Efemérides
Un día como hoy pero de 1897 nace Mario Briceño Iragorry quien fuera uno de los historiadores más importantes de mediados del siglo XX venezolano. Don Mario ayudó a rescatar del silencio implantado por la “leyenda negra”, la época hispana de Venezuela (la colonia pues); y lo hizo con una gran rigurosidad historiográfica, a pesar que no existía todavía la profesión de historiador en el país. Mi primer contacto con la obra de este importante ensayista e historiador, fue gracias a mi profesor de Historia de Venezuela del bachillerato: José Pernalete; el cual me regaló El caballo de Ledesma. De la vida de Briceño Iragorry me impresiona el hecho de conocer a toda la intelectualidad (y políticos) de su época; y el ejercer cargos públicos simultáneamente con su labor de investigador y escritor.
Una anécdota de su vida me muestra una Venezuela que se fue, pero que admiro profundamente; me refiero a esos tiempos en que gobierno y oposición podían reconocerse e incluso premiar al otro. El caso fue que Don Mario participó en los regímenes positivistas de nuestra historia; y es así como a partir del golpe de la joven oficialidad de la Fuerza Armada que instaura un gobierno y una élite contraria a este (adecos mayoritariamente), se le encarcela unos días y deja de ser funcionario público. En los años siguientes, este mismo gobierno que lo ha encarcelado y lo considera parte del pasado y de la oposición, le otorga en 1946 el Premio Municipal de Literatura por su obra Casa León y su tiempo y al año siguiente, el Premio Nacional de Literatura por su libro El regente Heredia o la piedad heroica. ¡Qué tiempos aquellos en que las posiciones ideológicas no influían en el reconocimiento de los méritos personales!.
Don Mario apoyó a la candidatura presidencial de Jóvito Villalba en las elecciones de 1952; pero tras el desconocimiento de la Junta Militar del resultado de dichos comicios se exilia en Costa Rica (1953) y Madrid (1953-1958). Al caer la dictadura vuelve al país con todos los exiliados, pero muere al poco tiempo el 6 de junio de 1958, y es de los poquísimo civiles y hombres del siglo XX que está enterrado en el Panteón Nacional.
Referencias: FUNDACIÓN POLAR (1994), Diccionario de Historia de Venezuela, CD-ROM.
Un día como hoy pero de 1897 nace Mario Briceño Iragorry quien fuera uno de los historiadores más importantes de mediados del siglo XX venezolano. Don Mario ayudó a rescatar del silencio implantado por la “leyenda negra”, la época hispana de Venezuela (la colonia pues); y lo hizo con una gran rigurosidad historiográfica, a pesar que no existía todavía la profesión de historiador en el país. Mi primer contacto con la obra de este importante ensayista e historiador, fue gracias a mi profesor de Historia de Venezuela del bachillerato: José Pernalete; el cual me regaló El caballo de Ledesma. De la vida de Briceño Iragorry me impresiona el hecho de conocer a toda la intelectualidad (y políticos) de su época; y el ejercer cargos públicos simultáneamente con su labor de investigador y escritor.
Una anécdota de su vida me muestra una Venezuela que se fue, pero que admiro profundamente; me refiero a esos tiempos en que gobierno y oposición podían reconocerse e incluso premiar al otro. El caso fue que Don Mario participó en los regímenes positivistas de nuestra historia; y es así como a partir del golpe de la joven oficialidad de la Fuerza Armada que instaura un gobierno y una élite contraria a este (adecos mayoritariamente), se le encarcela unos días y deja de ser funcionario público. En los años siguientes, este mismo gobierno que lo ha encarcelado y lo considera parte del pasado y de la oposición, le otorga en 1946 el Premio Municipal de Literatura por su obra Casa León y su tiempo y al año siguiente, el Premio Nacional de Literatura por su libro El regente Heredia o la piedad heroica. ¡Qué tiempos aquellos en que las posiciones ideológicas no influían en el reconocimiento de los méritos personales!.
Don Mario apoyó a la candidatura presidencial de Jóvito Villalba en las elecciones de 1952; pero tras el desconocimiento de la Junta Militar del resultado de dichos comicios se exilia en Costa Rica (1953) y Madrid (1953-1958). Al caer la dictadura vuelve al país con todos los exiliados, pero muere al poco tiempo el 6 de junio de 1958, y es de los poquísimo civiles y hombres del siglo XX que está enterrado en el Panteón Nacional.
Referencias: FUNDACIÓN POLAR (1994), Diccionario de Historia de Venezuela, CD-ROM.
3 comentarios:
Muy bien que le hayas dedicado un espacio a Briceño-Iragorry. Junto con Picón-Salas es el intelectual venezolano que mayor influencia ha ejercido sobre mi persona y, en consecuencia, un ser al que le guardo profundo respeto.
Saludos.
GRacias por el comentario, y bueno para mí hay que sumar Arturo Uslar con sus "pizarrones", y Manuel caballero entre otros
saludos
Muy buen articulo, recientemente lei un libro de este gran personaje historico, Introduccion y defenza de nuestra Historia, de Mario Iragorry (1985), es una recopilacion de varios de sus ensayos en los cuales pude vislumbrarme y aprender mucho de la era colonial venezolana y la introduccion y transformacion de la Caracas rural a la Caracas moderna, este hombre lego grandes obras a esta generacion. Gracias por el articulo. Cordiales saludos desde Venezuela.
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