Historia del futuro
Leyendo el excelente blog “el liberal venezolano”; aplaudo su sincera preocupación, que nos transmite en su último post, por los peligros que vive la sociedad venezolana. Esta preocupación que es la de muchos demócratas, debe inspirarnos - en palabras de su autor - a buscar la forma de que los venezolanos reconstruyamos una “patria incluyente donde quepamos en paz todos.”
En su post propone algunos métodos para lograr este fin, entre los cuales podemos citar de nuevo sus palabras: “una Venezuela de todos, solo la podremos conseguir alejados de lideres únicos y de partidos y colores únicos. (…) Buena dosis de humildad para quienes creen en la verdad única.” Y desde el principio resalta la defensa de los derechos humanos, en especial la libertad de expresión e información.
Humildemente me sumo a la tarea de “El Liberal venezolano” y de tantos que desean lograr la reconciliación, aportando las siguientes ideas:
1) Estoy convencido que uno de los grandes aprendizajes de toda sociedad que desea vivir en democracia es reconocer la ausencia de homogeneidad en su pueblo. Esto es aceptarse: plural, múltiple, DIFERENTE; y que no es un objetivo destruir la diferencia sino poder convivir siendo distintos (eliminar la visión enemigo-amigo en política y sustituirla por la de oficialismo-oposición). Mucho esfuerzo, tiempo y dolor ha generado la búsqueda de la unanimidad en Venezuela.
2) La aceptación de lo anterior obliga a respetar las autonomías de los diferentes, es decir, el espacio del otro. Occidente ha creado un método para lograr esto, y el mundo entero lo ha aceptado a partir del final de la Segunda Guerra Mundial con la creación de la ONU; me refiero al RESPETO de los DERECHOS HUMANOS (que no son colectivos sino PERSONALES).
3) El respeto de los derechos humanos sólo se puede lograr con la aceptación por todos lo que participen en política de los métodos de lucha NO VIOLENTOS (esto incluye el lenguaje violento “¡Pum!”); que son los procedimientos democráticos.
4) Tender en las ideologías y la acción política hacia la MODERACIÓN y desechar los radicalismos.
5) De cara a nuestra historia pasada y presente debemos asumir las realidades que han generado violencia tales como: autoritarismos, no alternancia en el poder, exclusión, ausencia de libertades y; muy pero muy importante los grandes problemas nacionales: pobreza, criminalidad, corrupción, desempleo, e improductividad. La solución de los mismos será un factor de unidad.
6) Cambiar de una buena vez nuestra relación con el petróleo, lo cual requiere una gran debate nacional; porque la que hemos tenido hasta ahora no ha logrado la solución de nuestros problemas.
En los tiempos actuales creo que los demócratas no lo tenemos nada fácil, pero "la peor la diligencia es la que no se hace.”
1 comentario:
Hola Profesor, Muchas gracias por los conceptos y por enriquecer la discusión. Sólo para aclarar, el artículo al que usted hace referencia fue escrito por Rómulo Lander Hoffmann (de la familia del ilustre Tomás Lander).
Saludos,
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