HISTORIA Y CINE II
En Charles Chaplin (1889-1977) se hace presente un tipo de cine con una profunda preocupación por lo social: el desempleo, la deshumanización del obrero por parte de la industria, los abusos de una violencia de Estado representado por la policía y las cárceles, el absurdo de las guerras y las amenazas de los tiranos y dictadores, así como la soledad de los individuos dentro de una sociedad de consumo altamente competitiva y signada por el dinero. Chaplin, un romántico valiente, nunca rehusó reivindicar la risa, la libertad y el amor como las auténticas posibilidades de salvación del hombre en su laberinto. Y a pesar de toda la grandeza de su arte y su gran popularidad entre un público que le aclamó y consideró un genio, fue perseguido y acusado de comunista.
Hemos querido hacer mención a la vida y obra de Charles Chaplin, porque al igual que ocurre con la historiografía, es una norma sana conocer al autor antes que la obra misma. El espectador ante una película determinada debe en primer lugar establecer las circunstancias de la creación de la película y la trayectoria del director, las motivaciones de sus productores, la calidad del reparto de los actores y la competencia profesional del cuerpo técnico (fotografía, escenografía, vestuario, maquillaje y otros). De esta forma estaríamos aplicando una variante de la llamada Crítica Externa o Heurística que usamos tradicionalmente para las fuentes escritas. Y luego de éste procedimiento, todo espectador atento, pasaría a valorar los meritos artísticos de la película a través del desarrollo del argumento y la interpretación de los contenidos de una forma crítica, libre y abierta (Crítica Interna o Hermenéutica). Este ejercicio de apreciación cinematográfica cuantas más veces se haga mejor.
Mientras más películas clásicas, autenticas obras de arte, se puedan ver, el joven estudiante, podrá descubrir un fascinante mundo de ficción pero inspirado en la vida de los hombres. Y no hay nada más atractivo que un texto audiovisual cuya “lectura” se hace de manera rápida y entretenida. El docente juega un papel fundamental como facilitador en las distintas discusiones y debates que son siempre necesarios para incentivar el pensamiento crítico. A través de preguntas e hipótesis se va desglosando cada parte significativa de la película, pudiendo detenernos en aquellas escenas y diálogos más interesantes. No hay que olvidar que a cada película escogida hay que hacerle su respectiva presentación de acuerdo a las circunstancias de su producción y con relación a los procesos históricos que se pretenden estudiar. Contrastar el texto historiográfico con el texto fílmico es lo que se persigue en última instancia. También es recomendable utilizar como mínimo dos películas que aborden un mismo proceso, para de esa forma poder valorar en perspectiva dos puntos de vista distintos pero complementarios a la vez.
DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS DE LUZ
No hay comentarios.:
Publicar un comentario