, pero sólo han podido cubrir 15% de las necesidades por la falta de presupuesto. “La universidad está quebrada, para los proyectos tenemos que conseguir financiamiento afuera, el futuro no se ve halagador”, se lamenta Cerrolaza, pero no se resigna: “No vamos a abortar el proyecto, queremos desarrollar tecnología con nuestra propia gente”.
La situación por la que atraviesa este instituto no es ajena al resto de las universidades.
El estrangulamiento financiero ha impedido que el Laboratorio de Espectroscopia Láser de la Facultad de Ciencias de la
UCV abra una línea de investigación en biomedicina para el desarrollo de nuevas drogas en el área de las enfermedades tropicales; no permitirá que la Universidad de los Andes inaugure un núcleo en el páramo de Mucuchíes en 2010; frustrará los planes de la Universidad del Zulia de tener una extensión en el sur del lago de Maracaibo; la Universidad de Carabobo tendrá que posponer su proyecto de crear cinco nuevas carreras técnicas en Ciencias de la Salud y en Ciencias Fiscales; y los estudiantes de Química de la UCV deberán conformarse con los viejos laboratorios en aulas prestadas en Ingeniería porque la mudanza a una nueva sede tendrá que esperar. Son ejemplos de una larga lista de lo que no se hará por falta de dinero.
La Asamblea Nacional tiene en sus manos el presupuesto nacional 2010 que presentó el Ejecutivo para su aprobación.
Mientras el dinero para gastos de la Presidencia de la República aumentó 638%, la cantidad destinada al Ministerio de Educación Superior se redujo en 9,4%, al pasar de 11,2 a 10,6 millardos de bolívares. El monto para las 5 universidades autónomas y las 19 experimentales es de 7 millardos de bolívares.
El despacho presidencial contará con 3,3 millardos de bolívares, 3 veces el presupuesto de la
UCV, 10 veces el de la Universidad Simón Bolívar y 15 veces el de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
Ya es común que cada período fiscal las autoridades universitarias soliciten más recursos.
Sin embargo, el problema se ha agravado en el último trienio.
El monto aprobado para 2010 será el mismo de este año, sin tomar en cuenta la inflación, el crecimiento vegetativo y mucho menos los proyectos de cada institución.
En promedio, 90% del presupuesto se destina a la nómina y apenas 10% a gastos operativos. Ello ha obligado a recortar los proyectos en las áreas de la docencia, investigación y extensión, que, paradójicamente, son en las que el Gobierno reclama mayor atención. La investigación sólo recibirá 2% de la torta presupuestaria.
La situación se hará peor el próximo año, pues prácticamente las universidades deberán escoger entre pagar la luz, financiar la beca al exterior de un profesor o comprar los reactivos para un laboratorio.
“Queríamos mejorar las providencias estudiantiles como comedor o transporte, aumentar las becas, acompañar a los gremios en sus necesidades.
Pero con este presupuesto se ven truncados los planes de extensión e investigación, que es lo que debe hacer una universidad de punta, y tampoco podremos lograr el desarrollo de la educación a distancia. Se corta todo el desarrollo”, dice la rectora de la UCV, Cecilia García Arocha.
“El Gobierno quiere que nos ganemos el presupuesto creando actividades para las cuales no nos da presupuesto”, agrega el secretario de esa casa de estudios, Amalio Belmonte, en respuesta a la exigencia del presidente de la República, Hugo Chávez, de que las universidades tengan una “articulación directa con los planes del desarrollo nacional”.
“El crecimiento es de 0% si se toman en cuenta los recursos destinados a expansión, innovación, inversión en infraestructura y proyectos”, señala el vicerrector administrativo de la UCV, Bernardo Méndez.
De acuerdo con los cálculos de la vicerrectora administrativa de la Universidad del Zulia, María Guadalupe Núñez, hace 10 años los gastos fijos (sueldos) representaban 60% del presupuesto, mientras que el otro 40% era destinado a los gastos variables de investigación y extensión. “Hoy los gastos fijos se comen a los variables”.
A ello se le suma el problema de la inflación. “Si recibes la misma cantidad, con el índice inflacionario, puedes comprar 40% de lo que podías en 2007″, indica el rector de la Universidad de los Andes, Mario Bonucci.
El año 2009 ha sido muy particular: al ya deficitario presupuesto, el Gobierno le hizo un recorte adicional de 6%, como parte del ajuste presupuestario del sector público, debido a la crisis económica. Ahora las casas de estudio deben servicios como luz, agua, teléfono y mantenimiento, que no han podido cancelar en su totalidad. Como en las universidades los gastos de personal son intocables (no se le puede bajar el sueldo a los trabajadores), se tuvo que sacrificar el gasto de inversión, lo que se vio reflejado directamente en el área de investigación.
Menos docentes. “No hay dinero para reposición de cargos, lo que antes hacían dos profesores, ahora lo hace uno”, asegura Víctor Márquez, presidente de la Asociación de Profesores de la
UCV.
