Historiadores: siguen con el tema de la “reforma” salvo excepciones

Resumen semanal de los artículos de prensa de los historiadores venezolanos

Incorporamos (¡Por fin!) un historiador chavista a nuestro resumen semanal: Luis Britto García, escritor de novelas y cuentos, obras de teatro; pero que también ha desarrollado temas históricos como sus trabajos: Señores del Caribe: indígenas, conquistadores y piratas en el mar colonial (2001) y Demonios del mar: piratas y corsarios en Venezuela 1528-1727 (1999) (Premio Municipal de Literatura Mención Investigación Histórica 1999). Le estamos siguiendo la pista sobre sus artículos de prensa nacional, y esperamos por otros articulistas historiadores.

Luis Brito García en su artículo dominical “Los intelectuales y el proceso bolivariano” publicado en el diario Últimas Noticias, señala que el proyecto socialista-chavista (palabras mías no del autor) de hoy tuvo su origen en los intelectuales venezolanos de izquierda, los cuales fueron silenciados durante el puntofijismo (1958-1998) (¿?) pero terminaron forjando todo un movimiento que permitió la llegada al poder con Chávez (¡!). A continuación la frase que considero más importante del texto:

En fin, desde la izquierda cultural la palabra insurrecta continuó construyendo un proyecto emancipador en el fragor de la lucha política, en prisión o en los resquicios de nichos académicos o comunicacionales. (...) Hugo Chávez Frías había tenido contactos tempranos con Douglas Bravo y Francisco Prada. Una oficialidad reclutada en todos los estratos sociales y que en su mayoría tenía otra profesión además de la militar, leía ávidamente la literatura subversiva.

El jueves Diego Bautista Urbaneja (“Tentaciones” en El Universal), sigue dedicado al análisis de la situación política actual de Venezuela ante “reforma constitucional”. El autor recomienda no caer en las siguientes “tentaciones”: 1) el juego de Chávez en plantear un conflicto con su persona, por lo que se debe seguir con la tarea de información y explicación de las consecuencias negativas de la “reforma” sin llegar por ahora a grandes actos de masa (en sus palabras: “Hasta nuevo aviso, la campaña de rechazo a los cambios debe mantener y profundizar su carácter capilar.”); 2) No recomienda caer en el dilema votar o no votar, puede distraer de lo importante: el contenido de la “reforma”.

Agustín Blanco Muñoz (con sus dos artículos: “Los fabricantes de fraudes” el viernes en El Universal y “El precio del miedo” el sábado en el Ultimas Noticias) se dedica al igual que el anterior historiador a la comprensión de los tiempos actuales, y las estrategias para luchar contra el régimen chavista y su “reforma constitucional”. Señala en su primer artículo:

Aquí el problema no es la tal reforma o el Sí o el No. Estos son los elementos de la distracción. Los grandes actores del circo. Lo que ocurre es que como siempre, se apunta hacia la forma y no hacia el contenido.Lo esencial a atacar es el régimen totalitario que ya está establecido en este ex país y que aplica en la práctica el contenido de la tal reforma.

En el segundo artículo habla de lo que considero la explicación fundamental de la actual apatía y “apoliticidad” del venezolano: EL MIEDO; de esa forma señala:

En el autori-totalitarismo que nosotros padecemos el miedo tiene un crecimiento sin precedentes. Con el agravante de que aquí, hasta ahora, no abundan los aventureros dispuestos a darlo todo para vencer el miedo y derrotar a quienes hunden cada vez más a este ex-país hasta el punto de ponerlo en el lugar de la máxima destrucción. Una maquinaria de corte fascista está sembrando el miedo en lo más profundo de los seres. En la conducta de todos. La cotidianidad. Es el instrumento de control. (…) Sancho, sólo habrá otra historia si el colectivo pone el valor por encima del precio de su miedo.

El viernes Antonio Sánchez García (su artículo “Crisis terminal: el futuro que nos espera”) se refiere a las rezones de la “reforma” desde la perspective de Chávez y los problemas a los que se enfrenta el gobierno, en sus palabras:

Hoy comprende que el tiempo de la historia real corre en su contra, que cada día que pasa se estrechan sus posibilidades, que la insólita acumulación de errores y el manejo absolutamente irresponsable y dispendioso de los recursos puede conducirlo al abismo. Que el maná que ha permitido y financiado sus desvaríos, gracias a cuyos recursos le ha roto el espinazo a las fuerzas armadas, ha comprado anuencias entre sus pares, ha satisfechos las ansias de sus mesnadas y anestesiado a los sectores sociales que se le oponen ha entrado en una grave crisis y pronto puede alcanzar el colapso. He allí la crisis ad portas: PDVSA – la única fuente de recursos y palanca esencial de la revolución – está al borde de la extenuación. Y las tensiones acumuladas en el aparato económico nacional amenazan con desatarse, generando un escenario muy semejante al del viernes negro o al que recibiera a Rafael Caldera. Con el agravante de un país partido en dos, enguerrillado y pronto a desbarrancarse por la ingobernabilidad.

El sábado Elías Pino Iturrieta (“Los indios malditos” en El Universal) se sale del tema de la “reforma”, y se refiere a un caso interesantísimo sobre los intentos de manipular la historia en el caso de los caciques que se aliaron con los conquistadores para facilitar el dominio del territorio y la población indígena, de esa forma señala:

Tanto los programas de estudio como los manuales de enseñanza, más todo lo que puedan editar las imprentas oficiales y machacar los medios radioeléctricos, se ha puesto al servicio de una amputación de la memoria que facilite la coronación del teniente coronel. Un trono demasiado costoso para la conciencia histórica, si el aspirante culmina el círculo que dibuja a su manera.

El domingo Simón Alberto Consalvi (“Señor ese mar, tiene historia…” en El Nacional ) se refiere en cierto modo al mismo peligro de la manipulación de la historia porparte del poder, y en este caso a la historia de la delimitación fronteriza nacional en le Caribe. Señala:

Ese mar, señor, tiene su historia, y es la historia que se elude a través de tantos viajes imaginarios. Una historia que, sin duda, naufraga en el silencio, que trastorna, niega y, en última instancia, impide a los venezolanos saber de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Por último, el mismo domingo tenemos a un Manuel Caballero (“¿Reforma? No: abolición” en El Universal) para variar sigue la tendencia mayoritaria de los historiadores en la opinión pública: preocupación por la “reforma constitucional”; señalando algo que es de un peso histórico inmenso:

No sigamos entonces hablando de "reforma" al referirnos a la última movida de Chávez. No: ese señor no se propone reformar la Constitución sino abolirla. Y no estamos hablando de la Constitución de 1999 ni de la anterior, ni de la transanterior: estamos hablando de cualquier Constitución, de todas las constituciones. A lo que debemos oponernos con todas las fuerzas no es entonces a la "reforma" de la Constitución sino a su abolición. Porque lo que propone Chávez no es limitar o reglamentar aquella o esta libertad sino suprimirlas del todo al todo en tanto en cuanto disgusten al Ser Supremo. Que tampoco será, por ser también limitante, Aquel que está en los Cielos, Creador y Ordenador del Universo, sino este Mesías de Sabaneta que se propone, dicho a la letra en su exposición de motivos, establecer "el Reino de Dios en la Tierra". Lo cual a su vez implica que este Supremo Abolidor reinará "por la Gracia de Dios" y no como producto de una elección, como también reza la misma exposición de motivos.