LA PRIMAVERA VENEZOLANA
Puedo decir, sin caer en un falso optimismo, que el 12 de febrero del 2012, la política en Venezuela se reinventó. La jornada electoral fue sobria y efectiva. Más de 3 millones de compatriotas fueron a votar por la democracia, el pluralismo y por las ansias de renovación en el liderazgo político y la construcción de un nuevo país, bajo la premisa nada desdeñable, de que éste esfuerzo es compartido y todos caben. Los lugares comunes en éste tipo de contienda apenas pasaron desapercibidos.
Vargas Llosa tituló a ésta jornada de fiesta cívica como una autentica “primavera venezolana”, y no le falta razón. La ciudadanía escogió a Capriles Radonski, un joven político de apenas 39 años de edad, un auténtico fajador, como el abanderado de la modernidad política en Venezuela. Su estilo, su liderazgo, es comedido, y se jacta de que la obra antecede a la retorica. Se mantiene invicto en todas las contiendas electorales en las cuales ha participado. Derrotó, contra todos los pronósticos, a una de las figuras más emblemáticas del chavismo como lo es Diosdado Cabello, considerado en ese entonces como el Zar del centro del país. Aunque lo más meritorio de éste triunfo es que se hizo prácticamente en las mismas narices del Presidente Chávez y burlando al grosero ventajismo oficialista.
Sufrió la persecución chavista y tuvo su pasantía en la cárcel, lo cual le confiere un halo de épica y tragedia a su trayectoria como líder, hecho éste esencial dentro de las peculiaridades de la política venezolana, prisionera de reminiscencias atávicas, que le otorga preferencias a un tipo de liderazgo mágico-religioso y carismático.
Público admirador de Nelson Mandela apuesta por un liderazgo generoso, amplio y unitario, sin rencores de ningún tipo, donde todos serían tomados en cuenta, y algo fundamental: los actuales partidarios del chavismo gozarían de una amnistía generalizada sobre la base de la reconciliación de todo un país. Capriles Radonski y las fuerzas democráticas de la Unidad todavía tienen la ardua tarea de convencer a los sectores más humildes que la opción que representa es la más conveniente como apuesta a un futuro de progreso, paz, justicia y libertad en democracia. No obstante, el capital de 3 millones de votos es una plataforma de lanzamiento formidable y temible. Y definitivamente, concede una alta moral al sector opositor y vislumbra escenarios bajo la premisa del éxito.
Creo que el oficialismo tiene serias razones para preocuparse ante éste “nuevo tsunami” de la política venezolana, y si bien al Presidente Chávez no hay que subestimarlo, su tránsito por el poder puede que tenga los días contados.
DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LUZ
2 comentarios:
Todo pais tiene historia, pasado y un legado mas los latinos que lucharon para defender sus costumbres y cultura nativa por el mestizaje debemos querer y cuidar nuestras raices
Saludos. GRacias por su visita y comentario. PEro no entiendo su relación con el artículo en cuestión. "Latinos"? Cultura nativa por el mestizaje?.
Publicar un comentario