Hasta 1985, la mayoría de los docentes eran de dedicación exclusiva o tiempo completo y hacían investigación, pero ahora son de medio tiempo o tiempo convencional. “Los niveles salariales están muy deteriorados, lo que ha llevado a que muchos profesores conviertan la docencia en una carrera secundaria y no en una prioridad”, señala Márquez.
Alberto Fernández, coordinador de posgrado de la
UCV, añade un elemento preocupante: “Las generaciones de relevo no se han formado a la velocidad que requerimos y hay áreas en las que no podemos ofertar programas, porque no hay con qué contratar personal”.
La partida para nuevo personal está congelada en casi todas las universidades, mientras que una buena tajada del presupuesto se la llevan los jubilados: 55%, un porcentaje que crece anualmente.
Además, 2010 se proyecta como un año conflictivo si se toma en cuenta que está prevista la discusión de las normas de homologación (cada dos años), es decir, un aumento salarial que no está presupuestado.
Desde ya han comenzado las protestas. Los trabajadores universitarios manifestaron el pasado miércoles por las deudas que no se les han cancelado; la
Federación de Profesores Universitarios de Venezuela hará un paro nacional pasado mañana exigiendo un presupuesto adecuado para la Educación Superior.
Pero el sueldo no es lo único que preocupa al gremio docente. Félix Tapia, director del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la
UCV, afirma que se ha reducido tanto el monto de financiamiento a las investigaciones como el número de beneficiarios. En 2005 se apoyaron económicamente 478 investigaciones, el año pasado 230 y los números siguen en descenso.
La Universidad Simón Bolívar suspendió parcialmente los programas que promueven la investigación científica docente y la
UCV las becas a los profesores para posgrados en el exterior.
Lo mismo hizo la Universidad del Zulia. “Al Gobierno eso le preocupa poco, quiere igualar a las universidades por debajo, para debilitarlas”, dice el rector zuliano Jorge Palencia.
Una de las exigencias del Gobierno a las universidades en los años 2005 y 2006 fue que aumentaran la matrícula, pero las que lo hicieron no han visto recompensado su presupuesto. Es el caso de la Universidad de Carabobo.
Su rectora, Jessy Divo, asegura que atendió el llamado del Ejecutivo y aumentó el cupo de 47.000 a 56.000 alumnos, pero no recibió por ello ni un bolívar más: “Tenemos más estudiantes y 80% menos dinero que en 2007″.
Igual sucede con la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. De acuerdo con su rector, Raúl López, el argumento de la masificación debería beneficiar a esta casa de estudios porque atiende a 110.000 estudiantes. “Tenemos cobertura nacional, un programa intercultural bilingüe, requerimos inversión”. Esa universidad gasta 95% de su presupuesto en nómina y apenas le queda 5% para las demás actividades.
Salto atrás. Al recorte presupuestario se suman otros problemas que limitan a los profesores que hacen investigación: la lentitud con la que el programa Misión Ciencia aprueba los proyectos y la centralización que ha hecho el Ministerio de Ciencia de los recursos que provienen de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Además, les afecta el retraso en la entrega de divisas para adquisición de equipos y material para las investigaciones, lo que llevó a que muchos docentes ­para no parar sus trabajos­ gastaran su cupo Cadivi de Internet en compras para los laboratorios. Adquirir esos insumos al dólar del mercado paralelo es imposible por los altos precios. La Universidad Simón Bolívar está preocupada porque no podrá comprar ni una sola revista científica.
“Con eso nos aislamos del resto del mundo”, advierte el investigador Sergio Díaz.Enrique Planchart, rector de la USB, señala: “No hay dinero para todo lo que es progreso: investigación, bibliotecas, conocimiento. Es un golpe bajo para el desarrollo de Venezuela, que contrasta con lo que hace el presidente Inácio Lula Da Silva en Brasil: ha desarrollado un programa de apoyo a las universidades y las ha puesto a la par de las del primer mundo”.
Selectividad ideológica. “El Gobierno nos castiga económicamente como si estuviéramos en falta; nos dice que la universidad no está a tono con los problemas del país porque no suscribimos el discurso revolucionario. Los presupuestos están montados sobre una discusión de carácter ideológico”, agrega Amalio Belmonte, secretario de la UCV.
El rector de la ULA invita al Gobierno a efectuar auditorías.
“Nosotros cada tres meses rendimos cuentas, pero si viene otro auditor a revisar el gasto, le daremos lástima porque constatará que lo que tenemos no alcanza”.
Tapia también cree que la crisis es política y no económica.
“Con un Sukhoi ­los aviones de fabricación rusa que compró Chávez­ o con dos de los Mirage que donó a Ecuador, se paga el recorte de 6% que se hizo en 2009 a las universidades”.
La mayoría de las universidades que han sido críticas del Ejecutivo no han recibido créditos adicionales o auxilios financieros este año. Belmonte denuncia que es parte de una estrategia. “El Presidente de la República tiene un poder discrecional y distribuye los recursos del aumento del precio del petróleo a través de una selectividad ideológica. Aunque nosotros tengamos núcleos, extensiones o estudios a distancia, como no los llamamos aldeas universitarias, asume que no lo estamos haciendo con la pertinencia ideológica debida”.

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